Imagine el taller de un carpintero que está a punto de fabricar un mueble. Si analizamos el pequeño lugar de trabajo, está lleno de herramientas, desde martillos, serruchos, clavos, metros y un largo etcétera de instrumentos que le servirán al artesano para darle vida al producto que un cliente pidió.
Así como un carpintero se sirve de herramientas físicas, los tecnólogos, desarrolladores o ingenieros en sistemas, utilizamos herramientas virtuales para crear soluciones para necesidades puntuales.
La demanda es alta y las opciones son muchas y lo que se necesita para empezar a trabajar en algo innovador es un problema…
Y vaya si estas elecciones no han sido un problema tanto para el Tribunal Supremo Electoral como las Juntas Electorales.
La mañana del domingo 25 de junio los ciudadanos mayores de 18 años y empadronados, asistieron a las urnas y ejercieron su derecho de elegir a presidente, alcaldes y diputados.
La jornada, marcada por la incertidumbre y la alta participación ciudadana, también registró protestas y en casos extremos, a grupos inconformes que destruyeron papeletas y obligaron a suspender las votaciones.
Al final del día las urnas se cerraron con la impaciencia de los ciudadanos que esperaban conocer los resultados. Todos los medios de comunicación centraron su atención en el conteo preliminar de votos reportado desde el hotel Grand Tikal Futura.
Las horas pasaron y los números empezaron a marcar una tendencia, el sistema creado para monitorear los resultados en tiempo real estaba funcionando y empezaba a mostrar los primeros resultados.
La UNE tomó la delantera y, tímidamente, el Partido Semilla empezó a subir y a desplazar a los partidos ubicados en los primeros lugares de las encuestas, hasta convertirse en la gran sorpresa de las elecciones al colarse a segunda vuelta electoral.
El cansancio era notorio en los magistrados del Tribunal Supremo Electoral que en la madrugada del lunes 26 de junio confirmaron que la tendencia no iba variar, y con ello los nombres de Sandra Torres y Bernardo Arévalo ocuparon los titulares de las noticias.
Las dudas y las soluciones ante un posible fraude electoral
El lunes 26 de junio era el comentario general no esperado. ¡Sorpresa! El Movimiento Semilla pasó a segunda vuelta electoral. Y mientras Twitter se llenaba de publicaciones de celebración, otro grupo empezaba las acusaciones de un posible fraude.
Imágenes de papeletas que no coincidían con los mostrados por el sistema del TSE, miradas dudosas de observadores internacionales y organizaciones que se pronunciaban por los primeros resultados, fueron surgiendo con el paso de las horas.
Fue una semana agitada que no terminó, como se esperaba, con la oficialización de resultados, sino un ampliación para cotejar las actas de todos los distritos electorales.
Otras voces empezaron a levantarse, en TikTok, Twitter, Facebook, blogs de opinión y cualquier medio de comunicación, pedían que se tomaran fotos y guardaran los archivos que el TSE tenía disponibles en su sitio web para proteger la democracia hasta que alguien ofreció una salida.
Nace un héroe: Derek Urizar
El 2 de julio fue publicado un tweet por el usuario @DerekUrizar
La solución de Derek
Tomando en cuenta los datos disponibles por el TSE en el sitio web donde mostraba los resultados que consistían en los archivos xml y PDF de las actas enviadas de cada rincón del país, Dereck encontró un problema que, con sus conocimientos en tecnología, decidió resolver.
En una entrevista para el programa “Pulso Republicano”, en Radio Infinita, Dereck contó cómo fue la experiencia para crear una herramienta capaz de analizar los datos disponibles para detectar si existían inconsistencias.
El entrevistado dijo que usó “una tecnología que se llama OCR".
"Esta tecnología permite extraer el texto de imágenes, ya sea digital o escrito a mano. Al contar con texto ya se puede comparar con la Data y en este caso podría ser la de los votos que había digitado el TSE y subido (al sitio web) para los resultados”, dijo el entrevistado.
“Solo por curiosidad agarré un acta, vi el formato y la verdad es que el formato que estaba no era el mejor para un OCR, pero creí que iba a dar buenos resultados y los pasé por el servicio y me di cuenta que realmente sí podía extraer bien los votos válidos, votos nulos y en blanco”, agregó.
Esta validación de sistema hizo que Dereck empezara a descargar todas las actas y abrir el hilo de Twitter que lo trajo hasta esta entrevista.
La primera prueba real fue con la Corporación Municipal de la Ciudad de Guatemala, y animado por los usuarios de Twitter, programó un web crawler, es decir un robot que se programa para extraer de forma automatizada información de sitios web y con ello evita descargar todos los archivos de forma manual.
Con los archivos ya descargados y un número de imágenes detectado, el costo del análisis sería de US$30.
Dereck, con este dato, se dio cuenta el costo de analizar todas las actas no superaba los US$2000, algo que cubrió de su propio bolsillo y empezó el ejercicio.
El problema principal de extraer textos de imágenes es que si los datos no están claros es sumamente complicado que el sistema pueda detectarlos y ese fue el principal problema para este guatemalteco.
Sin embargo, con la información disponible, el ruido en redes sociales y un sitio web donde subía los resultados de su trabajo, logró fiscalizar de forma paralela los datos que brindaba el Tribunal Supremo Electoral.
La tecnología es fantástica, es un conjunto de herramientas disponibles al servicio de las personas que quieren aportar algo o resolver un problema, Dereck demostró cómo una tecnología, basada en la extracción de texto de imágenes, se prestaba para analizar los datos publicados del TSE y con el apoyo de la comunidad, construyó una herramienta disponible para todos.
Imagine el taller de un carpintero que está a punto de fabricar un mueble. Si analizamos el pequeño lugar de trabajo, está lleno de herramientas, desde martillos, serruchos, clavos, metros y un largo etcétera de instrumentos que le servirán al artesano para darle vida al producto que un cliente pidió.
Así como un carpintero se sirve de herramientas físicas, los tecnólogos, desarrolladores o ingenieros en sistemas, utilizamos herramientas virtuales para crear soluciones para necesidades puntuales.
La demanda es alta y las opciones son muchas y lo que se necesita para empezar a trabajar en algo innovador es un problema…
Y vaya si estas elecciones no han sido un problema tanto para el Tribunal Supremo Electoral como las Juntas Electorales.
La mañana del domingo 25 de junio los ciudadanos mayores de 18 años y empadronados, asistieron a las urnas y ejercieron su derecho de elegir a presidente, alcaldes y diputados.
La jornada, marcada por la incertidumbre y la alta participación ciudadana, también registró protestas y en casos extremos, a grupos inconformes que destruyeron papeletas y obligaron a suspender las votaciones.
Al final del día las urnas se cerraron con la impaciencia de los ciudadanos que esperaban conocer los resultados. Todos los medios de comunicación centraron su atención en el conteo preliminar de votos reportado desde el hotel Grand Tikal Futura.
Las horas pasaron y los números empezaron a marcar una tendencia, el sistema creado para monitorear los resultados en tiempo real estaba funcionando y empezaba a mostrar los primeros resultados.
La UNE tomó la delantera y, tímidamente, el Partido Semilla empezó a subir y a desplazar a los partidos ubicados en los primeros lugares de las encuestas, hasta convertirse en la gran sorpresa de las elecciones al colarse a segunda vuelta electoral.
El cansancio era notorio en los magistrados del Tribunal Supremo Electoral que en la madrugada del lunes 26 de junio confirmaron que la tendencia no iba variar, y con ello los nombres de Sandra Torres y Bernardo Arévalo ocuparon los titulares de las noticias.
Las dudas y las soluciones ante un posible fraude electoral
El lunes 26 de junio era el comentario general no esperado. ¡Sorpresa! El Movimiento Semilla pasó a segunda vuelta electoral. Y mientras Twitter se llenaba de publicaciones de celebración, otro grupo empezaba las acusaciones de un posible fraude.
Imágenes de papeletas que no coincidían con los mostrados por el sistema del TSE, miradas dudosas de observadores internacionales y organizaciones que se pronunciaban por los primeros resultados, fueron surgiendo con el paso de las horas.
Fue una semana agitada que no terminó, como se esperaba, con la oficialización de resultados, sino un ampliación para cotejar las actas de todos los distritos electorales.
Otras voces empezaron a levantarse, en TikTok, Twitter, Facebook, blogs de opinión y cualquier medio de comunicación, pedían que se tomaran fotos y guardaran los archivos que el TSE tenía disponibles en su sitio web para proteger la democracia hasta que alguien ofreció una salida.
Nace un héroe: Derek Urizar
El 2 de julio fue publicado un tweet por el usuario @DerekUrizar
La solución de Derek
Tomando en cuenta los datos disponibles por el TSE en el sitio web donde mostraba los resultados que consistían en los archivos xml y PDF de las actas enviadas de cada rincón del país, Dereck encontró un problema que, con sus conocimientos en tecnología, decidió resolver.
En una entrevista para el programa “Pulso Republicano”, en Radio Infinita, Dereck contó cómo fue la experiencia para crear una herramienta capaz de analizar los datos disponibles para detectar si existían inconsistencias.
El entrevistado dijo que usó “una tecnología que se llama OCR".
"Esta tecnología permite extraer el texto de imágenes, ya sea digital o escrito a mano. Al contar con texto ya se puede comparar con la Data y en este caso podría ser la de los votos que había digitado el TSE y subido (al sitio web) para los resultados”, dijo el entrevistado.
“Solo por curiosidad agarré un acta, vi el formato y la verdad es que el formato que estaba no era el mejor para un OCR, pero creí que iba a dar buenos resultados y los pasé por el servicio y me di cuenta que realmente sí podía extraer bien los votos válidos, votos nulos y en blanco”, agregó.
Esta validación de sistema hizo que Dereck empezara a descargar todas las actas y abrir el hilo de Twitter que lo trajo hasta esta entrevista.
La primera prueba real fue con la Corporación Municipal de la Ciudad de Guatemala, y animado por los usuarios de Twitter, programó un web crawler, es decir un robot que se programa para extraer de forma automatizada información de sitios web y con ello evita descargar todos los archivos de forma manual.
Con los archivos ya descargados y un número de imágenes detectado, el costo del análisis sería de US$30.
Dereck, con este dato, se dio cuenta el costo de analizar todas las actas no superaba los US$2000, algo que cubrió de su propio bolsillo y empezó el ejercicio.
El problema principal de extraer textos de imágenes es que si los datos no están claros es sumamente complicado que el sistema pueda detectarlos y ese fue el principal problema para este guatemalteco.
Sin embargo, con la información disponible, el ruido en redes sociales y un sitio web donde subía los resultados de su trabajo, logró fiscalizar de forma paralela los datos que brindaba el Tribunal Supremo Electoral.
La tecnología es fantástica, es un conjunto de herramientas disponibles al servicio de las personas que quieren aportar algo o resolver un problema, Dereck demostró cómo una tecnología, basada en la extracción de texto de imágenes, se prestaba para analizar los datos publicados del TSE y con el apoyo de la comunidad, construyó una herramienta disponible para todos.