Las protestas en contra del presidente brasileño Michel Temer terminaron en violencia cuando la turba incendió los ministerios de Agricultura y el de Cultura.
El presidente brasileño Michel Temer autorizó este martes que las Fuerzas Armadas ocupen la capital, Brasilia, para contener las protestas que piden su dimisión y la convocatoria inmediata de elecciones.
El ministerio de Agricultura fue incendiado en la planta baja, pero el fuego fue extinguido poco después. Otros edificios oficiales sufrieron actos vandálicos de todo tipo. Poco después el Gobierno decretó la evacuación y cierre de todos los ministerios, según información de El Mundo.
La marcha que acabó con fuertes disturbios comenzó en realidad de forma pacífica, liderada por los principales sindicatos del país, como la Central Única de los Trabajadores (CUT) y Força Sindical, además de movimientos sociales de izquierda independientes.
“El acto iba a ser pacífico, pero degeneró en violencia, vandalismo y falta de respeto, agresiones al patrimonio público y amenazas a personas, muchas de ellas funcionarios que se encuentran aterrorizados (…) las tropas están llegando para asegurar que los edificios de los ministerios se mantengan intactos; es inaceptable el caos y el descontrol”, dijo el ministro de Defensa
Las protestas en contra del presidente brasileño Michel Temer terminaron en violencia cuando la turba incendió los ministerios de Agricultura y el de Cultura.
El presidente brasileño Michel Temer autorizó este martes que las Fuerzas Armadas ocupen la capital, Brasilia, para contener las protestas que piden su dimisión y la convocatoria inmediata de elecciones.
El ministerio de Agricultura fue incendiado en la planta baja, pero el fuego fue extinguido poco después. Otros edificios oficiales sufrieron actos vandálicos de todo tipo. Poco después el Gobierno decretó la evacuación y cierre de todos los ministerios, según información de El Mundo.
La marcha que acabó con fuertes disturbios comenzó en realidad de forma pacífica, liderada por los principales sindicatos del país, como la Central Única de los Trabajadores (CUT) y Força Sindical, además de movimientos sociales de izquierda independientes.
“El acto iba a ser pacífico, pero degeneró en violencia, vandalismo y falta de respeto, agresiones al patrimonio público y amenazas a personas, muchas de ellas funcionarios que se encuentran aterrorizados (…) las tropas están llegando para asegurar que los edificios de los ministerios se mantengan intactos; es inaceptable el caos y el descontrol”, dijo el ministro de Defensa