Ángel Ariel Escalante Pérez, de 12 años, fue víctima de la violencia. Acosado por pandilleros y al encontrarse en un callejón sin salida, resistió hasta el final al grupo criminal que, bajo amenazas de muerte, lo obligaba a atentar contra un piloto de bus.
No hubo autoridad para auxiliar al menor que, en su inocencia, no sabía cómo actuar y tras su negativa de cometer un crimen, fue lanzado desde el puente Belice. Dos semanas tardó en agonía hasta que, agobiado por los múltiples golpes, falleció.
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Su tragedia no quedó en el olvido. Sector privado, artistas, autoridades y organizaciones como Unicef, crearon una aplicación móvil para prevenir la violencia dentro y en los alrededores de las escuelas y, auxiliados por la tecnología, los promotores esperan ayudar a evitar casos como los de Ángel, porque se podrán denunciar y darles seguimiento para que las autoridades de Gobernación y Educación intervengan.
En la escuela del niño, llamada Carlos Paiz Ayala, se presentó la aplicación.
El empresario Salvador Paiz explica en qué consiste la aplicación y cómo puede ayudar a los niños que estudian en centros educativos de alto riesgo.
Ángel Ariel Escalante Pérez, de 12 años, fue víctima de la violencia. Acosado por pandilleros y al encontrarse en un callejón sin salida, resistió hasta el final al grupo criminal que, bajo amenazas de muerte, lo obligaba a atentar contra un piloto de bus.
No hubo autoridad para auxiliar al menor que, en su inocencia, no sabía cómo actuar y tras su negativa de cometer un crimen, fue lanzado desde el puente Belice. Dos semanas tardó en agonía hasta que, agobiado por los múltiples golpes, falleció.
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