El Instituto Nacional de Electrificación (INDE) aprobó este año dos contratos por más de Q300 millones que dejan algunas dudas sobre el procedimiento y la forma en que fueron adjudicados. Se trata de la instalación de un parque fotovoltaico en Escuintla y la ampliación y repotenciación de la hidroeléctrica Santa María, en Quetzaltenango.

Datos (I). El 18 de mayo el Consejo Directivo del INDE aprobó el primer proyecto bajo la justificación de diversificar la matriz de generación eléctrica.

• El contrato, llamado “Construcción de sistemas fotovoltaicos Guacalate, Escuintla”, fue suscrito por un valor de Q116 millones 997,761. La adjudicación fue a la empresa identificada como Constructora Ochoa López, propiedad de Samuel Porfirio Ochoa de León.
   
• Con esta adjudicación, la constructora logró su mejor negocio desde 2013, cuando empezaron sus contrataciones con el Estado.
   
• Durante estos años, el mayor monto lo facturó en 2022, cuando sumó ingresos totales por Q60 millones. La mitad de esa cantidad, Q30 millones, provino de otro proyecto con el INDE, llamado “Construcción de redes y líneas eléctricas de distribución en media y baja tensión…”

Datos (II). El 29 de junio fue aprobado el otro proyecto que también despierta dudas por la forma en que lo avaló el Consejo Directivo del INDE.

• La obra “Ampliación Centrales Hidroeléctricas Repotenciación Planta Hidroeléctrica Santa María” fue adjudicada por un monto de Q196 millones 143,307.25 a la empresa Alfa Constructores, representada por Oscar Augusto Hidalgo Ponce.
   
• Este monto es superior a todo lo contratado por esta empresa con el Estado. De hecho, la mayor cantidad de recursos que recibió con anterioridad también fue del INDE, por el proyecto “Suministro, montaje y puesta en operación de un transformador de potencia para la planta hidroeléctrica Palín II”.
   
• La adjudicación de Palín II se concretó el 7 de junio por un monto de Q9 millones 890,000.

Entre líneas. Ambos proyectos generan dudas. En el primero, de Escuintla, los representantes de las cámaras empresariales se opusieron y el presidente del CACIF, Ignacio Lejarraga, lo calificó de “poco transparente”. Para la aprobación del segundo proyecto, de la hidroeléctrica Santa María, los delegados del sector privado se ausentaron.

• La información para la aprobación del proyecto de paneles solares de Escuintla se envió con poco tiempo a los representantes de las cámaras empresariales. La adjudicación fue legal, pero no transparente, dijo en su momento Lejarraga.
   
• Además, el delegado del sector privado, el único que objetó el contrato, dijo en la sesión que no apoyaba el primer proyecto por dos razones: su costo era elevado y la empresa seleccionada no tenía la experiencia para este tipo de obras.
   
• En el segundo proyecto, la hidroeléctrica de Santa María, los delegados de las cámaras empresariales no se presentaron a la sesión. Según el CACIF, “los representantes titular y suplente se ausentaron en la fecha indicada debido a compromisos profesionales de ambos”.

Qué destacar. A la sesión del 29 de junio tampoco asistieron el titular y suplente del Ministerio de Energía y Minas, Alberto Pimentel y Manuel Arita Sagastume, así como el titular del Ministerio de Economía, Janio Rosales Alegría. Ocho días después, Pimentel y Rosales renunciaron a sus cargos.

• Al cierre de la edición, el INDE no había respondido las preguntas planteadas para conocer su punto de vista sobre estos hechos.