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Historias Urbanas: A salir de paseo imaginario

Entre nosotros contamos con Edgar Solís, a quien recordamos por su etapa con el Módulo 5 (una de las primeras bandas de rock guatemaltecas) junto a sus estancias en los grupos Caoba, Contraste, la orquesta de Paco Gastby (seudónimo de Bob Porter) y Equinoccio.

El bajista Edgar Solís.
Invitado
28 de agosto, 2022
A salir de paseo imaginario. Literatura, música, historia y asuntos cotidianos, hallará en el blog dominical de José Vicente Solórzano Aguilar.

1) Si los guitarristas atraen la atención de inmediato, si los cantantes se encargan de arengar al público y los bateristas tienen sus minutos de lucimiento a la hora de ejecutar sus solos, es raro que los focos se dirijan a los bajistas. Y eso que son los encargados de mantener la circulación sanguínea dentro de la banda, proveen la base para que sus compañeros desplieguen sus trucos en escena y mantienen el edificio en pie a la hora de improvisar.

El bajista adquiere más presencia en géneros como el jazz y la fusión, teniendo protagonismo en los discos registrados a instrumento solo por el inglés Dave Holland (Emerald Tears) y el cubano Jorge Reyes (Pocito 11). Y entre nosotros contamos con Edgar Solís, a quien recordamos por su etapa con el Módulo 5 (una de las primeras bandas de rock guatemaltecas) junto a sus estancias en los grupos Caoba, Contraste, la orquesta de Paco Gastby (seudónimo de Bob Porter) y Equinoccio. A comienzos de 2021 emergió del encierro impuesto por la pandemia con su disco Paseo imaginario.

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2) Al principio, las canciones que suenan en la radio, los discos y las plataformas digitales nos sirven de telón de fondo para estudiar, hacer el oficio y apartarnos de las pláticas de los compañeros de oficina. No le ponemos pausa al aparato, ahí lo dejamos conectado cuando nos levantamos para traer más agua o salimos a abrir la puerta, previa inspección por la ventana, cuando alguien toca el timbre.

Con los años aprendemos que la música no se oye, se escucha: debemos concederle atención para apreciar sus matices, sus colores y sus transiciones. Entonces nos sentamos, apagamos las luces del cuarto, alzamos una muralla contra todos los ruidos que proceden de la calle y brotan dentro del hogar. Así se aprecian discos como el Paseo imaginario que Edgar Solís propone en ocho episodios. Demandan la participación del escucha. No hace falta que toque un instrumento o tenga nociones de teoría musical. Todo lo que debe hacer es captar las historias contadas por cada instrumentista.

Cada título («Mi ángel de luz», «Parque ecológico», «Azul profundo», «Partículas de energía») invita a liberar la imaginación y a meterse entre los senderos propuestos por el título. Se nota la cercanía de la naturaleza, obtenida a través de los efectos sonoros; el clima, que evoca el frío mientras se contempla el cielo nocturno, sin las interferencias causadas por el alumbrado público; y los estados de ánimo, que pueden ser diáfanos o cobrar intensidad según marche el humor del día. El bajo pulsado por Édgar Solís mantiene la voz líder sin llegar al monólogo: cede espacios a los músicos invitados a acompañarlo.

Así se asoman los aportes del guitarrista German Giordano; los bateristas Fernando Martín y Leonel Franco; los tecladistas Carlos Soto, Carlos Duarte y Luis Paiz. Sin proponérselo, reúne los últimos aportes en estudio del guitarrista Juan Chavarría «Tacuche» (fallecido el 2 de diciembre de 2020) y del trompetista Bob Porter (fallecido el 7 de enero de 2021). Todos se unen a la excursión por los parajes poblados de pinos, encinos y robles, con nubes en las alturas y piedras cubiertas de musgo en el suelo. El disco circula en formato físico; puede contactarse a su autor por Facebook.

Historias Urbanas: A salir de paseo imaginario

Entre nosotros contamos con Edgar Solís, a quien recordamos por su etapa con el Módulo 5 (una de las primeras bandas de rock guatemaltecas) junto a sus estancias en los grupos Caoba, Contraste, la orquesta de Paco Gastby (seudónimo de Bob Porter) y Equinoccio.

El bajista Edgar Solís.
Invitado
28 de agosto, 2022
A salir de paseo imaginario. Literatura, música, historia y asuntos cotidianos, hallará en el blog dominical de José Vicente Solórzano Aguilar.

1) Si los guitarristas atraen la atención de inmediato, si los cantantes se encargan de arengar al público y los bateristas tienen sus minutos de lucimiento a la hora de ejecutar sus solos, es raro que los focos se dirijan a los bajistas. Y eso que son los encargados de mantener la circulación sanguínea dentro de la banda, proveen la base para que sus compañeros desplieguen sus trucos en escena y mantienen el edificio en pie a la hora de improvisar.

El bajista adquiere más presencia en géneros como el jazz y la fusión, teniendo protagonismo en los discos registrados a instrumento solo por el inglés Dave Holland (Emerald Tears) y el cubano Jorge Reyes (Pocito 11). Y entre nosotros contamos con Edgar Solís, a quien recordamos por su etapa con el Módulo 5 (una de las primeras bandas de rock guatemaltecas) junto a sus estancias en los grupos Caoba, Contraste, la orquesta de Paco Gastby (seudónimo de Bob Porter) y Equinoccio. A comienzos de 2021 emergió del encierro impuesto por la pandemia con su disco Paseo imaginario.

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2) Al principio, las canciones que suenan en la radio, los discos y las plataformas digitales nos sirven de telón de fondo para estudiar, hacer el oficio y apartarnos de las pláticas de los compañeros de oficina. No le ponemos pausa al aparato, ahí lo dejamos conectado cuando nos levantamos para traer más agua o salimos a abrir la puerta, previa inspección por la ventana, cuando alguien toca el timbre.

Con los años aprendemos que la música no se oye, se escucha: debemos concederle atención para apreciar sus matices, sus colores y sus transiciones. Entonces nos sentamos, apagamos las luces del cuarto, alzamos una muralla contra todos los ruidos que proceden de la calle y brotan dentro del hogar. Así se aprecian discos como el Paseo imaginario que Edgar Solís propone en ocho episodios. Demandan la participación del escucha. No hace falta que toque un instrumento o tenga nociones de teoría musical. Todo lo que debe hacer es captar las historias contadas por cada instrumentista.

Cada título («Mi ángel de luz», «Parque ecológico», «Azul profundo», «Partículas de energía») invita a liberar la imaginación y a meterse entre los senderos propuestos por el título. Se nota la cercanía de la naturaleza, obtenida a través de los efectos sonoros; el clima, que evoca el frío mientras se contempla el cielo nocturno, sin las interferencias causadas por el alumbrado público; y los estados de ánimo, que pueden ser diáfanos o cobrar intensidad según marche el humor del día. El bajo pulsado por Édgar Solís mantiene la voz líder sin llegar al monólogo: cede espacios a los músicos invitados a acompañarlo.

Así se asoman los aportes del guitarrista German Giordano; los bateristas Fernando Martín y Leonel Franco; los tecladistas Carlos Soto, Carlos Duarte y Luis Paiz. Sin proponérselo, reúne los últimos aportes en estudio del guitarrista Juan Chavarría «Tacuche» (fallecido el 2 de diciembre de 2020) y del trompetista Bob Porter (fallecido el 7 de enero de 2021). Todos se unen a la excursión por los parajes poblados de pinos, encinos y robles, con nubes en las alturas y piedras cubiertas de musgo en el suelo. El disco circula en formato físico; puede contactarse a su autor por Facebook.