El libro de Roberto Ardón explora la historia de seis enfrentamientos entre destacados políticos desde el siglo XIX hasta el presente. No todos tuvieron lugar en el contexto de la actividad gubernamental. Se abordan asimismo pugnas religiosas, debates públicos y electorales. El autor descubre que "los rivales moldean la historia, pero también, los momentos históricos moldean a los rivales".
En lo personal hubo en ocasiones relaciones de cortesía y respeto dentro de las diferencias. En otras, simples animosidades llegando a veces hasta odios extremos. Existieron visiones contrapuestas e ideologías irreconciliables. El denominador común de estos choques es que se prolongaron en el tiempo y marcaron la historia nacional. Unas confrontaciones, en suma, que dejaron huella.
Ardón subraya su vocación de historiador. Sostiene que "no escribe desde el poder; o al servicio de idea o proyecto político alguno, mucho menos a título personal". Define su investigación como neutral. Tiene una opinión personal clara y determinada de cada uno de los doce personajes descritos, aunque no la expresa aquí. Evitando apologías apasionadas, consigue rescatar la objetividad del relato.
En el comienzo de la obra, Ardón cita al historiador griego Plutarco y sus recomendables Vidas paralelas. Es de destacar que nombre asimismo a Fernán Pérez de Guzmán cuyas Generaciones y semblanzas pueden considerarse el primer tratado castellano de historia.
Pone algunos ejemplos de grandes rivalidades en la Edad Contemporánea, sin limitarse a casos conocidos como el de los británicos Gladstone y Disraeli o el más reciente de Mandela y De Klerk. Como hispano-alemán agradezco su mención de Bismarck y su larga lucha contra la Iglesia católica alemana (Kulturkampf) en la persona del político Windthorst. Y la de Maura y Canalejas que, al frente de sus partidos, intentaron regenerar España a principios del siglo pasado.
Esta reseña introduce - de modo obligado - una perspectiva foránea ya que llegué al país hace apenas un mes. Para mí, todos los encontronazos recogidos en el libro, con sus golpes y contragolpes, son igualmente novedosos y todavía no conozco otros más allá de los mencionados. Por esta razón aún no puedo entrar en la sin duda interesante discusión de si faltaron estos o sobraron aquellos enfrentamientos.
Los capítulos se dividen en secciones. Las seis más importantes; contexto, perfil de los contendientes, enfrentamiento, repercusiones y relevancia histórica aparecen en todos. Con ello se estructura el texto facilitando la comprensión.
El primer duelo, Rafael Carrera vs. Francisco Morazán, llamó mi atención como partidario de la integración regional. Precisamente la semana pasada el Embajador de Honduras en España colocaba una ofrenda floral en honor al natalicio del general Morazán para reconocer el significado de su visión para el futuro de Centroamérica.
En cuanto al segundo, Manuel Estrada Cabrera vs. monseñor José Piñol y Batres, no pude evitar considerarlo como una especie de "Kulturkampf a la guatemalteca". Salvando - como es obvio - todas las distancias pertinentes.
El de Jacobo Árbenz Guzmán vs. Carlos Castillo Armas también lleva a la reflexión. Durante el largo enfrentamiento de estos dos militares, Guatemala pasó de ser un país casi feudal para convertirse en peón de las potencias en la Guerra Fría.
Admito que el capítulo dedicado a Manuel Colom Argueta vs. Alejandro Maldonado Aguirre es el que más me costó aprehender. Debido quizá al número de organizaciones y siglas. Una relectura transmite la importancia de estos líderes y sus formaciones para la historia política del país.
Los dos últimos ofrecen por su cercanía en el tiempo un atractivo añadido. El de Dionisio Gutiérrez vs. Sandra Torres expone el creciente peso de los medios. El de Álvaro Arzú vs. Iván Velásquez trata del mandato (no prorrogado) de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala.
Para los que, como yo, no han leído los dos libros anteriores del autor Los debates políticos en Guatemala y Triunviratos la presente obra constituye un aliciente para hacerlo.
Ardón consigue despertar el interés del lector en la historia de Guatemala. Y lo hace como afirmo en el título, presentando una visión original a la vez que objetiva.
Roberto Ardón es abogado y notario. En su larga trayectoria profesional destaca su labor como Director Ejecutivo del CACIF. Se dispone a ocupar un puesto corporativo en el Banco Industrial.
El libro de Roberto Ardón explora la historia de seis enfrentamientos entre destacados políticos desde el siglo XIX hasta el presente. No todos tuvieron lugar en el contexto de la actividad gubernamental. Se abordan asimismo pugnas religiosas, debates públicos y electorales. El autor descubre que "los rivales moldean la historia, pero también, los momentos históricos moldean a los rivales".
En lo personal hubo en ocasiones relaciones de cortesía y respeto dentro de las diferencias. En otras, simples animosidades llegando a veces hasta odios extremos. Existieron visiones contrapuestas e ideologías irreconciliables. El denominador común de estos choques es que se prolongaron en el tiempo y marcaron la historia nacional. Unas confrontaciones, en suma, que dejaron huella.
Ardón subraya su vocación de historiador. Sostiene que "no escribe desde el poder; o al servicio de idea o proyecto político alguno, mucho menos a título personal". Define su investigación como neutral. Tiene una opinión personal clara y determinada de cada uno de los doce personajes descritos, aunque no la expresa aquí. Evitando apologías apasionadas, consigue rescatar la objetividad del relato.
En el comienzo de la obra, Ardón cita al historiador griego Plutarco y sus recomendables Vidas paralelas. Es de destacar que nombre asimismo a Fernán Pérez de Guzmán cuyas Generaciones y semblanzas pueden considerarse el primer tratado castellano de historia.
Pone algunos ejemplos de grandes rivalidades en la Edad Contemporánea, sin limitarse a casos conocidos como el de los británicos Gladstone y Disraeli o el más reciente de Mandela y De Klerk. Como hispano-alemán agradezco su mención de Bismarck y su larga lucha contra la Iglesia católica alemana (Kulturkampf) en la persona del político Windthorst. Y la de Maura y Canalejas que, al frente de sus partidos, intentaron regenerar España a principios del siglo pasado.
Esta reseña introduce - de modo obligado - una perspectiva foránea ya que llegué al país hace apenas un mes. Para mí, todos los encontronazos recogidos en el libro, con sus golpes y contragolpes, son igualmente novedosos y todavía no conozco otros más allá de los mencionados. Por esta razón aún no puedo entrar en la sin duda interesante discusión de si faltaron estos o sobraron aquellos enfrentamientos.
Los capítulos se dividen en secciones. Las seis más importantes; contexto, perfil de los contendientes, enfrentamiento, repercusiones y relevancia histórica aparecen en todos. Con ello se estructura el texto facilitando la comprensión.
El primer duelo, Rafael Carrera vs. Francisco Morazán, llamó mi atención como partidario de la integración regional. Precisamente la semana pasada el Embajador de Honduras en España colocaba una ofrenda floral en honor al natalicio del general Morazán para reconocer el significado de su visión para el futuro de Centroamérica.
En cuanto al segundo, Manuel Estrada Cabrera vs. monseñor José Piñol y Batres, no pude evitar considerarlo como una especie de "Kulturkampf a la guatemalteca". Salvando - como es obvio - todas las distancias pertinentes.
El de Jacobo Árbenz Guzmán vs. Carlos Castillo Armas también lleva a la reflexión. Durante el largo enfrentamiento de estos dos militares, Guatemala pasó de ser un país casi feudal para convertirse en peón de las potencias en la Guerra Fría.
Admito que el capítulo dedicado a Manuel Colom Argueta vs. Alejandro Maldonado Aguirre es el que más me costó aprehender. Debido quizá al número de organizaciones y siglas. Una relectura transmite la importancia de estos líderes y sus formaciones para la historia política del país.
Los dos últimos ofrecen por su cercanía en el tiempo un atractivo añadido. El de Dionisio Gutiérrez vs. Sandra Torres expone el creciente peso de los medios. El de Álvaro Arzú vs. Iván Velásquez trata del mandato (no prorrogado) de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala.
Para los que, como yo, no han leído los dos libros anteriores del autor Los debates políticos en Guatemala y Triunviratos la presente obra constituye un aliciente para hacerlo.
Ardón consigue despertar el interés del lector en la historia de Guatemala. Y lo hace como afirmo en el título, presentando una visión original a la vez que objetiva.
Roberto Ardón es abogado y notario. En su larga trayectoria profesional destaca su labor como Director Ejecutivo del CACIF. Se dispone a ocupar un puesto corporativo en el Banco Industrial.