La presidenta argentina, Cristina Kirchner, dio una fuerte señal de seguir siendo quién manda tras una licencia médica de 40 días, al efectuar un recambio ministerial, mantener el rumbo económico y designar como jefe de gabinete a un aliado presidenciable, dijeron este martes analistas.

Apenas regresada el lunes tras una operación craneal el 8 de octubre, Kirchner designó como jefe de gabinete (coordinador de ministros) a Jorge Capitanich un gobernador peronista de gestión exitosa en la provincia del Chaco (nordeste), que se posiciona como uno de los presidenciables para 2015.

Otro nombramiento de relevancia fue la designación del hasta ahora viceministro de Economía, Axel Kicillof, para encabezar la cartera de Hacienda, sin anuncios de cambios en el rumbo.

Los nuevos ministros asumirán el miércoles.

‘Los cambios en el gabinete muestran la necesidad de la presidenta de retomar el mando mostrando capacidad y sostenimiento de la iniciativa política’, dijo a la AFP la socióloga Graciela Romer, para quien la reestructuración del equipo económico ‘es una ratificación indudable del rumbo, con cambios cosméticos pero no de fondo’.

El nombramiento de Capitanich, en cambio, es ‘una señal clara de mayor delegación por parte de la presidenta porque será un jefe de Gabinete con poder territorial, con éxitos de gestión y candidato presidencial’, agregó la analista.

En la provincia del Chaco, de un millón de habitantes, el gobernante Frente para la Victoria, (peronista), obtuvo 60% de los votos, uno de los mejores resultados del oficialismo en las elecciones legislativas de medio mandato del 27 de octubre, cuando el gobierno federal conservó la mayoría en el Congreso pero perdió en los cinco mayores distritos del país.

Capitanich, no es considerado ‘un incondicional’ kirchnerista como su antecesor, el saliente Juan Manuel Abal Medina, sino un hombre con vuelo propio.

Senador entre 2001 y 2007, Capitanich, de 48 años, ya había ocupado la jefatura de gabinete en 2002, en plena crisis económica durante la presidencia del peronista Eduardo Duhalde (2002/2003), devenido un acérrimo enemigo del fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003/2007) y de su viuda y sucesora.

La llegada de Capitanich ‘es una elección estratégica’, dijo a la AFP Jorge Giacobbe, de la consultora Giacobbe y asociados.

‘Es un hombre que sabe qué hacer, es experimentado, es capaz de juntar los gobernadores, en términos futbolísticos se diría que juega en toda la cancha, es una buena elección para tratar convencer a gobernadores desconfiados’, afirmó.

En el mismo sentido, Romer estimó que Capitanich ‘encarna la llamada ‘Liga de gobernadores’ del peronismo tradicional. Además su designación le pone un freno explícito a las candidaturas presidenciales de Daniel Scioli y de Sergio Massa’.

Massa, un peronista disidente y exjefe de gabinete de la mandataria, es otro presidenciable que en las pasadas legislativas se impuso ampliamente en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito con 38% del padrón nacional, gobernada por Scioli, alineado con Kirchner y con aspiraciones a la Casa Rosada.

Inflación y divisas, desafíos para Kicillof

La designación de Axel Kicillof como ministro de Economía derribó cualquier expectativa de cambios en la política económica, coincidieron analistas.

Este economista de 42 años, de formación marxista y keynesiano, profesor universitario con cara juvenil, descontracturado e informal en su vestimenta es un niño mimado de la presidenta y fue el mentor de la nacionalización de la petrolera YPF, exfilial del grupo español Repsol, que aún reclama una compensación.

Kicillof ‘es una reafirmación del rumbo económico, un nombramiento claramente anti-mercado’, señaló Giacobbe.

Es además un ferviente defensor de la intervención del Estado en la economía y del control del acceso a las divisas impuesto para frenar la caída de las reservas que actualmente alcanzan los 32.000 millones de dólares.

Para apaciguar los ánimos frente a una inflación que según consultoras privadas llegará a 27% en 2013 y es una de las mayores preocupaciones de los argentinos, también hubo un recambio en el Banco Central, donde el nuevo director Juan Carlos Fábrega es un hombre reconocido y respetado en el sector financiero.

‘El gobierno va a tener que seguir actuando sobre el desequilibrio fiscal y la necesidad de divisas, en recuperar el financiamiento externo y el ingreso de dólares’, advirtió a la AFP el analista económico Dante Sica, director de la consultora abeceb.com.

Hernán Lorenzino, un hasta ahora ministro de Economía de perfil bajo quedará a cargo de una flamante Unidad de Reestructuración de Deuda, rol que venía cumpliendo, y será nuevo embajador ante la Unión Europea.

Argentina reestructuró 93% de su deuda en mora desde la crisis de 2001, pero los fondos especulativos rechazaron las reestructuraciones de 2005 y 2010 y exigen la totalidad de lo adeudado.

Tiene pendiente además resolver su deuda con el Club de París, que nuclea acreedores que exigen pagos por unos 9.000 millones de dólares.