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Exiliado de guerra, el Shakhtar sueña con volver a jugar en Donetsk

Redacción República
29 de septiembre, 2014

Los enfrentamientos en el este de Ucrania obligaron al Shakhtar Donetsk a entrenarse en Kiev y jugar sus partidos en Lviv, 1.000 kilómetros al oeste, una situación nada cómoda para un club que participa en la Liga de Campeones y sueña con regresar a su estadio.

‘Nos sentimos bien en Kiev, pero Donetsk está en nuestros corazones para siempre. Queremos regresar todos’, afirma Ivan Ordets, defensa internacional ucraniano del Shakhtar.

El martes será en Lviv, lejos de su estadio, el Donbass Arena, donde el quintuple campeón de Ucrania recibirá al FC Oporto en la Liga de Campeones, en su segundo partido de la fase de grupos.

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‘Todos queremos jugar en el Donbass Arena para sentir el apoyo apasionado de nuestros aficionados. Pero, debemos jugar en Lviv, ya que nuestro presidente dice que es todavía demasiado peligroso regresar’ a Donetsk, explicó el técnico del Shakhtar, el rumano Mircea Lucescu.

Un sentimiento de frustración compartido por los aficionados del club, que puso fin, desde su compra en 1996 por el oligarca Rinat Ajmetov, el hombre más rico de Ucrania, al dominio del Dynamo de Kiev en la escena nacional.

‘Está demasiado lejos y sale demasiado caro ir a Lviv para ver al Shakhtar’, se lamenta Alexei, un aficionado de 22 años, a la AFP. ‘He visto algunos de sus partidos esta temporada, cuando jugaron en Kiev, pero no es lo mismo que verlos en casa. Estoy muy impaciente por ver al nuevo Shakhtar en el Donbass Arena. Los queremos y los necesitamos aquí’, añade el joven seguidor.

– Seis jugadores no querían volver –

Las posibilidades de que el club de Donetsk vuelva a sus infraestructuras son mínimas. Su centro de entrenamiento, antes paradisíaco, ‘Kirsha’, situado al sur de la ciudad, no escapó a los bombardeos, que lo dañaron seriamente. Y las bombas desfiguraron también la fachada del Donbass Arena, el recinto ultramoderno del club construido para albergar la Eurocopa-2012. ‘No sé todavía cuándo tendremos la posibilidad de regresar a Donetsk’, reconoce Mircea Lucescu.

Más allá de este exilio, el conflicto del este ucraniano ha podido también fragilizar al equipo, cuando a finales de julio, tras un amistoso en Francia, seis jugadores extranjeros se negaron a regresar a Ucrania, debido a la crisis política en el país, poco después de estrellarse el avión de Malaysia Airlines. Sin embargo, los esfuerzos conjuntos del presidente del club, Ajmetov, y de Lucescu, apaciguaron los ánimos y pudieron retener a los seis jugadores sudamericanos.

El Shakhtar llegó incluso a reforzarse, pese al contexto, con el fichaje del defensa brasileño Marcio Azevedo, procedente del Metalist Jarkiv, otro equipo ucraniano. ‘Estoy muy agradecido a Lucescu, que cree en mí y me ha dado la posibilidad de mostrar lo que sé hacer, declaró Azevedo a la AFP. ‘Es un sentimiento absolutamente increíble jugar en Liga de Campeones. Estaba feliz como un niño en el partido contra el Athletic de Bilbao (0-0 el 17 de septiembre)’, añadió.

Lejos de casa, en el estadio de Lviv, con un aforo para 35.000 personas, el Shakhtar Donetsk, vencedor de la Copa de la UEFA en 2009 y nueve veces campeón de Ucrania en total, es pese a todo seguido por 10.000 espectadores por partido. Pero los organizadores aseguran que el martes el duelo europeo frente al Oporto se disputará con las gradas llenas.


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Exiliado de guerra, el Shakhtar sueña con volver a jugar en Donetsk

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29 de septiembre, 2014

Los enfrentamientos en el este de Ucrania obligaron al Shakhtar Donetsk a entrenarse en Kiev y jugar sus partidos en Lviv, 1.000 kilómetros al oeste, una situación nada cómoda para un club que participa en la Liga de Campeones y sueña con regresar a su estadio.

‘Nos sentimos bien en Kiev, pero Donetsk está en nuestros corazones para siempre. Queremos regresar todos’, afirma Ivan Ordets, defensa internacional ucraniano del Shakhtar.

El martes será en Lviv, lejos de su estadio, el Donbass Arena, donde el quintuple campeón de Ucrania recibirá al FC Oporto en la Liga de Campeones, en su segundo partido de la fase de grupos.

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‘Todos queremos jugar en el Donbass Arena para sentir el apoyo apasionado de nuestros aficionados. Pero, debemos jugar en Lviv, ya que nuestro presidente dice que es todavía demasiado peligroso regresar’ a Donetsk, explicó el técnico del Shakhtar, el rumano Mircea Lucescu.

Un sentimiento de frustración compartido por los aficionados del club, que puso fin, desde su compra en 1996 por el oligarca Rinat Ajmetov, el hombre más rico de Ucrania, al dominio del Dynamo de Kiev en la escena nacional.

‘Está demasiado lejos y sale demasiado caro ir a Lviv para ver al Shakhtar’, se lamenta Alexei, un aficionado de 22 años, a la AFP. ‘He visto algunos de sus partidos esta temporada, cuando jugaron en Kiev, pero no es lo mismo que verlos en casa. Estoy muy impaciente por ver al nuevo Shakhtar en el Donbass Arena. Los queremos y los necesitamos aquí’, añade el joven seguidor.

– Seis jugadores no querían volver –

Las posibilidades de que el club de Donetsk vuelva a sus infraestructuras son mínimas. Su centro de entrenamiento, antes paradisíaco, ‘Kirsha’, situado al sur de la ciudad, no escapó a los bombardeos, que lo dañaron seriamente. Y las bombas desfiguraron también la fachada del Donbass Arena, el recinto ultramoderno del club construido para albergar la Eurocopa-2012. ‘No sé todavía cuándo tendremos la posibilidad de regresar a Donetsk’, reconoce Mircea Lucescu.

Más allá de este exilio, el conflicto del este ucraniano ha podido también fragilizar al equipo, cuando a finales de julio, tras un amistoso en Francia, seis jugadores extranjeros se negaron a regresar a Ucrania, debido a la crisis política en el país, poco después de estrellarse el avión de Malaysia Airlines. Sin embargo, los esfuerzos conjuntos del presidente del club, Ajmetov, y de Lucescu, apaciguaron los ánimos y pudieron retener a los seis jugadores sudamericanos.

El Shakhtar llegó incluso a reforzarse, pese al contexto, con el fichaje del defensa brasileño Marcio Azevedo, procedente del Metalist Jarkiv, otro equipo ucraniano. ‘Estoy muy agradecido a Lucescu, que cree en mí y me ha dado la posibilidad de mostrar lo que sé hacer, declaró Azevedo a la AFP. ‘Es un sentimiento absolutamente increíble jugar en Liga de Campeones. Estaba feliz como un niño en el partido contra el Athletic de Bilbao (0-0 el 17 de septiembre)’, añadió.

Lejos de casa, en el estadio de Lviv, con un aforo para 35.000 personas, el Shakhtar Donetsk, vencedor de la Copa de la UEFA en 2009 y nueve veces campeón de Ucrania en total, es pese a todo seguido por 10.000 espectadores por partido. Pero los organizadores aseguran que el martes el duelo europeo frente al Oporto se disputará con las gradas llenas.