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Argentina dice adiós a la raqueta del ‘rey’ David Nalbandian

Redacción República
23 de noviembre, 2013

David Nalbandian, hijo pródigo del tenis argentino, puso fin este sábado a su carrera profesional con un partido exhibición frente a su gran amigo el español Rafael Nadal, en la Rural de Buenos Aires.

‘¡Gracias David!’, fue el grito que repitió el público desde las tribunas colmadas por 15.000 espectadores que disfrutaron de un partido en el que abundaron los gestos de complicidad entre ambos jugadores.

‘Felicito a David por la excelente carrera que tuvo y que lo llevó a ser uno de los máximos referentes del deporte argentino’, dijo Nadal (1° del ránking mundial), que jugará el domingo en este mismo escenario ante el serbio Novak Djokovic (N° 2), los invitados de lujo para la despedida del argentino.

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El adiós comenzó el jueves último, cuando Nalbandian se había dado el gusto de vencer a Nadal en su natal Córdoba (centro) en dos sets por 6-4 y 7-6 (6).

En esa ocasión el español había prometido ‘un triunfo en Buenos Aires’, que finalmente cumplió con creces al derrotarlo en dos sets (6-3 y 6-4).

‘Es un día duro para mí. Es un día triste, pero el hombro no me da’, había dicho Nalbandian en rueda de prensa el 1 de octubre pasado al anunciar su retiro a los 31 años luego de 13 de carrera en los que acumuló once títulos ATP y logró escalar al tercer puesto del ránking en marzo de 2006.

Una lesión crónica en el hombro derecho precipitó al retiro al jugador, reconocido por un temperamento explosivo en la cancha y querido por sus compatriotas, que siempre le han retribuido su entrega como integrante de la llamada ‘legión argentina’ por la Copa Davis, en la que fue un jugador emblemático.

El ‘Rey’ jugó 26 series de la Davis, con 23 triunfos y seis derrotas individuales, en tanto participó en tres finales que se saldaron todas con derrotas, en 2006, 2008 y 2011, una frustración nunca superada.

‘La Davis es el evento que sentí distinto a cualquier cosa. La presión que se siente, la atmósfera. Eso no se vive en ningún lado y es una espina clavada, que no se pudo cumplir. Se dio así’, había dicho sobre esa cuenta pendiente.

Dueño de un revés de titán, su temple y determinación en la cancha sorprendieron al mundo cuando a los 20 años logró llegar a una final en el tempo de Wimbledon, aunque perdió en 2002 ante el australiano Lleyton Hewitt, entonces primero del mundo.

‘Le podía ganar a cualquiera’, resumió sobre él su compatriota Juan Martín del Potro, de espinosa relación con Nalbandian.

Su desvelo por la Copa Davis fue una obsesión que lo llevó a un enfrentamiento nunca superado con Del Potro, a quien le reprochó que privilegiara su calendario por encima del objetivo de lograr la ansiada ‘ensaladera de plata’.

‘En algún momento me gustaría ser parte del equipo de Copa Davis’, deslizó sobre su futuro el mismo día en que anunció que colgaba la raqueta.

El retiro de Nalbandian marca el ocaso de una brillante generación de argentinos que incluyó a Guillermo Coria, Gastón Gaudio, Guillermo Cañas, Mariano Puerta, Juan Ignacio Chela y Agustín Calleri.

La cumbre de su trayectoria fue la conquista del Masters de Shanghai 2005, con un triunfo inolvidable sobre Roger Federer en la final.

Su mal genio le jugó varias malas pasadas, la última motivo de un escándalo en la final del ATP de Queen’s, en 2012, ante el croata Marin Cilic, cuando resultó descalificado al destrozar de una patada un cajón y provocarle un corte a uno de los jueces de línea.

Disputó su último partido como profesional el 6 de abril pasado, cuando acompañó a Horacio Zeballos a ganar un dobles decisivo para el triunfo argentino ante Francia (3-2) por la Copa Davis; días después, se operó la cadera y el hombro, y aunque intentó el regreso, el físico no lo ayudó.

La foto final lo encontró junto a su amigo Nadal y a su familia, con su primogénita Sossie de seis meses.

‘A partir de ahora tengo que aprender a ser padre’, dijo.


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Argentina dice adiós a la raqueta del ‘rey’ David Nalbandian

Redacción República
23 de noviembre, 2013

David Nalbandian, hijo pródigo del tenis argentino, puso fin este sábado a su carrera profesional con un partido exhibición frente a su gran amigo el español Rafael Nadal, en la Rural de Buenos Aires.

‘¡Gracias David!’, fue el grito que repitió el público desde las tribunas colmadas por 15.000 espectadores que disfrutaron de un partido en el que abundaron los gestos de complicidad entre ambos jugadores.

‘Felicito a David por la excelente carrera que tuvo y que lo llevó a ser uno de los máximos referentes del deporte argentino’, dijo Nadal (1° del ránking mundial), que jugará el domingo en este mismo escenario ante el serbio Novak Djokovic (N° 2), los invitados de lujo para la despedida del argentino.

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El adiós comenzó el jueves último, cuando Nalbandian se había dado el gusto de vencer a Nadal en su natal Córdoba (centro) en dos sets por 6-4 y 7-6 (6).

En esa ocasión el español había prometido ‘un triunfo en Buenos Aires’, que finalmente cumplió con creces al derrotarlo en dos sets (6-3 y 6-4).

‘Es un día duro para mí. Es un día triste, pero el hombro no me da’, había dicho Nalbandian en rueda de prensa el 1 de octubre pasado al anunciar su retiro a los 31 años luego de 13 de carrera en los que acumuló once títulos ATP y logró escalar al tercer puesto del ránking en marzo de 2006.

Una lesión crónica en el hombro derecho precipitó al retiro al jugador, reconocido por un temperamento explosivo en la cancha y querido por sus compatriotas, que siempre le han retribuido su entrega como integrante de la llamada ‘legión argentina’ por la Copa Davis, en la que fue un jugador emblemático.

El ‘Rey’ jugó 26 series de la Davis, con 23 triunfos y seis derrotas individuales, en tanto participó en tres finales que se saldaron todas con derrotas, en 2006, 2008 y 2011, una frustración nunca superada.

‘La Davis es el evento que sentí distinto a cualquier cosa. La presión que se siente, la atmósfera. Eso no se vive en ningún lado y es una espina clavada, que no se pudo cumplir. Se dio así’, había dicho sobre esa cuenta pendiente.

Dueño de un revés de titán, su temple y determinación en la cancha sorprendieron al mundo cuando a los 20 años logró llegar a una final en el tempo de Wimbledon, aunque perdió en 2002 ante el australiano Lleyton Hewitt, entonces primero del mundo.

‘Le podía ganar a cualquiera’, resumió sobre él su compatriota Juan Martín del Potro, de espinosa relación con Nalbandian.

Su desvelo por la Copa Davis fue una obsesión que lo llevó a un enfrentamiento nunca superado con Del Potro, a quien le reprochó que privilegiara su calendario por encima del objetivo de lograr la ansiada ‘ensaladera de plata’.

‘En algún momento me gustaría ser parte del equipo de Copa Davis’, deslizó sobre su futuro el mismo día en que anunció que colgaba la raqueta.

El retiro de Nalbandian marca el ocaso de una brillante generación de argentinos que incluyó a Guillermo Coria, Gastón Gaudio, Guillermo Cañas, Mariano Puerta, Juan Ignacio Chela y Agustín Calleri.

La cumbre de su trayectoria fue la conquista del Masters de Shanghai 2005, con un triunfo inolvidable sobre Roger Federer en la final.

Su mal genio le jugó varias malas pasadas, la última motivo de un escándalo en la final del ATP de Queen’s, en 2012, ante el croata Marin Cilic, cuando resultó descalificado al destrozar de una patada un cajón y provocarle un corte a uno de los jueces de línea.

Disputó su último partido como profesional el 6 de abril pasado, cuando acompañó a Horacio Zeballos a ganar un dobles decisivo para el triunfo argentino ante Francia (3-2) por la Copa Davis; días después, se operó la cadera y el hombro, y aunque intentó el regreso, el físico no lo ayudó.

La foto final lo encontró junto a su amigo Nadal y a su familia, con su primogénita Sossie de seis meses.

‘A partir de ahora tengo que aprender a ser padre’, dijo.