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Buenos Aires, ciudad de fútbol, recibe con indiferencia sesión del COI

Redacción República
02 de septiembre, 2013

Buenos Aires, una ciudad que solo respira fútbol, recibe desde el miércoles la 125 sesión del COI, el primer evento olímpico en la historia argentina, en medio de la indiferencia de sus habitantes que están pendientes si su selección de fútbol clasificará el martes 10 al Mundial Brasil-2014.

Entre el 4 y el 10 de septiembre, la 125 sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) votará la sede de los Juegos Olímpicos de 2020 entre Tokio, Madrid y Estambul, así como también elegirá a un nuevo presidente y sumará un deporte.

Salvo alrededor del Hotel Hilton, sede del evento en la lujosa zona de Puerto Madero, en esta ciudad de tres millones de habitantes que duplica su número en días laborales, aún no se nota el vasto operativo de seguridad organizado para recibir a unos 6.000 extranjeros, incluidos tres jefes de Estado y representantes de 15 Casas Reales.

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Unos 2.000 efectivos de cuatro fuerzas de seguridad tendrán a su cargo la custodia de los visitantes en un dispositivo que tendrá también como punto central el céntrico Teatro Colón, una de las salas líricas más importantes del mundo, donde el viernes próximo se realizará la inauguración oficial.

El despliegue del operativo equivale a ‘tres cumbres presidenciales e incluye ’20 cápsulas de seguridad’, como las que se destinan a los jefes de Estado, dijo el presidente del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein.

El directivo dijo que ‘ya está cumplido el objetivo’ en la parte organizativa que le tocó a Argentina y se mostró entusiasmado por lo que consideró un crecimiento del olimpismo en su país.

‘Está cambiando el perfil de un país típicamente futbolero’, sostuvo Werthein en rueda de prensa al considerar que últimamente se ha despertado el interés de la población en otros deportes olímpicos.

Esto pudo haberse verificado en parte en los Juegos de Londres-2012, pero con un detalle adicional: Argentina no clasificó en fútbol a esa cita, y entonces los ojos se dirigieron, por ejemplo, a Sebastián Crismanich, un desconocido que ganó en taekwondo la única medalla de oro de Argentina en esa cita.

Según el dirigente, también integrante del COI, entre ‘1.000 y 1.500 millones de personas en el mundo estarán viendo (el sábado 7) la ceremonia de elección de la sede para el 2020’.

Sin embargo, mientras cientos de millones de personas estarán siguiendo por televisión el 10 de septiembre la elección del nuevo presidente del COI en Buenos Aires, los porteños estarán pendientes de lo que ocurra horas más tarde en Asunción, donde la selección argentina puede sellar su pase al Mundial-2014 ante la anfitriona Paraguay.

Los 6.000 visitantes extranjeros que llegarán a la capital argentina para la reunión del COI seguramente no se privarán de comer un buen bife de carne vacuna o asistir a algún espectáculo de tango, pero además podrán comprobar un hecho poco habitual en el mundo: en 200 Km cuadrados, la superficie de Buenos Aires, están diseminados decenas de estadios de fútbol, entre ellos seis de equipos de primera división.

Alberga la ciudad los estadios de los clubes más populares del país como Boca Juniors y River Plate, mientras una avenida, Alvarez Jonte, al oeste de la ciudad, une a otros tres estadios, los de Argentinos Juniors (cuna de Diego Maradona), All Boys y Vélez Sarsfield en una extensión de apenas 20 calles.

Camino del aeropuerto internacional de Ezeiza a la capital, los visitantes podrán ver el enorme y moderno predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y un poco más adelante, un cartel anuncia: ‘Estadio Nacional de Béisbol’, un espacio que se encuentra en estado de abandono tras el Mundial Juvenil de 1977, un deporte que el COI definirá en Buenos Aires si vuelve a ser olímpico.

La pasión por el fútbol no es sólo patrimonio de Buenos Aires, sino que abarca a todo el país, a excepción de algunas ‘rarezas’ como Bahía Blanca, 500 km al sur de Buenos Aires, donde el básquet es el deporte más popular y cuna del campeón olímpico en Atenas-2004 Emanuel Ginóbili (San Antonio Spurs, NBA), uno de los mejores deportistas argentinos de la historia.

También San Isidro, en la periferia norte de Buenos Aires, la meca del rugby, que no es deporte olímpico, así como Tandil (450 km al suroeste de Buenos Aires), la casa de los principales tenistas argentinos, Juan Martín Del Potro (sexto en el ránking mundial) y Juan Mónaco.

Pero en Argentina, ‘la vida no es lo mismo sin fútbol’, como dice una popular canción de Joel Jáuregui al sintetizar el fervor popular por este deporte.

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Buenos Aires, ciudad de fútbol, recibe con indiferencia sesión del COI

Redacción República
02 de septiembre, 2013

Buenos Aires, una ciudad que solo respira fútbol, recibe desde el miércoles la 125 sesión del COI, el primer evento olímpico en la historia argentina, en medio de la indiferencia de sus habitantes que están pendientes si su selección de fútbol clasificará el martes 10 al Mundial Brasil-2014.

Entre el 4 y el 10 de septiembre, la 125 sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) votará la sede de los Juegos Olímpicos de 2020 entre Tokio, Madrid y Estambul, así como también elegirá a un nuevo presidente y sumará un deporte.

Salvo alrededor del Hotel Hilton, sede del evento en la lujosa zona de Puerto Madero, en esta ciudad de tres millones de habitantes que duplica su número en días laborales, aún no se nota el vasto operativo de seguridad organizado para recibir a unos 6.000 extranjeros, incluidos tres jefes de Estado y representantes de 15 Casas Reales.

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Unos 2.000 efectivos de cuatro fuerzas de seguridad tendrán a su cargo la custodia de los visitantes en un dispositivo que tendrá también como punto central el céntrico Teatro Colón, una de las salas líricas más importantes del mundo, donde el viernes próximo se realizará la inauguración oficial.

El despliegue del operativo equivale a ‘tres cumbres presidenciales e incluye ’20 cápsulas de seguridad’, como las que se destinan a los jefes de Estado, dijo el presidente del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein.

El directivo dijo que ‘ya está cumplido el objetivo’ en la parte organizativa que le tocó a Argentina y se mostró entusiasmado por lo que consideró un crecimiento del olimpismo en su país.

‘Está cambiando el perfil de un país típicamente futbolero’, sostuvo Werthein en rueda de prensa al considerar que últimamente se ha despertado el interés de la población en otros deportes olímpicos.

Esto pudo haberse verificado en parte en los Juegos de Londres-2012, pero con un detalle adicional: Argentina no clasificó en fútbol a esa cita, y entonces los ojos se dirigieron, por ejemplo, a Sebastián Crismanich, un desconocido que ganó en taekwondo la única medalla de oro de Argentina en esa cita.

Según el dirigente, también integrante del COI, entre ‘1.000 y 1.500 millones de personas en el mundo estarán viendo (el sábado 7) la ceremonia de elección de la sede para el 2020’.

Sin embargo, mientras cientos de millones de personas estarán siguiendo por televisión el 10 de septiembre la elección del nuevo presidente del COI en Buenos Aires, los porteños estarán pendientes de lo que ocurra horas más tarde en Asunción, donde la selección argentina puede sellar su pase al Mundial-2014 ante la anfitriona Paraguay.

Los 6.000 visitantes extranjeros que llegarán a la capital argentina para la reunión del COI seguramente no se privarán de comer un buen bife de carne vacuna o asistir a algún espectáculo de tango, pero además podrán comprobar un hecho poco habitual en el mundo: en 200 Km cuadrados, la superficie de Buenos Aires, están diseminados decenas de estadios de fútbol, entre ellos seis de equipos de primera división.

Alberga la ciudad los estadios de los clubes más populares del país como Boca Juniors y River Plate, mientras una avenida, Alvarez Jonte, al oeste de la ciudad, une a otros tres estadios, los de Argentinos Juniors (cuna de Diego Maradona), All Boys y Vélez Sarsfield en una extensión de apenas 20 calles.

Camino del aeropuerto internacional de Ezeiza a la capital, los visitantes podrán ver el enorme y moderno predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y un poco más adelante, un cartel anuncia: ‘Estadio Nacional de Béisbol’, un espacio que se encuentra en estado de abandono tras el Mundial Juvenil de 1977, un deporte que el COI definirá en Buenos Aires si vuelve a ser olímpico.

La pasión por el fútbol no es sólo patrimonio de Buenos Aires, sino que abarca a todo el país, a excepción de algunas ‘rarezas’ como Bahía Blanca, 500 km al sur de Buenos Aires, donde el básquet es el deporte más popular y cuna del campeón olímpico en Atenas-2004 Emanuel Ginóbili (San Antonio Spurs, NBA), uno de los mejores deportistas argentinos de la historia.

También San Isidro, en la periferia norte de Buenos Aires, la meca del rugby, que no es deporte olímpico, así como Tandil (450 km al suroeste de Buenos Aires), la casa de los principales tenistas argentinos, Juan Martín Del Potro (sexto en el ránking mundial) y Juan Mónaco.

Pero en Argentina, ‘la vida no es lo mismo sin fútbol’, como dice una popular canción de Joel Jáuregui al sintetizar el fervor popular por este deporte.