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La OMC recibe al brasileño Roberto Azevedo con las negociaciones empantanadas

Redacción República
30 de agosto, 2013

El brasileño Roberto Azevedo asume este domingo la dirección de la OMC, pero los analistas advierten que tendrá que moverse rápido para reavivar las empantanadas negociaciones comerciales y restaurar la confianza en la organización.

‘Al nuevo director general le espera un ingente trabajo. Necesita moverse más bien rápida y convincentemente. Tiene que ser audaz’, dijo a la AFP en un correo electrónico Sergio Marchi, exministro canadiense de Comercio y exembajador ante la OMC.

Azevedo, diplomático de carrera, sustituirá al francés Pascal Lamy, que dirigió durante ocho años esta organización encargada de fijar las reglas del comercio mundial.

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Contactado por la AFP tres días antes de asumir su nuevo puesto, Azevedo dijo que no hablará con la prensa antes de viajar a San Petersburgo la semana próxima para participar en el G20.

Por su parte, Lamy declaró a la radio pública suiza la semana pasada que prentende regresar a Normandía, en el noroeste de Francia, y ‘tomarse un tiempo de reflexión’, aunque no descarta volver a la política activa en su país.

Es comprensible que este socialista francés necesite tomarse un respiro: dice que desde que dirige la OMC ha recorrido unos 450.000 kilómetros de media al año, el equivalente a 10 veces la vuelta al mundo en su intento de sentar a la mesa de negociaciones a los líderes mundiales para concluir la Ronda de Doha.

Lamy, ex comisario de Comercio de la Unión Europea, también ha contemplado desde su puesto una importante ampliación de la OMC, que deja con 159 miembros, 11 más en ocho años, entre ellos Rusia, quizá la adhesión de más peso durante su mandato.

Durante su liderazgo también consiguió que a la organización participara en las cumbres del G20.

Sin embargo, no ha logrado reavivar las moribundas negociaciones de la Ronda de Doha, iniciada en 2001 para liberalizar el comercio mundial y derribar barreras como los subsidios, aranceles y reglamentación excesivas para permitir que el comercio internacional beneficie a los países más pobres.

Las diferencias entre lo que unos están dispuestos a dar y otros a aceptar separan a China, la Unión Europea, India y Estados Unidos, paralizando las negociaciones durante los últimos años, lo que ha hecho que muchos países se inclinen por los acuerdos bilaterales y regionales.

‘Desgraciadamente, no hay mucho que exhibir en estos ocho años’, dijo Marchi, para quien ‘la credibilidad de la institución se ha resentido fuertemente del largo viaje de la ADD (Agenda del Desarrollo de Doha)’.

Al mismo tiempo, en los últimos ocho años el comercio mundial ha reflejado la creciente importancia de las economías en desarrollo en el escenario mundial.

Muestra de ello es que la práctica totalidad de los nueve candidatos a reemplazar a Lamy el año pasado procedían de países en desarrollo o emergentes.

Al final de un proceso de selección, Azevedo, que era el representante de Brasil ante la OMC desde 2008, fue elegido para llevar las riendas de la organización con sede en Ginebra.

Los analistas dicen que tendrá que ponerse manos a la obra inmediatamente.

Su mayor desafío es la próxima reunión ministerial que se celebrará en Bali en diciembre, que es vista como decisiva para el futuro de la OMC.

El director saliente advirtió que un ‘fracaso en Bali ocasionará daños duraderos a la OMC’.

Azevedo, que ya ha nombrado al nuevo equipo de directores adjuntos, entre ellos al primer chino en ocupar un puesto tan alto en la OMC, ya ha insinuado que hará frente a este desafío frontalmente.

Poco después de su nombramiento en mayo, abogó por ‘devolver a la OMC el papel y el prestigio que debería tener’.

Tras reconocer que en Bali será duro, insistió en que sería posible avanzar si los países miembros llegan a la mesa con la voluntad de encontrar una solución y dispuestos a un compromiso.

‘A estas alturas, no es tanto lograr lo que queremos, sino salvar lo que tenemos’, dijo, antes de subrayar: ‘Sacaremos a la organización de la parálisis resolviendo la ronda’.

Azevedo, que tiene reputación de hacedor de consensos y que conoce el sistema desde dentro, también ha dejado claro que es hora de liberalizar el comercio para luchar contra el proteccionismo.

Su propio país, Brasil, ha sido acusado de recurrir a prácticas proteccionistas, pero Azevedo insiste en que muchos otros hacen lo mismo.

El nuevo director general de la OMC presentará su programa en Ginebra en el Consejo General, el organismo ejecutivo integrado por los embajadores de todos los Estados miembros, el 9 de septiembre.

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La OMC recibe al brasileño Roberto Azevedo con las negociaciones empantanadas

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30 de agosto, 2013

El brasileño Roberto Azevedo asume este domingo la dirección de la OMC, pero los analistas advierten que tendrá que moverse rápido para reavivar las empantanadas negociaciones comerciales y restaurar la confianza en la organización.

‘Al nuevo director general le espera un ingente trabajo. Necesita moverse más bien rápida y convincentemente. Tiene que ser audaz’, dijo a la AFP en un correo electrónico Sergio Marchi, exministro canadiense de Comercio y exembajador ante la OMC.

Azevedo, diplomático de carrera, sustituirá al francés Pascal Lamy, que dirigió durante ocho años esta organización encargada de fijar las reglas del comercio mundial.

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Contactado por la AFP tres días antes de asumir su nuevo puesto, Azevedo dijo que no hablará con la prensa antes de viajar a San Petersburgo la semana próxima para participar en el G20.

Por su parte, Lamy declaró a la radio pública suiza la semana pasada que prentende regresar a Normandía, en el noroeste de Francia, y ‘tomarse un tiempo de reflexión’, aunque no descarta volver a la política activa en su país.

Es comprensible que este socialista francés necesite tomarse un respiro: dice que desde que dirige la OMC ha recorrido unos 450.000 kilómetros de media al año, el equivalente a 10 veces la vuelta al mundo en su intento de sentar a la mesa de negociaciones a los líderes mundiales para concluir la Ronda de Doha.

Lamy, ex comisario de Comercio de la Unión Europea, también ha contemplado desde su puesto una importante ampliación de la OMC, que deja con 159 miembros, 11 más en ocho años, entre ellos Rusia, quizá la adhesión de más peso durante su mandato.

Durante su liderazgo también consiguió que a la organización participara en las cumbres del G20.

Sin embargo, no ha logrado reavivar las moribundas negociaciones de la Ronda de Doha, iniciada en 2001 para liberalizar el comercio mundial y derribar barreras como los subsidios, aranceles y reglamentación excesivas para permitir que el comercio internacional beneficie a los países más pobres.

Las diferencias entre lo que unos están dispuestos a dar y otros a aceptar separan a China, la Unión Europea, India y Estados Unidos, paralizando las negociaciones durante los últimos años, lo que ha hecho que muchos países se inclinen por los acuerdos bilaterales y regionales.

‘Desgraciadamente, no hay mucho que exhibir en estos ocho años’, dijo Marchi, para quien ‘la credibilidad de la institución se ha resentido fuertemente del largo viaje de la ADD (Agenda del Desarrollo de Doha)’.

Al mismo tiempo, en los últimos ocho años el comercio mundial ha reflejado la creciente importancia de las economías en desarrollo en el escenario mundial.

Muestra de ello es que la práctica totalidad de los nueve candidatos a reemplazar a Lamy el año pasado procedían de países en desarrollo o emergentes.

Al final de un proceso de selección, Azevedo, que era el representante de Brasil ante la OMC desde 2008, fue elegido para llevar las riendas de la organización con sede en Ginebra.

Los analistas dicen que tendrá que ponerse manos a la obra inmediatamente.

Su mayor desafío es la próxima reunión ministerial que se celebrará en Bali en diciembre, que es vista como decisiva para el futuro de la OMC.

El director saliente advirtió que un ‘fracaso en Bali ocasionará daños duraderos a la OMC’.

Azevedo, que ya ha nombrado al nuevo equipo de directores adjuntos, entre ellos al primer chino en ocupar un puesto tan alto en la OMC, ya ha insinuado que hará frente a este desafío frontalmente.

Poco después de su nombramiento en mayo, abogó por ‘devolver a la OMC el papel y el prestigio que debería tener’.

Tras reconocer que en Bali será duro, insistió en que sería posible avanzar si los países miembros llegan a la mesa con la voluntad de encontrar una solución y dispuestos a un compromiso.

‘A estas alturas, no es tanto lograr lo que queremos, sino salvar lo que tenemos’, dijo, antes de subrayar: ‘Sacaremos a la organización de la parálisis resolviendo la ronda’.

Azevedo, que tiene reputación de hacedor de consensos y que conoce el sistema desde dentro, también ha dejado claro que es hora de liberalizar el comercio para luchar contra el proteccionismo.

Su propio país, Brasil, ha sido acusado de recurrir a prácticas proteccionistas, pero Azevedo insiste en que muchos otros hacen lo mismo.

El nuevo director general de la OMC presentará su programa en Ginebra en el Consejo General, el organismo ejecutivo integrado por los embajadores de todos los Estados miembros, el 9 de septiembre.