Panorama general. El presidente argentino, Javier Milei, pronunció un enérgico discurso en el Foro Económico Mundial de Davos, donde alertó sobre el peligro que representa el socialismo para Occidente.

Lo que se debe saber. En su intervención, Milei afirmó que la justicia social es intrínsecamente injusta y cuestionó el papel del feminismo, al que describió como una intervención estatal que entorpece la economía.

• “Occidente está en peligro”, proclamó Milei ante la audiencia internacional reunida en la estación alpina suiza.
• El mandatario argentino argumentó que aquellos que deberían defender los valores occidentales se han dejado llevar por una visión del mundo que inevitablemente conduce al socialismo y, como consecuencia, a la pobreza.
• En su discurso, Milei también criticó a la casta política que busca mantener sus privilegios y destacó que el feminismo radical no ha aportado nada a la sociedad, ya que ha dado como resultado una mayor intervención del Estado y la creación de empleo para burócratas. Además, abordó la controvertida cuestión del aborto.

Qué destacar. El líder argentino instó a la audiencia a no dejarse intimidar por la casta política y a reconocer a los empresarios como benefactores sociales y héroes que contribuyen al período de prosperidad que se está viviendo.

• El Foro Económico Mundial de Davos fue la plataforma internacional que utilizó Milei para presentar sus ideas libertarias, conocidas en Argentina pero nuevas para la élite política y empresarial mundial.
• Durante su participación, Milei también se reunió con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y con el secretario de Exteriores británico, David Cameron, calificando ambos encuentros como excelentes. Argentina debe 44 mil millones de dólares al FMI, y el presidente Milei ha eliminado algunos controles de precios como parte de su política económica.
• En cuanto a la cuestión de las islas Malvinas, Milei y el canciller británico abordaron la posibilidad de profundizar los vínculos comerciales y pusieron el tema en la agenda, a pesar de las diferencias de opinión sobre la soberanía de las islas en el Atlántico Sur.