Las deportaciones de guatemaltecos radicados en Estados Unidos
aumentaron un 11% en los nueve primeros meses de 2014 en comparación con
el mismo lapso del año anterior, informó este jueves la Dirección
General de Migración de Guatemala.
Las
autoridades migratorias de Estados Unidos deportaron entre enero y
septiembre a 42,314 guatemaltecos, contra 38,079 en el mismo periodo de
2013, según un boletín de la institución.
De acuerdo con el
informe, entre los deportados de 2014 figuran 36,913 hombres, 5,239
mujeres y 162 niños, mientras que el mes con mayor cantidad de
expulsados fue julio con 6,435 y septiembre el que registró un menor
número con 3,285 deportaciones.
En todo el año pasado, las
autoridades estadounidenses deportaron a 50,221 guatemaltecos, un récord
que superó en unas 10,000 personas a los expulsados en 2012.
El
aumento de la expulsión de guatemaltecos desde Estados Unidos ocurre en
medio de una crisis humanitaria por la migración de miles de menores sin
acompañante adulto, la mayoría de Guatemala, El Salvador y Honduras, a quienes Washington anunció deportará de su territorio.
Según
datos oficiales, desde octubre de 2013 más de 66,000 menores sin
compañía de adultos fueron interceptados en suelo estadounidense tras
emigrar clandestinamente, huyendo de la violencia y la pobreza en sus
países.
A pesar del incremento en las deportaciones, Guatemala
reportó un ingreso de US$3.690 millones en remesas familiares
entre enero y agosto pasados, un crecimiento del 9,17% en relación con
el mismo período de 2013, cuando ingresaron US$3.380 millones. De
acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM),
alrededor de 1,5 millones de guatemaltecos viven en el extranjero. De
ellos, 1,3 millones se encuentran en Estados Unidos y un gran parte
carece de residencia legal.
El martes organizaciones civiles lanzaron en Guatemala
una campaña radial para informar de sus derechos a los guatemaltecos
que pretenden emigrar, y advirtieron que el endurecimiento de políticas
migratorias en Estados Unidos y México agravarán las condiciones de la
travesía.
Con información de AFP.
Las deportaciones de guatemaltecos radicados en Estados Unidos
aumentaron un 11% en los nueve primeros meses de 2014 en comparación con
el mismo lapso del año anterior, informó este jueves la Dirección
General de Migración de Guatemala.
Las
autoridades migratorias de Estados Unidos deportaron entre enero y
septiembre a 42,314 guatemaltecos, contra 38,079 en el mismo periodo de
2013, según un boletín de la institución.
De acuerdo con el
informe, entre los deportados de 2014 figuran 36,913 hombres, 5,239
mujeres y 162 niños, mientras que el mes con mayor cantidad de
expulsados fue julio con 6,435 y septiembre el que registró un menor
número con 3,285 deportaciones.
En todo el año pasado, las
autoridades estadounidenses deportaron a 50,221 guatemaltecos, un récord
que superó en unas 10,000 personas a los expulsados en 2012.
El
aumento de la expulsión de guatemaltecos desde Estados Unidos ocurre en
medio de una crisis humanitaria por la migración de miles de menores sin
acompañante adulto, la mayoría de Guatemala, El Salvador y Honduras, a quienes Washington anunció deportará de su territorio.
Según
datos oficiales, desde octubre de 2013 más de 66,000 menores sin
compañía de adultos fueron interceptados en suelo estadounidense tras
emigrar clandestinamente, huyendo de la violencia y la pobreza en sus
países.
A pesar del incremento en las deportaciones, Guatemala
reportó un ingreso de US$3.690 millones en remesas familiares
entre enero y agosto pasados, un crecimiento del 9,17% en relación con
el mismo período de 2013, cuando ingresaron US$3.380 millones. De
acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM),
alrededor de 1,5 millones de guatemaltecos viven en el extranjero. De
ellos, 1,3 millones se encuentran en Estados Unidos y un gran parte
carece de residencia legal.
El martes organizaciones civiles lanzaron en Guatemala
una campaña radial para informar de sus derechos a los guatemaltecos
que pretenden emigrar, y advirtieron que el endurecimiento de políticas
migratorias en Estados Unidos y México agravarán las condiciones de la
travesía.
Con información de AFP.