El mundo ha cambiado y las redes sociales se han convertido en un medio importante para la lucha política. Las ansias de poder se miden por clics en plataformas como TikTok o Instagram. 

• Una publicación en una red social puede construir o destruir una imagen política. Por ello, los funcionarios han empezado a incursionar en esas plataformas. 
• A diferencia de la prensa, radio o televisión, en las redes sociales el alcance es inmediato y genera impacto. En ese sentido, lo peligroso es que mucho de lo transmitido sea verídico. 

En perspectiva. En Guatemala –como en el mundo– los políticos buscan el apoyo de influencers. Es decir, “celebridades” de Internet que se han popularizado entre los usuarios debido a su contenido. 

• Además, los influencers buscan abarcar el terreno político, como sucedió en la investidura del presidente Bernardo Arévalo, donde asistieron varios de ellos.
• Según el titular de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Haroldo Sánchez, “desde esa dependencia hay un respeto absoluto por la libertad de expresión, así como por la libertad de prensa”.
• “No tenemos una directriz de invitar o vetar a los influencers. Acá se hacen invitaciones para periodistas, medios de comunicación tradicionales, alternativos y comunitarios”, comentó Sánchez, quien además reiteró que este "es un Gobierno de puertas abiertas". 

Qué destacar. Por otro lado, Sánchez aclaró que ningún ministro, secretario o funcionario del Ejecutivo, "gasta o gastará un solo centavo en buscar propaganda gratis (...) nadie está pagando influencers, el gobierno no lo necesita”, aseveró. Solo que gastar y “propaganda gratis” son mutuamente excluyentes.

• Además, dijo que para darle cobertura al presidente Arévalo, la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia decidió contar con un registro de los periodistas y medios de comunicación, con el fin de evitar el ingreso de cualquier persona ajena a la fuente de información. 

Voces. Según el abogado y licenciado en Ciencias de la Comunicación Social, Antonio Melgar, la comunicación evolucionó. Ahora, la diferencia que existe entre un periodista comunicador y un influencer, radica en la formación. 

• “La formación de un periodista y de un comunicador es diferente a la de un influencer. Entendiendo que algunos no cuentan con una preparación académica” específica, indicó Melgar. 
• “Un influencer es alguien que tiene conocimiento sobre un tema en específico y, con base en ello, genera una opinión. Mientras que un periodista o comunicador cuenta con estudios que le permiten abarcar temas más a profundidad”, explicó. 

Cómo funciona. En el ámbito de la política, las redes sociales y los influencers han sido de utilidad para fines políticos; un mensaje en una red social puede llegar a muchos usuarios. “Si un político dice algo o alguien dice algo de ese político, eso va a repercutir de forma inmediata en términos de posicionamiento”: 

• La Ley de Emisión de Pensamiento dice en su artículo 5 que: “La libertad de información es irrestricta y los periodistas tendrán acceso a todas las fuentes de información. En lo relativo a los actos de la administración pública, se estará sujeto a lo preceptuado en el artículo 75 de la Constitución".

En conclusión. La actividad de los influencers es inevitable, pero lo que llama la atención en el caso del actual gobierno es que la gran mayoría –si no todos– lo hacen favoreciendo a la administración y sus funcionarios.

• Es por ello por lo que se les ha visto en los diferentes actos del gobierno de Arévalo. Desde la presentación del gabinete, pasando por la toma de posesión y conferencias de prensa; siempre tienen un lugar reservado.

• Algunos cuentan con apoyo de otras personas –van en equipo– para grabar sus mensajes y difundirlos en sus redes sociales. A pesar de que el gobierno sostenga que no hay presupuesto destinado para ellos, se mantiene la duda sobre la fuente de financiamiento para su trabajo de difusión.