Dicen que no hay que juntar el trabajo y el placer, pero eso exactamente es lo que han hecho las nadadoras Ingrid Oliveira y Giovanna Pedrosa, o mejor dicho una de ellas.

Y es que las deportistas locales están en boca de todos por un asunto poco agradable. Según informan medios brasileños una de ellas corrió a la compañera (de salto y de habitación) para tener relaciones sexuales.

Al parecer Ingrid, de 20 años, pidió a su colega que la dejara sola para poder estar con Pedro Gonçalves (remo) en la habitación de la Villa Olímpica asignada para ambas.

Lo peor de todo, sin embargo es que Olivera y Pedrosa tuvieron que saltar desde los 10 metros de manera sincronizada, juntas, representando a su país. Como es comprensible, a Giovanna no le hizo ni gracia la jugada de su pareja de competición. De hecho, se negó en primera instancia a abandonar el cuarto por esa razón ‘festiva’ alegando que ambas competían al día siguiente y que necesitaban descansar, informa mundo Deportivo.

El rendimiento, como se podía esperar, fue muy pobre en los saltos sincronizados. La falta de descanso y la tensión entre ellas (compitieron peleadas y sin hablarse) ha hecho mella. El dúo ocupó el último lugar en su prueba (que por cierto era el debut).

Venían de conquistar la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto el pasado año pero la falta de espíritu deportivo y de compañerismo de una de ellas ha terminado con la competición. Eso sí, no sin escarmiento. Giovanna ha informado al Comité Olímpico Brasileño de lo ocurrido y han expulsado a su compañera por una falta disciplinaria grave, publica Today Sport.

Ojalá le sirva la lección para frenar sus impulsos. La noche le ha salido cara a la deportista.