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Prospectiva de política exterior (II): la relación de Arévalo con EE.UU. y sus futuros problemas

Ilustración por Gabo®
Rafael Párraga
25 de octubre, 2023

EE.UU. sigue siendo el aliado más importante para Guatemala en materia de relaciones exteriores. Los cambios de gobierno, no obstante, siempre suponen incertidumbre en el mundo diplomático.  

 

Panorama general. Con el surgimiento de China como potencia en Centroamérica, EE. UU. ha ido perdiendo influencia, a pesar de seguir siendo el poder hegemónico. El caso de El Salvador —aliado histórico de EE. UU.—, cuya relación se ha visto deteriorada bajo la presidencia de Bukele, hace sonar las alarmas en Washington con cada cambio de gobierno en la región. 

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  • Guatemala y EE.UU. han tenido momentos tensos en sus relaciones diplomáticas, como sucede cuando un país –sobre todo de la región– no acata las directrices desde el norte. Sin embargo, parecería que las relaciones serán estrechas, por lo menos durante la administración demócrata.  
     

  • Evidencia de esa eventual tirantez, es que el subsecretario de estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., Brian A. Nichols, en su visita a Guatemala se reunirá con el presidente electo y no con el presidente Giammattei.  
     

Entre líneas. Arévalo, desde haber sido confirmado como presidente electo, ha tenido varios acercamientos con funcionarios del gobierno estadounidense, entre ellos, el subsecretario de estado de Administración y Recursos, Richard Verma; el secretario de estado, Antony Blinken; la administradora de USAID, Samantha Power, y esta semana con Nichols. 

 

  • Todas las reuniones han mantenido una tónica de apoyo hacia el presidente electo en el turbulento proceso de transición, demostrando la disposición de parte de la actual administración en mantener una relación estrecha con Arévalo.  
     

  • Esto forma parte de la agenda norteamericana de respeto y promoción de la democracia, sin embargo, su política exterior ha demostrado tomar pocas acciones contundentes a aquellos que la infringen, como en el caso de El Salvador.  
     

Es la inmigración. EE. UU. atraviesa la peor crisis migratoria de su historia, disparada desde la apertura post COVID-19 y en tendencia al alza, con encuentros fronterizos récord en los meses de agosto y septiembre de este año. La gran prioridad del gobierno, con respecto a Latinoamérica, es frenar el desborde migratorio, algo que no parece ser importante para la administración de Arévalo.  

 

  • El plan de gobierno de Semilla no aborda, de manera alguna, propuestas para frenar la emigración de guatemaltecos hacia EE.UU. Al contrario, se enfoca únicamente en mejorar la situación de los guatemaltecos que viven en el exterior.  
     

  • El plan cita: “La migración puede ser fuente de desarrollo, como lo refleja la enorme contribución de la diáspora guatemalteca al bienestar de sus familias y del país”. El mismo se enfoca en mejorar la situación de los migrantes para generar más ingresos a través de las remesas. 

 

  • De igual manera, Arévalo ha declarado abiertamente: “Tenemos a una quinta parte de los guatemaltecos viviendo en Estados Unidos, una población a la que queremos proteger".  

 

Por qué importa. Las posturas del próximo gobierno guatemalteco no se alinean con los intereses del gobierno de EE. UU., que ha intentado frenar la inmigración de guatemaltecos hacia su país con esfuerzos como la visita de la vicepresidenta, Kamala Harris, en 2021. Esta divergencia de objetivos será una importante fuente de tensión a partir del 14 de enero.  

 

  • Mientras que la administración de Joe Biden se ha mostrado amistosa con el gobierno electo, EE. UU. tendrá elecciones presidenciales en noviembre de 2024, dónde se prevé una carrera cerrada entre Biden y el expresidente Trump.  

 

  • Una posible victoria republicana supondría un cambio radical en la relación, debido a la nula prioridad que Arévalo le otorga a frenar la migración. Trump pretende endurecer las políticas actuales e implementar nuevas como abolir el derecho de ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes ilegales. 
     

  • Los demócratas abordan el tema desde una perspectiva más discreta, aunque aparenta ser una prioridad para ellos también, por lo que no se descarta que exista presión de parte de una hipotética segunda administración de Biden hacia el gobierno de Arévalo.  

 

El balance. La relación entre Arévalo y EE. UU., se mantiene cordial en su calidad de presidente electo, sin embargo, es probable que cambie a partir del 14 de enero y, en especial, a partir de 2025. El fuerte apoyo de la administración de Biden al proceso de transición en Guatemala podría interpretarse como una muestra de buena voluntad de cara a un futuro intercambio de favores en materia migratoria.  
 

  • EE. UU. no puede permitir que Guatemala se convierta en un El Salvador, dónde su presidente ha descuidado la prevención de la migración de salvadoreños, además de haber abierto las puertas del país como punto de pasaje para migrantes asiáticos con destino al norte.  
     

  • Si la postura del gobierno de Semilla en cuanto al tema migratorio se mantiene, la cordial relación actual con EE. UU. se tornará tensa después de su primer año de gobierno. 

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Prospectiva de política exterior (II): la relación de Arévalo con EE.UU. y sus futuros problemas

Ilustración por Gabo®
Rafael Párraga
25 de octubre, 2023

EE.UU. sigue siendo el aliado más importante para Guatemala en materia de relaciones exteriores. Los cambios de gobierno, no obstante, siempre suponen incertidumbre en el mundo diplomático.  

 

Panorama general. Con el surgimiento de China como potencia en Centroamérica, EE. UU. ha ido perdiendo influencia, a pesar de seguir siendo el poder hegemónico. El caso de El Salvador —aliado histórico de EE. UU.—, cuya relación se ha visto deteriorada bajo la presidencia de Bukele, hace sonar las alarmas en Washington con cada cambio de gobierno en la región. 

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  • Guatemala y EE.UU. han tenido momentos tensos en sus relaciones diplomáticas, como sucede cuando un país –sobre todo de la región– no acata las directrices desde el norte. Sin embargo, parecería que las relaciones serán estrechas, por lo menos durante la administración demócrata.  
     

  • Evidencia de esa eventual tirantez, es que el subsecretario de estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., Brian A. Nichols, en su visita a Guatemala se reunirá con el presidente electo y no con el presidente Giammattei.  
     

Entre líneas. Arévalo, desde haber sido confirmado como presidente electo, ha tenido varios acercamientos con funcionarios del gobierno estadounidense, entre ellos, el subsecretario de estado de Administración y Recursos, Richard Verma; el secretario de estado, Antony Blinken; la administradora de USAID, Samantha Power, y esta semana con Nichols. 

 

  • Todas las reuniones han mantenido una tónica de apoyo hacia el presidente electo en el turbulento proceso de transición, demostrando la disposición de parte de la actual administración en mantener una relación estrecha con Arévalo.  
     

  • Esto forma parte de la agenda norteamericana de respeto y promoción de la democracia, sin embargo, su política exterior ha demostrado tomar pocas acciones contundentes a aquellos que la infringen, como en el caso de El Salvador.  
     

Es la inmigración. EE. UU. atraviesa la peor crisis migratoria de su historia, disparada desde la apertura post COVID-19 y en tendencia al alza, con encuentros fronterizos récord en los meses de agosto y septiembre de este año. La gran prioridad del gobierno, con respecto a Latinoamérica, es frenar el desborde migratorio, algo que no parece ser importante para la administración de Arévalo.  

 

  • El plan de gobierno de Semilla no aborda, de manera alguna, propuestas para frenar la emigración de guatemaltecos hacia EE.UU. Al contrario, se enfoca únicamente en mejorar la situación de los guatemaltecos que viven en el exterior.  
     

  • El plan cita: “La migración puede ser fuente de desarrollo, como lo refleja la enorme contribución de la diáspora guatemalteca al bienestar de sus familias y del país”. El mismo se enfoca en mejorar la situación de los migrantes para generar más ingresos a través de las remesas. 

 

  • De igual manera, Arévalo ha declarado abiertamente: “Tenemos a una quinta parte de los guatemaltecos viviendo en Estados Unidos, una población a la que queremos proteger".  

 

Por qué importa. Las posturas del próximo gobierno guatemalteco no se alinean con los intereses del gobierno de EE. UU., que ha intentado frenar la inmigración de guatemaltecos hacia su país con esfuerzos como la visita de la vicepresidenta, Kamala Harris, en 2021. Esta divergencia de objetivos será una importante fuente de tensión a partir del 14 de enero.  

 

  • Mientras que la administración de Joe Biden se ha mostrado amistosa con el gobierno electo, EE. UU. tendrá elecciones presidenciales en noviembre de 2024, dónde se prevé una carrera cerrada entre Biden y el expresidente Trump.  

 

  • Una posible victoria republicana supondría un cambio radical en la relación, debido a la nula prioridad que Arévalo le otorga a frenar la migración. Trump pretende endurecer las políticas actuales e implementar nuevas como abolir el derecho de ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes ilegales. 
     

  • Los demócratas abordan el tema desde una perspectiva más discreta, aunque aparenta ser una prioridad para ellos también, por lo que no se descarta que exista presión de parte de una hipotética segunda administración de Biden hacia el gobierno de Arévalo.  

 

El balance. La relación entre Arévalo y EE. UU., se mantiene cordial en su calidad de presidente electo, sin embargo, es probable que cambie a partir del 14 de enero y, en especial, a partir de 2025. El fuerte apoyo de la administración de Biden al proceso de transición en Guatemala podría interpretarse como una muestra de buena voluntad de cara a un futuro intercambio de favores en materia migratoria.  
 

  • EE. UU. no puede permitir que Guatemala se convierta en un El Salvador, dónde su presidente ha descuidado la prevención de la migración de salvadoreños, además de haber abierto las puertas del país como punto de pasaje para migrantes asiáticos con destino al norte.  
     

  • Si la postura del gobierno de Semilla en cuanto al tema migratorio se mantiene, la cordial relación actual con EE. UU. se tornará tensa después de su primer año de gobierno.