Vistiendo un traje sastre descendió de un vuelo comercial Alfonso Portillo Cabrera. El expresidente confeso arribó en el Aeropuerto Internacional La Aurora a las 20:30 horas procedente de Denver, Colorado, Estados Unidos, donde se ubica la Correccional Federal Englewood en la cual estuvo tras las rejas por el delito de conspiración para el lavado de dinero, luego de haber aceptado US$2.5 millones en soborno por el Gobierno de Taiwán.
El 23 de mayo de 2014 el Juzgado Federal del Distrito Sur de Nueva York condenó a Alfonso Portillo Cabrera a 5 años y 10 meses de prisión por aceptar el soborno de la isla. Sin embargo, a esa sentencia se le restó 52 meses de cárcel en Guatemala, menos 200 días por buena conducta, por lo que el exmandatario recuperó su libertad 9 meses después de ser condenado en Estados Unidos.
Analistas opinan que es una vergüenza para el país que se pretenda recibir como un héroe a un personaje como Alfonso Portillo Cabrera, por ser una persona que se declaró culpable de un delito que cometió apropiándose de una donación que era para el pueblo de Guatemala.
Debido a que Portillo Cabrera llega a Guatemala casi dos meses antes de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) convoque a elecciones para los próximos comicios, se ha despertado suspicacias sobre si apoyará a algún partido político; sin embargo, el expresidente, originario de Zacapa, dijo en la conferencia de prensa: “Quiero que quede claro que no me anima ningún “hueso” de elección popular.” Pero se escuchó contradictorio su discurso al expresar que no es que no quiera participar en un cargo de elección popular sino que no es ese su propósito al regresar a Guatemala.
Por aparte, algunos analistas consideran que Alfonso Portillo podría enfrentar de nuevo a la justicia guatemalteca pues llega sin inmunidad y nada prescrito, pero dependerá del accionar del Ministerio Público (MP) y la creatividad del ente investigador para poderlo procesar de nuevo por actos de corrupción durante su administración en el Ejecutivo.
Alfonso Portillo Cabrera es el primer exmandatario guatemalteco en ser confeso y recibir una sentencia por el delito de lavado de dinero.
Vistiendo un traje sastre descendió de un vuelo comercial Alfonso Portillo Cabrera. El expresidente confeso arribó en el Aeropuerto Internacional La Aurora a las 20:30 horas procedente de Denver, Colorado, Estados Unidos, donde se ubica la Correccional Federal Englewood en la cual estuvo tras las rejas por el delito de conspiración para el lavado de dinero, luego de haber aceptado US$2.5 millones en soborno por el Gobierno de Taiwán.
El 23 de mayo de 2014 el Juzgado Federal del Distrito Sur de Nueva York condenó a Alfonso Portillo Cabrera a 5 años y 10 meses de prisión por aceptar el soborno de la isla. Sin embargo, a esa sentencia se le restó 52 meses de cárcel en Guatemala, menos 200 días por buena conducta, por lo que el exmandatario recuperó su libertad 9 meses después de ser condenado en Estados Unidos.
Analistas opinan que es una vergüenza para el país que se pretenda recibir como un héroe a un personaje como Alfonso Portillo Cabrera, por ser una persona que se declaró culpable de un delito que cometió apropiándose de una donación que era para el pueblo de Guatemala.
Debido a que Portillo Cabrera llega a Guatemala casi dos meses antes de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) convoque a elecciones para los próximos comicios, se ha despertado suspicacias sobre si apoyará a algún partido político; sin embargo, el expresidente, originario de Zacapa, dijo en la conferencia de prensa: “Quiero que quede claro que no me anima ningún “hueso” de elección popular.” Pero se escuchó contradictorio su discurso al expresar que no es que no quiera participar en un cargo de elección popular sino que no es ese su propósito al regresar a Guatemala.
Por aparte, algunos analistas consideran que Alfonso Portillo podría enfrentar de nuevo a la justicia guatemalteca pues llega sin inmunidad y nada prescrito, pero dependerá del accionar del Ministerio Público (MP) y la creatividad del ente investigador para poderlo procesar de nuevo por actos de corrupción durante su administración en el Ejecutivo.
Alfonso Portillo Cabrera es el primer exmandatario guatemalteco en ser confeso y recibir una sentencia por el delito de lavado de dinero.