La licitación para explotar la mayor reserva petrolera de Brasil atrajo a un solo consorcio que ofreció el mínimo exigido, pero la presencia fuerte de Shell y Total, y minoritaria de firmas chinas, permite al gobierno dar un suspiro de alivio, estimaron expertos.
La oferta de un solo consorcio integrado por Petrobras (40%), controlada por el Estado, la anglo-holandesa Shell y la francesa Total (20% cada una) y las estatales chinas CNPC y CNOOC (10% cada una) fue el lunes la única para explotar durante 35 años el campo de Libra, en los yacimientos del ‘presal’ brasileño.
‘La subasta en sí fue un fracaso, con un solo competidor que ofreció el precio mínimo, pero el consorcio vencedor es consistente y será capaz de extraer petróleo de Libra. Esto ha sido un alivio para el mercado y una suerte para el gobierno’, dijo el martes a la AFP Adriano Pires, experto en petróleo del Centro Brasileño de Infraestructura.
Pero ‘Brasil vendió un activo precioso con un agio cero y deberá reformular su modelo de concesiones’ del ‘presal’, estimó Pires.
El campo, uno de los mayores del mundo con 1.500 km2 y reservas probadas de entre 8.000 y 12.000 millones de barriles de crudo a entre 5 y 7 km bajo la superficie del mar, bajo una espesa capa de sal, podrá producir un máximo de 1,4 millones de barriles por día, según estimaciones oficiales.
Actualmente, Brasil produce 2,1 millones de b/d.
Las empresas propusieron el porcentaje mínimo de 41,65% de excedente de petróleo (‘profit oil’) para el Estado, exigido por el gobierno brasileño para ganar la subasta, y deberán pagar un bono de 6.900 millones de dólares a las arcas públicas brasileñas, además de regalías cuando el crudo sea explotado.
La subasta de Libra fue la primera bajo la ley de 2010 que impone una participación obligatoria mínima de 30% a Petrobras y la coloca como única operadora de todas las licitaciones de los yacimientos del ‘presal’, descubiertos en 2007 y que ocupan en total 149.000 km2.
Esta intervención del Estado asustó a las principales petroleras estadounidenses, según los expertos.
‘No hubo realmente una subasta pero el resultado es positivo’, indicó por su lado a la AFP Alexandre Szklo, de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (COPPE/UFRJ).
Shell y Total tienen una ‘alta capacidad tecnológica en offshore’ (extracción de petróleo submarino) que no poseen las compañías chinas, que recién comenzaron a operar su primera plataforma semisumergible en 2011.
‘Esperábamos una participación fuerte de los chinos que entrarían con dinero en busca de reservas para garantizar antes que nada su seguridad energética, y más pequeña de los europeos, pero resultó ser al revés y eso es un alivio para el gobierno’ que tendrá las condiciones técnicas para explotar el ‘presal’, subrayó Szklo.
Los analistas de energía del banco Itaú-BBA destacaron por su lado la ‘gran sorpresa’ de la entrada de Shell al consorcio y la ‘pequeña sorpresa’ del ingreso de Total, y estimaron que la menor participación china ‘puede sugerir una estrategia de diversificación de riesgos’. ‘Este es el menor de los males para Petrobras y justifica una reacción positiva del mercado’, afirmaron en una nota a inversores.
Un grifo inmediato para el Estado
Además, el bono de casi 7.000 millones de dólares que el consorcio debe pagar al Estado ‘es enorme; es dinero que entra directamente en el presupuesto brasileño y es muy positivo’, indicaron.
Para Mauricio Tomasquim, presidente de la Empresa de Investigaciones Energéticas (EPE, pública) ‘la subasta fue un buen negocio, y un alivio para el Estado porque obtiene recursos para explotar el crudo’.
‘Vamos a transformar petróleo en educación, en libros, en conocimiento’, aseguró el martes la presidenta Dilma Rousseff al congratularse de la licitación.
‘Es un potencial excepcional de desarrollo de Brasil y el dinero será aplicado en aquello que está en la ley’, o sea, educación (75% de las regalías petroleras) y salud (25%), se congratuló el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2011), en declaraciones a periodistas en Lisboa.
‘El mundo gana un nuevo gran productor de petróleo en una región sin conflicto, con una democracia fuerte’, subrayó Tomasquin a la AFP.
El experto Giovanni Alves, de la Universidad del Estado de Sao Paulo (UNESP) va más lejos: ‘En términos de geopolítica Libra representa un cambio fundamental: un nuevo círculo de alianzas estratégicas que no pasa por Estados Unidos’.
La licitación para explotar la mayor reserva petrolera de Brasil atrajo a un solo consorcio que ofreció el mínimo exigido, pero la presencia fuerte de Shell y Total, y minoritaria de firmas chinas, permite al gobierno dar un suspiro de alivio, estimaron expertos.
La oferta de un solo consorcio integrado por Petrobras (40%), controlada por el Estado, la anglo-holandesa Shell y la francesa Total (20% cada una) y las estatales chinas CNPC y CNOOC (10% cada una) fue el lunes la única para explotar durante 35 años el campo de Libra, en los yacimientos del ‘presal’ brasileño.
‘La subasta en sí fue un fracaso, con un solo competidor que ofreció el precio mínimo, pero el consorcio vencedor es consistente y será capaz de extraer petróleo de Libra. Esto ha sido un alivio para el mercado y una suerte para el gobierno’, dijo el martes a la AFP Adriano Pires, experto en petróleo del Centro Brasileño de Infraestructura.
Pero ‘Brasil vendió un activo precioso con un agio cero y deberá reformular su modelo de concesiones’ del ‘presal’, estimó Pires.
El campo, uno de los mayores del mundo con 1.500 km2 y reservas probadas de entre 8.000 y 12.000 millones de barriles de crudo a entre 5 y 7 km bajo la superficie del mar, bajo una espesa capa de sal, podrá producir un máximo de 1,4 millones de barriles por día, según estimaciones oficiales.
Actualmente, Brasil produce 2,1 millones de b/d.
Las empresas propusieron el porcentaje mínimo de 41,65% de excedente de petróleo (‘profit oil’) para el Estado, exigido por el gobierno brasileño para ganar la subasta, y deberán pagar un bono de 6.900 millones de dólares a las arcas públicas brasileñas, además de regalías cuando el crudo sea explotado.
La subasta de Libra fue la primera bajo la ley de 2010 que impone una participación obligatoria mínima de 30% a Petrobras y la coloca como única operadora de todas las licitaciones de los yacimientos del ‘presal’, descubiertos en 2007 y que ocupan en total 149.000 km2.
Esta intervención del Estado asustó a las principales petroleras estadounidenses, según los expertos.
‘No hubo realmente una subasta pero el resultado es positivo’, indicó por su lado a la AFP Alexandre Szklo, de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (COPPE/UFRJ).
Shell y Total tienen una ‘alta capacidad tecnológica en offshore’ (extracción de petróleo submarino) que no poseen las compañías chinas, que recién comenzaron a operar su primera plataforma semisumergible en 2011.
‘Esperábamos una participación fuerte de los chinos que entrarían con dinero en busca de reservas para garantizar antes que nada su seguridad energética, y más pequeña de los europeos, pero resultó ser al revés y eso es un alivio para el gobierno’ que tendrá las condiciones técnicas para explotar el ‘presal’, subrayó Szklo.
Los analistas de energía del banco Itaú-BBA destacaron por su lado la ‘gran sorpresa’ de la entrada de Shell al consorcio y la ‘pequeña sorpresa’ del ingreso de Total, y estimaron que la menor participación china ‘puede sugerir una estrategia de diversificación de riesgos’. ‘Este es el menor de los males para Petrobras y justifica una reacción positiva del mercado’, afirmaron en una nota a inversores.
Un grifo inmediato para el Estado
Además, el bono de casi 7.000 millones de dólares que el consorcio debe pagar al Estado ‘es enorme; es dinero que entra directamente en el presupuesto brasileño y es muy positivo’, indicaron.
Para Mauricio Tomasquim, presidente de la Empresa de Investigaciones Energéticas (EPE, pública) ‘la subasta fue un buen negocio, y un alivio para el Estado porque obtiene recursos para explotar el crudo’.
‘Vamos a transformar petróleo en educación, en libros, en conocimiento’, aseguró el martes la presidenta Dilma Rousseff al congratularse de la licitación.
‘Es un potencial excepcional de desarrollo de Brasil y el dinero será aplicado en aquello que está en la ley’, o sea, educación (75% de las regalías petroleras) y salud (25%), se congratuló el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2011), en declaraciones a periodistas en Lisboa.
‘El mundo gana un nuevo gran productor de petróleo en una región sin conflicto, con una democracia fuerte’, subrayó Tomasquin a la AFP.
El experto Giovanni Alves, de la Universidad del Estado de Sao Paulo (UNESP) va más lejos: ‘En términos de geopolítica Libra representa un cambio fundamental: un nuevo círculo de alianzas estratégicas que no pasa por Estados Unidos’.