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Brasil-EEUU: crisis en relaciones afecta eventual acuerdo sobre cazas (Boeing)

Redacción República
11 de octubre, 2013

El enfriamiento de relaciones entre Brasil y Estados Unidos, que motivó la postergación de una visita de la presidente Dilma Rousseff a Washington, afecta también un eventual acuerdo sobre venta de aviones caza, dijo este viernes en Washington una alta funcionaria de Boeing.

‘Esperábamos que la visita (de Rousseff) enviase una señal de que Brasil y Estados Unidos querían un tipo de asociación estratégica’ como para que Brasil se decida por los aviones de Boeing en la millonaria licitación internacional para abastecer de cazas a su Fuerza Aérea, dijo Donna Hrinak, presidente de la filial brasileña de Boeing.

‘La postergación de la visita (de Rousseff) significa que cualquier progreso con respecto a este tema también fue postergado’, expresó Hrinak, una diplomática de formación quien ya se desempeñó como embajadora de Estados Unidos en Brasil.

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Brasil negocia desde hace años la compra de 36 aviones caza, una operación evaluada en 5.000 millones de dólares. El avión de la estadounidense Boeing F/A-18 Super Hornet compite con el Rafale, de la francesa Dassault, y el Gripen NG, de la sueca Saab.

Inicialmente, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva indicó que estaba preparado a firmar los contratos con Dassault, pero la llegada de Rousseff al gobierno en 2010 pareció retirar la operación de la lista de prioridades nacionales.

En los últimos dos años el gobierno brasileño dejó entrever que las preferencias se habían inclinado hacia el Super Hornet de Boeing, en especial después que el gigante aeronáutico aceptara transferir la tecnología básica de los aparatos.

Brasil está interesado en la compra de las aeronaves pero más aún quiere acceso a la tecnología de desarrollo y construcción de los aviones, incluyendo los programas de computador y los detalles de navegación y radar, hecho que obstaculizaba un acuerdo con Boeing.

Inclusive, fuentes del gobierno en Brasília habían sugerido que Rousseff tenía interés en resolver esta cuestión aún en 2013.

Hrinak dijo este viernes que entendía las razones que motivaron la decisión de Rousseff de postergar su visita de Estado a Washington (un enorme escándalo de espionaje estadounidense en Brasil), pero puntualizó que el caso no debe dejar a un costado los beneficios de un acuerdo de este tipo.

‘Con independencia de cuanto sea justificada la indignación brasileña, esto no debe llevar a que se ignoren los beneficios que se pueden generar con esta asociación’, dijo Hrinak durante un seminario sobre economía brasileña.

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Brasil-EEUU: crisis en relaciones afecta eventual acuerdo sobre cazas (Boeing)

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11 de octubre, 2013

El enfriamiento de relaciones entre Brasil y Estados Unidos, que motivó la postergación de una visita de la presidente Dilma Rousseff a Washington, afecta también un eventual acuerdo sobre venta de aviones caza, dijo este viernes en Washington una alta funcionaria de Boeing.

‘Esperábamos que la visita (de Rousseff) enviase una señal de que Brasil y Estados Unidos querían un tipo de asociación estratégica’ como para que Brasil se decida por los aviones de Boeing en la millonaria licitación internacional para abastecer de cazas a su Fuerza Aérea, dijo Donna Hrinak, presidente de la filial brasileña de Boeing.

‘La postergación de la visita (de Rousseff) significa que cualquier progreso con respecto a este tema también fue postergado’, expresó Hrinak, una diplomática de formación quien ya se desempeñó como embajadora de Estados Unidos en Brasil.

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Brasil negocia desde hace años la compra de 36 aviones caza, una operación evaluada en 5.000 millones de dólares. El avión de la estadounidense Boeing F/A-18 Super Hornet compite con el Rafale, de la francesa Dassault, y el Gripen NG, de la sueca Saab.

Inicialmente, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva indicó que estaba preparado a firmar los contratos con Dassault, pero la llegada de Rousseff al gobierno en 2010 pareció retirar la operación de la lista de prioridades nacionales.

En los últimos dos años el gobierno brasileño dejó entrever que las preferencias se habían inclinado hacia el Super Hornet de Boeing, en especial después que el gigante aeronáutico aceptara transferir la tecnología básica de los aparatos.

Brasil está interesado en la compra de las aeronaves pero más aún quiere acceso a la tecnología de desarrollo y construcción de los aviones, incluyendo los programas de computador y los detalles de navegación y radar, hecho que obstaculizaba un acuerdo con Boeing.

Inclusive, fuentes del gobierno en Brasília habían sugerido que Rousseff tenía interés en resolver esta cuestión aún en 2013.

Hrinak dijo este viernes que entendía las razones que motivaron la decisión de Rousseff de postergar su visita de Estado a Washington (un enorme escándalo de espionaje estadounidense en Brasil), pero puntualizó que el caso no debe dejar a un costado los beneficios de un acuerdo de este tipo.

‘Con independencia de cuanto sea justificada la indignación brasileña, esto no debe llevar a que se ignoren los beneficios que se pueden generar con esta asociación’, dijo Hrinak durante un seminario sobre economía brasileña.