Mientras que en las afueras del Hospital General se hacía evidente el olor a orina, mezclado con el olor a los puestos de comida que ofrecen servicio en el lugar. En la acera del centro asistencial se pudo notar la aglomeración de personas y mientras se hacía el recorrido se acercó una señora para decirnos: “¿Me podría ayudar a comprar esta medicina que me recetó el doctor?”
La señora tenía cara de desesperación y al indicarle que la forma para ayudarla era denunciar públicamente la falta de medicinas en la farmacia del centro hospitalario, se asustó y preguntó que si eso no le causaría ningún problema. La gente por temor no manifiesta su inconformidad. Sin mencionar su nombre dijo tímidamente: “No hay medicinas en las farmacias, ni en el hospital. Se supone que ellos deberían abastecernos con medicinas y no tienen”, mientras siguió su peregrinar para conseguir dinero para su medicamento.
Ella llevaba una receta con Budesonida, un aerosol nasal, medicamento utilizado para tratar los síntomas de congestión y secreción nasal debido a las alegrías. Pertenece a una clase de medicamentos llamados corticosteroides que son, básicamente, medicinas parecidas a la cortisona. Algunas veces esta medicina se receta para otros usos, y la paciente nos especificó de qué padecía. En la farmacia Galeno la Budesonida aerosol nasal tiene un valor de Q264 el bote de 200 mg.
Luego, en la entrada de la emergencia del San Juan de Dios, estaba colocado un cartel que decía que no había atención en esa área. En la entrada de las visitas del hospital había una pancarta grande que indicaba la hora (de 14 a 15:30 horas) y los 3 días (martes, jueves y domingo) que se permitían visitas. Allí afuera está la farmacia privada de la Fundación San Juan de Dios.
En el área de la entrada nos topamos con una señora que tenía a su hijo interno. Ella había salido a comprar las medicinas que le recetaron al menor, ya que en el hospital no se las pudieron proveer. Nos comentó también que no le habían fallado con la comida. “ Un poquitío de dos o tres cositas nos dan, pero sí nos dan”, indicó conforme.
En las oficinas de comunicación social del Hospital General, el vocero Rony Véliz, nos dijo que el único que podría autorizar la visita es el director del centro, César Agusto Reyes. Sin embargo, puntualizó que “los lunes son días muy complicados aquí en el hospital”. Aunque nos aseguró la accesibilidad de Reyes, y que incluso la información la podía brindar vía telefónica, pero no contestó nuestras llamadas.
Véliz se limitó a decir que el centro asistencial ya estaba siendo abastecido, tanto en comida como un 80% de medicina en la farmacia. “La comida se compra semana a semana para que no se descomponga, y mientras dura esta crisis nos está ayudando la Fundación San Juan de Dios a abastecernos de ambas cosas”, puntualizó.
En declaraciones, el titular de la Cartera de Salud, Luis Enrique Monterroso dijo que verificará el presupuesto asignado para la compra de comida del Hospital San Juan de Dios (Q15 millones), ya que el Roosevelt recibe la mitad de dinero, tiene más pacientes y no sufre de este tipo de inconvenientes. Según Monterroso, este problema surge por los trabajadores que se roban la comida.
En declaraciones, el director de hospitales del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, Jorge Pinot, indicó que la deuda del San Juan de Dios a proveedores es de Q8 millones, y que esto es culpa de César Agusto Reyes, director del centro, quien no contestó para desmentirlo. Además, a nivel nacional, de parte del Ministerio existe una deuda que suma los Q27 millones.
La PDH ya anunció un rotundo colapso
En el 2014 dos veces, en menos de dos meses, se cerró la consulta externa del centro asistencial. El 26 de septiembre permaneció a puertas cerradas por más de 10 días a causa de la falta de insumos médicos y el pasado 6 de noviembre cerraron las puertas de la emergencia, caso que no había sucedido. Así mismo, en esas fechas, las autoridades de la PDH realizaron un monitoreo y evidenciaron que la crisis en el San Juan de Dios, a causa del mal estado del equipo y la falta de insumos alimenticios y médicos, podría causar un colapso en ese hospital. Aunque las autoridades minimizan la crisis de la red hospitalaria a nivel nacional es evidente, y un ejemplo claro es el nosocomio más importante del país: El Hospital General.
Pacto colectivo de trabajadores de salud cuesta Q1,832 millones al Estado
A pesar de la profunda y preocupante crisis que está sufriendo la Cartera de Salud Pública en el país, que además pareciera no tener fin, siguen vigentes los privilegios que se otorgan a los trabajadores de esta área de la administración estatal. Esto sin ver ninguna mejora en la calidad del servicio prestado que, según analistas, harán colapsar las finanzas del Estado de no haber un cambio.
El pacto colectivo permite a los trabajadores que en lugar de tener 12 asuetos de ley y 20 días de vacaciones, que suman 32 días en total, cuentan con tres asuetos adicionales y 10 días de vacaciones extra, por lo que en total descansan 45 días al año, un 41% más de lo que establece la Ley de Servicio Civil.
Mientras que en las afueras del Hospital General se hacía evidente el olor a orina, mezclado con el olor a los puestos de comida que ofrecen servicio en el lugar. En la acera del centro asistencial se pudo notar la aglomeración de personas y mientras se hacía el recorrido se acercó una señora para decirnos: “¿Me podría ayudar a comprar esta medicina que me recetó el doctor?”
La señora tenía cara de desesperación y al indicarle que la forma para ayudarla era denunciar públicamente la falta de medicinas en la farmacia del centro hospitalario, se asustó y preguntó que si eso no le causaría ningún problema. La gente por temor no manifiesta su inconformidad. Sin mencionar su nombre dijo tímidamente: “No hay medicinas en las farmacias, ni en el hospital. Se supone que ellos deberían abastecernos con medicinas y no tienen”, mientras siguió su peregrinar para conseguir dinero para su medicamento.
Ella llevaba una receta con Budesonida, un aerosol nasal, medicamento utilizado para tratar los síntomas de congestión y secreción nasal debido a las alegrías. Pertenece a una clase de medicamentos llamados corticosteroides que son, básicamente, medicinas parecidas a la cortisona. Algunas veces esta medicina se receta para otros usos, y la paciente nos especificó de qué padecía. En la farmacia Galeno la Budesonida aerosol nasal tiene un valor de Q264 el bote de 200 mg.
Luego, en la entrada de la emergencia del San Juan de Dios, estaba colocado un cartel que decía que no había atención en esa área. En la entrada de las visitas del hospital había una pancarta grande que indicaba la hora (de 14 a 15:30 horas) y los 3 días (martes, jueves y domingo) que se permitían visitas. Allí afuera está la farmacia privada de la Fundación San Juan de Dios.
En el área de la entrada nos topamos con una señora que tenía a su hijo interno. Ella había salido a comprar las medicinas que le recetaron al menor, ya que en el hospital no se las pudieron proveer. Nos comentó también que no le habían fallado con la comida. “ Un poquitío de dos o tres cositas nos dan, pero sí nos dan”, indicó conforme.
En las oficinas de comunicación social del Hospital General, el vocero Rony Véliz, nos dijo que el único que podría autorizar la visita es el director del centro, César Agusto Reyes. Sin embargo, puntualizó que “los lunes son días muy complicados aquí en el hospital”. Aunque nos aseguró la accesibilidad de Reyes, y que incluso la información la podía brindar vía telefónica, pero no contestó nuestras llamadas.
Véliz se limitó a decir que el centro asistencial ya estaba siendo abastecido, tanto en comida como un 80% de medicina en la farmacia. “La comida se compra semana a semana para que no se descomponga, y mientras dura esta crisis nos está ayudando la Fundación San Juan de Dios a abastecernos de ambas cosas”, puntualizó.
En declaraciones, el titular de la Cartera de Salud, Luis Enrique Monterroso dijo que verificará el presupuesto asignado para la compra de comida del Hospital San Juan de Dios (Q15 millones), ya que el Roosevelt recibe la mitad de dinero, tiene más pacientes y no sufre de este tipo de inconvenientes. Según Monterroso, este problema surge por los trabajadores que se roban la comida.
En declaraciones, el director de hospitales del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, Jorge Pinot, indicó que la deuda del San Juan de Dios a proveedores es de Q8 millones, y que esto es culpa de César Agusto Reyes, director del centro, quien no contestó para desmentirlo. Además, a nivel nacional, de parte del Ministerio existe una deuda que suma los Q27 millones.
La PDH ya anunció un rotundo colapso
En el 2014 dos veces, en menos de dos meses, se cerró la consulta externa del centro asistencial. El 26 de septiembre permaneció a puertas cerradas por más de 10 días a causa de la falta de insumos médicos y el pasado 6 de noviembre cerraron las puertas de la emergencia, caso que no había sucedido. Así mismo, en esas fechas, las autoridades de la PDH realizaron un monitoreo y evidenciaron que la crisis en el San Juan de Dios, a causa del mal estado del equipo y la falta de insumos alimenticios y médicos, podría causar un colapso en ese hospital. Aunque las autoridades minimizan la crisis de la red hospitalaria a nivel nacional es evidente, y un ejemplo claro es el nosocomio más importante del país: El Hospital General.
Pacto colectivo de trabajadores de salud cuesta Q1,832 millones al Estado
A pesar de la profunda y preocupante crisis que está sufriendo la Cartera de Salud Pública en el país, que además pareciera no tener fin, siguen vigentes los privilegios que se otorgan a los trabajadores de esta área de la administración estatal. Esto sin ver ninguna mejora en la calidad del servicio prestado que, según analistas, harán colapsar las finanzas del Estado de no haber un cambio.
El pacto colectivo permite a los trabajadores que en lugar de tener 12 asuetos de ley y 20 días de vacaciones, que suman 32 días en total, cuentan con tres asuetos adicionales y 10 días de vacaciones extra, por lo que en total descansan 45 días al año, un 41% más de lo que establece la Ley de Servicio Civil.