Laguna Lachuá santuario de vida natural de Guatemala
Esta laguna se encuentra conectada a través de Petén con las selvas de Belice y México, conformando junto a ellas la Ecorregión de las Selvas Maya, Zoque y Olmeca.
La laguna se encuentra dentro del parque nacional que lleva el mismo nombre, a unos 370 km de la Ciudad de Guatemala y a 144 km de Cobán. El viaje en carro partiendo de la capital del país lleva unas 8 horas, mientras que desde Cobán aproximadamente 3.
Para llegar a la Laguna Lachuá deberás tomar la carretera CA-9 hasta la ciudad de Cobán. Desde allí, resta conducir otros 90 kilómetros a Chisec y luego cruzar rumbo a Playa Grande por un camino de terracería.
Los últimos kilómetros hasta llegar a la entrada al parque son por un camino de terracería en el que deberás conducir despacio y contar con un vehículo alto. Una vez que dejes el coche en la entrada del parque, resta hacer una caminata de 4 km hasta llegar a la zona recreativa a orillas del lago.
Por qué debes visitar la Laguna de Achuá
La Laguna Lachuá destaca por su ambiente virgen y tranquilo en el que podrás relajarte y conectar con la naturaleza.
Respecto a sus características, vale mencionar su particular forma casi redonda. También, destaca por sus aguas de color turquesa, la exhuberante vegetación que aparece a su alrededor y sus 222 metros de profundidad.
Se cree que por su forma redonda, la Laguna Lachuá es en realidad un cenote (es decir, una depresión circular que se origina por el hundimiento de una caverna).
Esta teoría se respalda por el hecho de que la laguna se encuentra a 173 metros sobre el nivel del mar y, como te comentamos en el párrafo anterior, tiene 222 metros de profundidad. Es decir, que parte de ella se encuentra 49 metros por debajo del nivel del mar. Aunque suene sorprendente, esto es algo típico de los sistemas kársticos inundados de la Península de Yucatán.
El agua de la Laguna Lachuá tiene un fuerte olor a azufre, lo cual explica el origen de su nombre. La palabra Lachuá deriva de los vocablos kekchí “li chu ha”, que se traducen como “agua fétida”.
Además de azufre, el agua del lago contiene una enorme cantidad de piedra caliza. Esto hace que en el borde norte se formen depósitos típicos de toba y que los árboles que caen al agua se cubran de calcita.
Laguna Lachuá santuario de vida natural de Guatemala
Esta laguna se encuentra conectada a través de Petén con las selvas de Belice y México, conformando junto a ellas la Ecorregión de las Selvas Maya, Zoque y Olmeca.
La laguna se encuentra dentro del parque nacional que lleva el mismo nombre, a unos 370 km de la Ciudad de Guatemala y a 144 km de Cobán. El viaje en carro partiendo de la capital del país lleva unas 8 horas, mientras que desde Cobán aproximadamente 3.
Para llegar a la Laguna Lachuá deberás tomar la carretera CA-9 hasta la ciudad de Cobán. Desde allí, resta conducir otros 90 kilómetros a Chisec y luego cruzar rumbo a Playa Grande por un camino de terracería.
Los últimos kilómetros hasta llegar a la entrada al parque son por un camino de terracería en el que deberás conducir despacio y contar con un vehículo alto. Una vez que dejes el coche en la entrada del parque, resta hacer una caminata de 4 km hasta llegar a la zona recreativa a orillas del lago.
Por qué debes visitar la Laguna de Achuá
La Laguna Lachuá destaca por su ambiente virgen y tranquilo en el que podrás relajarte y conectar con la naturaleza.
Respecto a sus características, vale mencionar su particular forma casi redonda. También, destaca por sus aguas de color turquesa, la exhuberante vegetación que aparece a su alrededor y sus 222 metros de profundidad.
Se cree que por su forma redonda, la Laguna Lachuá es en realidad un cenote (es decir, una depresión circular que se origina por el hundimiento de una caverna).
Esta teoría se respalda por el hecho de que la laguna se encuentra a 173 metros sobre el nivel del mar y, como te comentamos en el párrafo anterior, tiene 222 metros de profundidad. Es decir, que parte de ella se encuentra 49 metros por debajo del nivel del mar. Aunque suene sorprendente, esto es algo típico de los sistemas kársticos inundados de la Península de Yucatán.
El agua de la Laguna Lachuá tiene un fuerte olor a azufre, lo cual explica el origen de su nombre. La palabra Lachuá deriva de los vocablos kekchí “li chu ha”, que se traducen como “agua fétida”.
Además de azufre, el agua del lago contiene una enorme cantidad de piedra caliza. Esto hace que en el borde norte se formen depósitos típicos de toba y que los árboles que caen al agua se cubran de calcita.