Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

La parte triste de diciembre: Los Niños de la Pólvora

Redacción República
06 de diciembre, 2014

Diciembre se llena de luces, árboles navideños en la sala familiar, esperanza de los niños con la espera de los regalos desde el Polo Norte, canciones navideñas, frío y olor a pino fresco.

Parece ser que alguien se ha olvidado de los niños que con sus manitas inocentes fabrican los “cuetes” que se queman desde la primera semana de diciembre con la famosa “quema del diablo”. La fabricación de los fuegos pirotécnicos no es supervisada por las autoridades, incluso es un delito grave que menores de edad ejerzan algún tipo de labor, máxime cuando exponen su vida a tan corta edad.

Lamentablemente para este tipo de trabajo que se da previo y durante el mes de diciembre, no se toman las medidas de seguridad necesarias para garantizar la vida de los menores de edad, algunos de ellos ganando una nada, con tal de proveer al hogar. El trabajo de fabricación, en la mayoría de los lugares, no cuenta con las medidas responsables de almacenaje, armado y guardado. Esto desata un elevado índice de accidentes, no solo incendios sino también explosiones que ponen en riesgo la vida de los pequeños.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Si analizamos el contexto económico guatemalteco, obtenemos razones válidas para entender por qué los niños se exponen ante este tipo de trabajo. La mayoría de ellos viven en extrema pobreza y luchan por vivir día a día. El hambre es un enemigo que provoca angustia y aflicción, conduciendo a los niños esta vez en un camino poco seguro. Los niños deben de tener una infancia llena de felicidad, no estar llenando de pólvora los cartuchos con sus pequeños deditos ó sosteniendo la mecha para el empaque final.

No olvidemos que este delito entra en un contexto de explotación infantil. La ley establece que ningún menor de 14 años puede laborar porque se violarían sus derechos humanos. Se estima que a nivel centroamericano más de 1 millón 240 mil  niños entre 5 y 14 años son víctimas de este delito.

La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) pone a su disposición el número 1555 para denunciar alguna actividad sospechosa de explotación infantil.

La parte triste de diciembre: Los Niños de la Pólvora

Redacción República
06 de diciembre, 2014

Diciembre se llena de luces, árboles navideños en la sala familiar, esperanza de los niños con la espera de los regalos desde el Polo Norte, canciones navideñas, frío y olor a pino fresco.

Parece ser que alguien se ha olvidado de los niños que con sus manitas inocentes fabrican los “cuetes” que se queman desde la primera semana de diciembre con la famosa “quema del diablo”. La fabricación de los fuegos pirotécnicos no es supervisada por las autoridades, incluso es un delito grave que menores de edad ejerzan algún tipo de labor, máxime cuando exponen su vida a tan corta edad.

Lamentablemente para este tipo de trabajo que se da previo y durante el mes de diciembre, no se toman las medidas de seguridad necesarias para garantizar la vida de los menores de edad, algunos de ellos ganando una nada, con tal de proveer al hogar. El trabajo de fabricación, en la mayoría de los lugares, no cuenta con las medidas responsables de almacenaje, armado y guardado. Esto desata un elevado índice de accidentes, no solo incendios sino también explosiones que ponen en riesgo la vida de los pequeños.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Si analizamos el contexto económico guatemalteco, obtenemos razones válidas para entender por qué los niños se exponen ante este tipo de trabajo. La mayoría de ellos viven en extrema pobreza y luchan por vivir día a día. El hambre es un enemigo que provoca angustia y aflicción, conduciendo a los niños esta vez en un camino poco seguro. Los niños deben de tener una infancia llena de felicidad, no estar llenando de pólvora los cartuchos con sus pequeños deditos ó sosteniendo la mecha para el empaque final.

No olvidemos que este delito entra en un contexto de explotación infantil. La ley establece que ningún menor de 14 años puede laborar porque se violarían sus derechos humanos. Se estima que a nivel centroamericano más de 1 millón 240 mil  niños entre 5 y 14 años son víctimas de este delito.

La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) pone a su disposición el número 1555 para denunciar alguna actividad sospechosa de explotación infantil.