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Palos de ciego

Mientras tanto, el resto de nosotros, los chapines que nos levantamos a trabajar honradamente todos los días, seguimos esperando a que el nuevo gobierno deje el palo, se quite los anteojos, haga a un lado la politiquería y empiece a trabajar. 

.
Carolina Castellanos |
09 de febrero, 2024
El contenido en la sección de Opinión es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la postura o la línea editorial de República.

 

Desde el día de la juramentación al nuevo gobierno, la emoción, el poder y la soberbia tomaron posesión en la mente de los dirigentes del partido “ganador” del proceso electoral. Han demostrado un desconocimiento total de la forma en que el gobierno funciona. Han actuado como capataces de finca, pretendiendo que todos hagamos caso a sus instrucciones, aunque sean ilegales. Me parece que esto ratifica, nuevamente, que no tenían ni la mínima esperanza de ganar “por las buenas”, o se hubieran preparado, como bien hicieron los otros partidos que puntearon alto en el balotaje.

Empezaron a actuar a ciegas la misma noche electoral, cuando un miembro del partido se auto proclamó presidente del Congreso y hasta formó la Junta Directiva.  Lo “bajaron de la moto”, como decimos en buen chapín.

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El “electo” creyó que su palabra era ley pero, al enfrentarse a un roble, firme y decidido, llamado Consuelo Porras, se dio cuenta que así no funcionan las cosas. Lejos de posicionarse como “líder” en Guatemala, quedó desacreditado de inmediato ante la población.

Los palos de ciego han continuado. Parece que usó una de esas espadas de luz de la película “Star Wars”, queriendo romper cualquier impedimento que evitara lograr sus objetivos, como lo fue la destitución de la Fiscal General. Esto ha sido el mayor fracaso, hasta ahora.

Mientras tanto, el resto de nosotros, los chapines que nos levantamos a trabajar honradamente todos los días, seguimos esperando a que el nuevo gobierno deje el palo, se quite los anteojos, haga a un lado la politiquería y empiece a trabajar. Hay demasiados problemas en el país como para estar en luchas de poder que no conducirán a nada.

Mientras tanto, “aparecen” los desaparecidos magistrados, como por arte de magia. De pronto la espada de luz logró que salieran del refugio en el que estaban. ¿Qué consecuencias puede haber si ellos confiesan haber cometido fraude y demuestran detalladamente, y con evidencias, cómo lo hicieron? 

¿Se repetirían las elecciones? ¿El TSE anularía todo lo sucedido y convocaría a elecciones? ¿Se nombraría a un “bateador emergente” que cumpla la función de presidente mientras volvemos a votar? ¿Se repetiría el 2,015 en nuestra Guate? ¿Será todo esto una maniobra para distraer otros temas? ¿O serán más palos de ciego?

Son preguntas que tendrán respuesta en el transcurso de las próximas semanas, o meses. Mientras tanto, la “comunidad internacional” ya está dando sus palos de ciego al creer que con amenazas y sanciones se va a detener el curso de las cosas.

No cabe duda que la marea roja está presente en una gran parte de este mundo. Sin ninguna duda, es la causante de tantos conflictos, pobreza y descontento. Las ansias de poder son destructivas y no tienen piedad de nadie. Sin embargo, apareció un personaje indiscutiblemente único, el presidente de Argentina, Javier Milei, que ha desafiado todo lo descrito aquí y mucho más. Ojalá haya otros “Mileis”, especialmente en nuestra Guate. No creo que salgamos ilesos de esta incipiente marea roja con sus palos de ciego.

 

La autora de esta columna es Carolina Castellanos.

Palos de ciego

Mientras tanto, el resto de nosotros, los chapines que nos levantamos a trabajar honradamente todos los días, seguimos esperando a que el nuevo gobierno deje el palo, se quite los anteojos, haga a un lado la politiquería y empiece a trabajar. 

Carolina Castellanos |
09 de febrero, 2024
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El contenido en la sección de Opinión es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la postura o la línea editorial de República.

 

Desde el día de la juramentación al nuevo gobierno, la emoción, el poder y la soberbia tomaron posesión en la mente de los dirigentes del partido “ganador” del proceso electoral. Han demostrado un desconocimiento total de la forma en que el gobierno funciona. Han actuado como capataces de finca, pretendiendo que todos hagamos caso a sus instrucciones, aunque sean ilegales. Me parece que esto ratifica, nuevamente, que no tenían ni la mínima esperanza de ganar “por las buenas”, o se hubieran preparado, como bien hicieron los otros partidos que puntearon alto en el balotaje.

Empezaron a actuar a ciegas la misma noche electoral, cuando un miembro del partido se auto proclamó presidente del Congreso y hasta formó la Junta Directiva.  Lo “bajaron de la moto”, como decimos en buen chapín.

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El “electo” creyó que su palabra era ley pero, al enfrentarse a un roble, firme y decidido, llamado Consuelo Porras, se dio cuenta que así no funcionan las cosas. Lejos de posicionarse como “líder” en Guatemala, quedó desacreditado de inmediato ante la población.

Los palos de ciego han continuado. Parece que usó una de esas espadas de luz de la película “Star Wars”, queriendo romper cualquier impedimento que evitara lograr sus objetivos, como lo fue la destitución de la Fiscal General. Esto ha sido el mayor fracaso, hasta ahora.

Mientras tanto, el resto de nosotros, los chapines que nos levantamos a trabajar honradamente todos los días, seguimos esperando a que el nuevo gobierno deje el palo, se quite los anteojos, haga a un lado la politiquería y empiece a trabajar. Hay demasiados problemas en el país como para estar en luchas de poder que no conducirán a nada.

Mientras tanto, “aparecen” los desaparecidos magistrados, como por arte de magia. De pronto la espada de luz logró que salieran del refugio en el que estaban. ¿Qué consecuencias puede haber si ellos confiesan haber cometido fraude y demuestran detalladamente, y con evidencias, cómo lo hicieron? 

¿Se repetirían las elecciones? ¿El TSE anularía todo lo sucedido y convocaría a elecciones? ¿Se nombraría a un “bateador emergente” que cumpla la función de presidente mientras volvemos a votar? ¿Se repetiría el 2,015 en nuestra Guate? ¿Será todo esto una maniobra para distraer otros temas? ¿O serán más palos de ciego?

Son preguntas que tendrán respuesta en el transcurso de las próximas semanas, o meses. Mientras tanto, la “comunidad internacional” ya está dando sus palos de ciego al creer que con amenazas y sanciones se va a detener el curso de las cosas.

No cabe duda que la marea roja está presente en una gran parte de este mundo. Sin ninguna duda, es la causante de tantos conflictos, pobreza y descontento. Las ansias de poder son destructivas y no tienen piedad de nadie. Sin embargo, apareció un personaje indiscutiblemente único, el presidente de Argentina, Javier Milei, que ha desafiado todo lo descrito aquí y mucho más. Ojalá haya otros “Mileis”, especialmente en nuestra Guate. No creo que salgamos ilesos de esta incipiente marea roja con sus palos de ciego.

 

La autora de esta columna es Carolina Castellanos.