Para el presidente Jimmy Morales, los avances están a la vista con la llegada de donaciones al país, el incremento de la recaudación tributaria, la reducción de la cantidad de homicidios y con la actitud de los guatemaltecos, eso sí, en una entrevista reciente con República.gt expone que considera que no tuvo “luna de miel”.
Ese término se aplica a los primeros meses de una administración gubernamental y es un lapso en donde aún no surgen críticas hacia los gobernantes. Un análisis del Centro para el Análisis de las Decisiones Públicas de la Universidad Francisco Marroquín (UFM) lo describe de esta manera: “se refiere a los primeros meses de gobierno donde se pueden y deben hacer los cambios ofrecidos durante la campaña o los que se deseen hacer, que se sabe, pueden generar resistencia”.
En el análisis se explica que algunos temas urgentes: en todos los ministerios debe hacerse un inventario de empleados, sueldos y actividades de cada puesto, y es el momento para reducir personal superfluo en la planilla.
Las implicaciones
Roberto Ardón, director ejecutivo del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) explicó que una de las circunstancias de la llegada de Morales al poder es que asumió sin bancada.
“Eso le da una nota de vulnerabilidad, lo segundo son los intereses creados que van desde los grupos que querían suspender elecciones hasta los que lucran de la zozobra y la inestabilidad”, afirmó.
El tercer factor sería el umbral de tolerancia que disminuyó en el país tras la corrupción que se destapó durante 2015. “Cualquier cosa que se vería como una típica cuestión de acoplamiento político, aquí se magnifica grandemente”, destacó.
Ardón propone consenso y acuerdo entre las élites del país para construir con lo que se tiene y afirma que sería irresponsable “jugar a escenarios inciertos”. “Acá lo que toca y procede es un proceso de acuerdos importantes. Le tomará un tiempo el proceso de acoplamiento, ver cómo funciona la vida política del país”, expuso.
Para el analista Phillip Chicola, pareciera que lo interesante del primer mes de gobierno fue observar cómo Mario Taracena le robó la iniciativa a Morales al continuar el proceso de “sacudir la corrupción” al hacer públicas las planillas de ese organismo y que el eje de la cuestión política es legislar, no precisamente lo que hace el presidente y el Ejecutivo.
“Hay acciones muy cuestionadas como la donación de medicamentos, los nombramientos en el Ministerio de Comunicaciones (CIV) y ahora sufre un desgaste innecesario con la incorporación de tránsfugas y su relación tensa con los medios en dos apariciones públicas”, indicó.
Respecto a las diferencias entre los primeros meses del expresidente Otto Pérez Molina y Morales, Chicola comentó que este tuvo unos seis meses de “luna de miel”, pero empezó a generar anticuerpos cuando habló de una reforma constitucional pero antes hubo mucha propuesta del Gobierno cuando habló de la despenalización de las drogas, el Pacto Hambre Cero y la Reforma Fiscal.
La diferencia a hora es sobre propuestas de acción, porque antes la agenda la dictaba el Ejecutivo y ahora es el Congreso, mientras que la ciudadanía está más informada y en general, el guatemalteco se muestra más intolerante ante la falta de resultados y acciones que perciba como no probas.
Para el presidente Jimmy Morales, los avances están a la vista con la llegada de donaciones al país, el incremento de la recaudación tributaria, la reducción de la cantidad de homicidios y con la actitud de los guatemaltecos, eso sí, en una entrevista reciente con República.gt expone que considera que no tuvo “luna de miel”.
Ese término se aplica a los primeros meses de una administración gubernamental y es un lapso en donde aún no surgen críticas hacia los gobernantes. Un análisis del Centro para el Análisis de las Decisiones Públicas de la Universidad Francisco Marroquín (UFM) lo describe de esta manera: “se refiere a los primeros meses de gobierno donde se pueden y deben hacer los cambios ofrecidos durante la campaña o los que se deseen hacer, que se sabe, pueden generar resistencia”.
En el análisis se explica que algunos temas urgentes: en todos los ministerios debe hacerse un inventario de empleados, sueldos y actividades de cada puesto, y es el momento para reducir personal superfluo en la planilla.
Las implicaciones
Roberto Ardón, director ejecutivo del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) explicó que una de las circunstancias de la llegada de Morales al poder es que asumió sin bancada.
“Eso le da una nota de vulnerabilidad, lo segundo son los intereses creados que van desde los grupos que querían suspender elecciones hasta los que lucran de la zozobra y la inestabilidad”, afirmó.
El tercer factor sería el umbral de tolerancia que disminuyó en el país tras la corrupción que se destapó durante 2015. “Cualquier cosa que se vería como una típica cuestión de acoplamiento político, aquí se magnifica grandemente”, destacó.
Ardón propone consenso y acuerdo entre las élites del país para construir con lo que se tiene y afirma que sería irresponsable “jugar a escenarios inciertos”. “Acá lo que toca y procede es un proceso de acuerdos importantes. Le tomará un tiempo el proceso de acoplamiento, ver cómo funciona la vida política del país”, expuso.
Para el analista Phillip Chicola, pareciera que lo interesante del primer mes de gobierno fue observar cómo Mario Taracena le robó la iniciativa a Morales al continuar el proceso de “sacudir la corrupción” al hacer públicas las planillas de ese organismo y que el eje de la cuestión política es legislar, no precisamente lo que hace el presidente y el Ejecutivo.
“Hay acciones muy cuestionadas como la donación de medicamentos, los nombramientos en el Ministerio de Comunicaciones (CIV) y ahora sufre un desgaste innecesario con la incorporación de tránsfugas y su relación tensa con los medios en dos apariciones públicas”, indicó.
Respecto a las diferencias entre los primeros meses del expresidente Otto Pérez Molina y Morales, Chicola comentó que este tuvo unos seis meses de “luna de miel”, pero empezó a generar anticuerpos cuando habló de una reforma constitucional pero antes hubo mucha propuesta del Gobierno cuando habló de la despenalización de las drogas, el Pacto Hambre Cero y la Reforma Fiscal.
La diferencia a hora es sobre propuestas de acción, porque antes la agenda la dictaba el Ejecutivo y ahora es el Congreso, mientras que la ciudadanía está más informada y en general, el guatemalteco se muestra más intolerante ante la falta de resultados y acciones que perciba como no probas.