El gobierno de Cuba ha tomado medidas significativas para enfrentar la crisis económica que azota al país desde hace tres años. Con el objetivo de revitalizar la economía y reducir el déficit público, Cuba no solo ha solicitado asistencia al programa mundial de alimentos de las Naciones Unidas (ONU) sino que también ha anunciado un incremento considerable en los precios de los combustibles y otros servicios básicos.

Es noticia. El 28 de febrero se convirtió en un día histórico para Cuba al realizar, por primera vez, una solicitud formal al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, pidiendo específicamente apoyo para asegurar la entrega mensual de leche a niñas y niños menores de siete años en todo el país.

• Esta petición se hace eco de la urgente necesidad de mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de la población, en medio de una crisis que ha golpeado duramente a la isla. A finales del año pasado, el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de Cuba ya había hecho este llamado a la sede del PMA en Roma, culminando en febrero de 2024 con la entrega de 144 toneladas métricas de leche en polvo, beneficiando a casi 48.000 niños en áreas críticas como Pinar del Río y La Habana.
• Paralelamente, el gobierno anunció ajustes económicos que incluye un aumento del 400 % en los precios de los combustibles, así como incrementos en las tarifas de agua, electricidad y transporte interprovincial.
• Esta serie de medidas, que había sido pospuesta desde el pasado 1 de febrero, busca no solo reactivar la economía, sino también abordar el problema del déficit público. Sin embargo, la subida de los precios de la gasolina, que pasará de USD 0,21 a USD 1,1 por litro para personas naturales, representa un desafío significativo para la población, cuyo salario promedio apenas supera los 35, dólares estadounidenses, haciendo difícil el afrontar el nuevo costo de llenar un tanque de 40 litros.