La defensa del exguerrillero Felipe Fermín Solano Barillas, alias ‘Teniente David’, es que estaba fuera del país cuando ocurrió la masacre de los 22 campesinos de la aldea El Aguacate, San Andrés Itzapa, Chimaltenango, entre el 22 y 25 de noviembre de 1988. Sin embargo, el Ministerio Público (MP) solicita que el acusado purgue una condena de más de 600 años de prisión, sindicado de dirigir el múltiple asesinato. El sindicado se declara inocente de los cargos en su contra.

Ayer, en el Tribunal de Sentencia Penal de Chimaltenango, dio inicio la fase de conclusiones del juicio contra Solano Barillas; está previsto que este viernes en horas de la tarde, el exguerrillero escuche el dictamen del juez.

El juicio contra el exguerrillero Fermín Solano, alias Teniente David, inició el 27 de febrero pasado. En las audiencias realizadas a partir de esa fecha han brindado su declaración varios testigos; entre ellos, un testigo protegido presentado por el Ministerio Público (MP), viudas y familiares de víctimas y el exdiputado al Congreso, y ahora asesor del Ministerio de Gobernación, Pedro Pablo Palma Lau, conocido en la ORPA con el pseudónimo de Comandante Pancho. 

Solano está preso en una cárcel de Chimaltenango desde mayo de 2013, fecha en que agentes policiales lo capturaron acusado por asesinato en forma continuada y delitos contra deberes de la humanidad por ordenar la masacre de El Aguacate en noviembre de 1988. 

Este es el único caso de un guerrillero juzgado por los delitos contra la humanidad cometidos en Guatemala en el marco el Conflicto Armado Interno que duró 36 años.