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El riesgo latente de desperdiciar el bono demográfico

Arte: Gabo@
Braulio Palacios
20 de febrero, 2024

Guatemala tiene un activo demográfico muy “poderoso” que otras naciones más desarrolladas envidian. Existe un vínculo entre economía y demografía que expertos han advertido impacta en el crecimiento del PIB. Sin embargo, para que haya beneficios económicos y sociales tangibles se deben realizar inversiones en capital humano, sobre todo en educación.

Cómo funciona. El concepto de bono demográfico busca vincular dos fenómenos sociales. Por un lado, el cambio en las edades de las poblaciones. Por otro, el crecimiento económico. Pese a saberse en Guatemala hay recordatorios recurrentes sobre el tema.

  • El crecimiento económico ocurre (entre otros) a través de dos mecanismos: el aumento y avances en la productividad; y, aumento de la fuerza de trabajo. El PIB, según teóricos, crece más rápido cuando más personas, que alcanzan las edades productivas, ingresan al mercado laboral.

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  • Guatemala es de los pocos países que todavía tienen la oportunidad única de aprovechar el potencial de mayor desarrollo adicional del PIB por abundancia de mano de obra. Es importante para los tomadores de decisiones y diseñadores de políticas crear las condiciones necesarias para beneficiarse del bono demográfico.

  • El país se encuentra en pleno incremento de su población en edad productiva. Este periodo empezó en 2000 y terminará en 2040, un lapso de tiempo en que la mayoría de su población tendrá entre 25 y 64 años.

En el radar. Con el nuevo estudio de la OIT vuelven las habituales advertencias: hay tareas pendientes para crear las condiciones que permitan la entrada de la población más productiva —jóvenes— en el mercado formal.

  • Recientemente, la organización publicó “Impulsando la productividad en América Latina”. Se trata de un informe regional de 2023 que analiza las claves para generar un entorno de negocios propicio que mejoren la productividad.

  • Entre los hallazgos, destaca que en las economías latinas hay una relación negativa entre la productividad laboral y la proporción de jóvenes que no trabajan ni estudian —NINIS— ni están recibiendo capacitación alguna.

  • Dentro de la muestra de países con datos disponibles, Guatemala registra la proporción más alta de jóvenes en esta situación (ver gráfico inferior). Además, la menor productividad por hora trabajada.

Por qué importa. La OIT evidencia que la proporción de NINIS, y que tampoco recibían una capacitación, era muy alta en 2022 en Guatemala: 3 de cada 10.

Arte: Gabo@.

  • Sumado a lo anterior, la economía guatemalteca registró la segunda menor tasa de desempleo ese año (ver gráfico superior), con 3,1%.

  • “Una tasa de desempleo relativamente baja puede no ser suficiente para crear mercados laborales inclusivos si no se promueve la participación de los jóvenes”, advierte el documento.

  • La proporción de jóvenes guatemaltecos que no participan en la economía formal ni invierten en su capital humano, representan todavía uno de los más grandes desafíos de la productividad. El no mejorar sus habilidades implicará no poder contribuir en la generación de valor agregado.

Voces. La directora ejecutiva de Empresarios por la Educación, Verónica Spross, indica que los jóvenes no solo ayudan a superar las tasas de crecimiento. También se benefician a sí mismos y a sus familias. Siempre y cuando, cumplan con las demandas del mercado.

  • La cobertura educativa es baja en secundaria, sobre todo en Básicos (5 de cada 10 lo cursan) y Diversificado (1 de cada 4). No se forman con las competencias que demandan las empresas. Por otro lado, quienes sí cursan esos ciclos no adquieren las destrezas necesarias en Matemática y Lectura.

  • “Las últimas pruebas indican que solo el 14% de los graduados tiene el nivel exigible en Matemáticas. Y en el caso de Lectura, únicamente el 30. Eso complica su acceso a la universidad o un trabajo. Deberíamos tener estrategias más novedosas y flexibles”, subraya Spross.

  • Cita como ejemplo el Bachillerato en Ciencias y Letras con orientación en Emprendimiento. Se creó en la Fundación Carlos F. Novella, cuyo currículo se compartió con el Ministerio de Educación. “Ampliar este tipo de estrategias sería muy valioso para adquirir esas destrezas que necesitan. Hay países que apuestan porque sus jóvenes se especialicen en Programación o idioma inglés”, concluye.

Conclusión. Guatemala todavía está a tiempo de encauzar sus estrategias para aprovechar al máximo su bono demográfico. Las soluciones más precisas pueden venir del sector público, privado o académico. Es común escuchar que un crecimiento en la economía de entre un 3-4% cada año es “insuficiente” y no es acorde al potencial país. Lograr un desarrollo más acelerado implica explotar todas las oportunidades. Principalmente, cuando se busca crear las condiciones para que la población mejore su calidad de vida, en especial, los jóvenes.

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El riesgo latente de desperdiciar el bono demográfico

Arte: Gabo@
Braulio Palacios
20 de febrero, 2024

Guatemala tiene un activo demográfico muy “poderoso” que otras naciones más desarrolladas envidian. Existe un vínculo entre economía y demografía que expertos han advertido impacta en el crecimiento del PIB. Sin embargo, para que haya beneficios económicos y sociales tangibles se deben realizar inversiones en capital humano, sobre todo en educación.

Cómo funciona. El concepto de bono demográfico busca vincular dos fenómenos sociales. Por un lado, el cambio en las edades de las poblaciones. Por otro, el crecimiento económico. Pese a saberse en Guatemala hay recordatorios recurrentes sobre el tema.

  • El crecimiento económico ocurre (entre otros) a través de dos mecanismos: el aumento y avances en la productividad; y, aumento de la fuerza de trabajo. El PIB, según teóricos, crece más rápido cuando más personas, que alcanzan las edades productivas, ingresan al mercado laboral.

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  • Guatemala es de los pocos países que todavía tienen la oportunidad única de aprovechar el potencial de mayor desarrollo adicional del PIB por abundancia de mano de obra. Es importante para los tomadores de decisiones y diseñadores de políticas crear las condiciones necesarias para beneficiarse del bono demográfico.

  • El país se encuentra en pleno incremento de su población en edad productiva. Este periodo empezó en 2000 y terminará en 2040, un lapso de tiempo en que la mayoría de su población tendrá entre 25 y 64 años.

En el radar. Con el nuevo estudio de la OIT vuelven las habituales advertencias: hay tareas pendientes para crear las condiciones que permitan la entrada de la población más productiva —jóvenes— en el mercado formal.

  • Recientemente, la organización publicó “Impulsando la productividad en América Latina”. Se trata de un informe regional de 2023 que analiza las claves para generar un entorno de negocios propicio que mejoren la productividad.

  • Entre los hallazgos, destaca que en las economías latinas hay una relación negativa entre la productividad laboral y la proporción de jóvenes que no trabajan ni estudian —NINIS— ni están recibiendo capacitación alguna.

  • Dentro de la muestra de países con datos disponibles, Guatemala registra la proporción más alta de jóvenes en esta situación (ver gráfico inferior). Además, la menor productividad por hora trabajada.

Por qué importa. La OIT evidencia que la proporción de NINIS, y que tampoco recibían una capacitación, era muy alta en 2022 en Guatemala: 3 de cada 10.

Arte: Gabo@.

  • Sumado a lo anterior, la economía guatemalteca registró la segunda menor tasa de desempleo ese año (ver gráfico superior), con 3,1%.

  • “Una tasa de desempleo relativamente baja puede no ser suficiente para crear mercados laborales inclusivos si no se promueve la participación de los jóvenes”, advierte el documento.

  • La proporción de jóvenes guatemaltecos que no participan en la economía formal ni invierten en su capital humano, representan todavía uno de los más grandes desafíos de la productividad. El no mejorar sus habilidades implicará no poder contribuir en la generación de valor agregado.

Voces. La directora ejecutiva de Empresarios por la Educación, Verónica Spross, indica que los jóvenes no solo ayudan a superar las tasas de crecimiento. También se benefician a sí mismos y a sus familias. Siempre y cuando, cumplan con las demandas del mercado.

  • La cobertura educativa es baja en secundaria, sobre todo en Básicos (5 de cada 10 lo cursan) y Diversificado (1 de cada 4). No se forman con las competencias que demandan las empresas. Por otro lado, quienes sí cursan esos ciclos no adquieren las destrezas necesarias en Matemática y Lectura.

  • “Las últimas pruebas indican que solo el 14% de los graduados tiene el nivel exigible en Matemáticas. Y en el caso de Lectura, únicamente el 30. Eso complica su acceso a la universidad o un trabajo. Deberíamos tener estrategias más novedosas y flexibles”, subraya Spross.

  • Cita como ejemplo el Bachillerato en Ciencias y Letras con orientación en Emprendimiento. Se creó en la Fundación Carlos F. Novella, cuyo currículo se compartió con el Ministerio de Educación. “Ampliar este tipo de estrategias sería muy valioso para adquirir esas destrezas que necesitan. Hay países que apuestan porque sus jóvenes se especialicen en Programación o idioma inglés”, concluye.

Conclusión. Guatemala todavía está a tiempo de encauzar sus estrategias para aprovechar al máximo su bono demográfico. Las soluciones más precisas pueden venir del sector público, privado o académico. Es común escuchar que un crecimiento en la economía de entre un 3-4% cada año es “insuficiente” y no es acorde al potencial país. Lograr un desarrollo más acelerado implica explotar todas las oportunidades. Principalmente, cuando se busca crear las condiciones para que la población mejore su calidad de vida, en especial, los jóvenes.