Cómo se vive la muerte de Pelé en Brasil, un ambiente de eterna gratitud a "lo mais grande do mundo"
En primera persona desde Río de Janeiro, las sensaciones de un pueblo que recuerda a un ídolo con agradecimiento y adoración.
Si se le pregunta a un brasileño sobre su jugador emblema, de inmediato responderá "Pelé es lo mais grande do mundo". Una frase similar a la que que acompaña a la hinchada del país cada vez que se disputa un mundial de fútbol, "Brasil es lo mais grande do mundo". No hay mucha diferencia entre un enunciado y otro; Pelé, con tres mundiales en su vitrina es sinónimo de fútbol, el dueño de una marca hasta ahora imposible de igualar.
Probablemente O Rei, como también se le conoce, marcó una época en el planeta del fútbol y del deporte. Para Brasil significa más que eso, cambió la historia de un país. Desde el día en que se supo la muerte de la leyenda del deporte, su pueblo natal entró en luto y mensajes de gratitud eterna se empezaron a reproducir por todo Brasil. En pocas horas el mundo entero se contagió y millones de personas recordaron el legado de O Rei, el futbolista que colocó a Brasil y al deporte en el panorama mundial.
Antes de su aparición en la escena, Brasil era un país poco conocido; una nación sin mayores triunfos. Los ecos del recordado maracanazo todavía resonaban cuando un joven Pelé de 17 años deslumbró al mundo y ganó su primer mundial.
Hay un antes y después de O Rei, Con la selección brasileña, el delantero se coronó campeón en los mundiales de 1958 (Suecia), 1962 (Chile) y 1970 (México). En partidos internacionales jugados con Brasil, la superioridad de Pelé es indiscutible: el brasileño jugó 91 partidos y anotó 77 goles.
El legado de Pelé
Pelé también fue embajador de las Naciones Unidas durante más de dos décadas y estuvo al frente de innumerables organizaciones benéficas y de impacto social. Un personaje mesurado que siempre buscaba las palabras correctas para dar su opinión acerca de un tema, político o deportivo; alguien a quien todos querían escuchar.
Pregonar el amor y la gratitud fue su marca personal, se mantuvo así hasta el final de sus días. Pelé recorrió el planeta promoviendo el deporte, inculcando valores, contando su historia de vida. Son muy pocos los futbolistas de talla mundial que no llegaron a conocerlo y a tener alguna pequeña charla con la leyenda, con el rey del fútbol.
El último discurso de O rei como jugador en una cancha, define en gran medida lo que era y lo que fue para el deporte y para todo un país. “Creo que el amor es lo más importante que tú y yo podremos ofrecer uno al otro. Todo lo demás se va un día. Por eso os pido que repitáis conmigo tres veces ‘amor, amor y amor’. Muito obrigado”.
Cómo se vive la muerte de Pelé en Brasil, un ambiente de eterna gratitud a "lo mais grande do mundo"
En primera persona desde Río de Janeiro, las sensaciones de un pueblo que recuerda a un ídolo con agradecimiento y adoración.
Si se le pregunta a un brasileño sobre su jugador emblema, de inmediato responderá "Pelé es lo mais grande do mundo". Una frase similar a la que que acompaña a la hinchada del país cada vez que se disputa un mundial de fútbol, "Brasil es lo mais grande do mundo". No hay mucha diferencia entre un enunciado y otro; Pelé, con tres mundiales en su vitrina es sinónimo de fútbol, el dueño de una marca hasta ahora imposible de igualar.
Probablemente O Rei, como también se le conoce, marcó una época en el planeta del fútbol y del deporte. Para Brasil significa más que eso, cambió la historia de un país. Desde el día en que se supo la muerte de la leyenda del deporte, su pueblo natal entró en luto y mensajes de gratitud eterna se empezaron a reproducir por todo Brasil. En pocas horas el mundo entero se contagió y millones de personas recordaron el legado de O Rei, el futbolista que colocó a Brasil y al deporte en el panorama mundial.
Antes de su aparición en la escena, Brasil era un país poco conocido; una nación sin mayores triunfos. Los ecos del recordado maracanazo todavía resonaban cuando un joven Pelé de 17 años deslumbró al mundo y ganó su primer mundial.
Hay un antes y después de O Rei, Con la selección brasileña, el delantero se coronó campeón en los mundiales de 1958 (Suecia), 1962 (Chile) y 1970 (México). En partidos internacionales jugados con Brasil, la superioridad de Pelé es indiscutible: el brasileño jugó 91 partidos y anotó 77 goles.
El legado de Pelé
Pelé también fue embajador de las Naciones Unidas durante más de dos décadas y estuvo al frente de innumerables organizaciones benéficas y de impacto social. Un personaje mesurado que siempre buscaba las palabras correctas para dar su opinión acerca de un tema, político o deportivo; alguien a quien todos querían escuchar.
Pregonar el amor y la gratitud fue su marca personal, se mantuvo así hasta el final de sus días. Pelé recorrió el planeta promoviendo el deporte, inculcando valores, contando su historia de vida. Son muy pocos los futbolistas de talla mundial que no llegaron a conocerlo y a tener alguna pequeña charla con la leyenda, con el rey del fútbol.
El último discurso de O rei como jugador en una cancha, define en gran medida lo que era y lo que fue para el deporte y para todo un país. “Creo que el amor es lo más importante que tú y yo podremos ofrecer uno al otro. Todo lo demás se va un día. Por eso os pido que repitáis conmigo tres veces ‘amor, amor y amor’. Muito obrigado”.