El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, advirtió este martes que el país debería asumir una línea más dura contra los hinchas violentos después de los graves incidentes durante un partido entre el Atlético Paranaense y Vasco da Gama.
‘Todo aquel que comete el tipo de violencia que vimos (en la ciudad de Joinville (sur), lugar del encuentro) debería ser detenido en flagrancia. Eso es intento de homicidio’, advirtió Rebelo durante un acto en Brasilia en el que estuvo acompañado por el astro del fútbol Pelé y otras personalidades de ese país.
En la última fecha del Campeonato Brasileño-2013, el 8 de este mes, durante un encuentro entre Atlético Paranaense y Vasco da Gama, un violento enfrentamiento entre hinchas de ambos equipos culminó con cuatro heridos graves y el partido suspendido.
Ante ello, la propia presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, demandó acciones contra los implicados y los propios clubes.
Las impactantes imágenes en el estadio Arena Joinville de esa ciudad del estado de Santa Catarina (sur), que mostraron a fanáticos de estos clubes dándose empujones, patadas y puñetazos, usando inclusive palos metálicos, encendieron las alarmas sobre la seguridad a seis meses del Mundial-2014.
Ambos clubes fueron sancionados y tendrán que jugar varios partidos a puerta cerrada la próxima temporada.
La imagen de Brasil también se ha visto empañada por la muerte de varios trabajadores que participan en una carrera contrarreloj para culminar la construcción de los estadios mundialistas, el último el pasado sábado en Manaos (norte).
El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, advirtió este martes que el país debería asumir una línea más dura contra los hinchas violentos después de los graves incidentes durante un partido entre el Atlético Paranaense y Vasco da Gama.
‘Todo aquel que comete el tipo de violencia que vimos (en la ciudad de Joinville (sur), lugar del encuentro) debería ser detenido en flagrancia. Eso es intento de homicidio’, advirtió Rebelo durante un acto en Brasilia en el que estuvo acompañado por el astro del fútbol Pelé y otras personalidades de ese país.
En la última fecha del Campeonato Brasileño-2013, el 8 de este mes, durante un encuentro entre Atlético Paranaense y Vasco da Gama, un violento enfrentamiento entre hinchas de ambos equipos culminó con cuatro heridos graves y el partido suspendido.
Ante ello, la propia presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, demandó acciones contra los implicados y los propios clubes.
Las impactantes imágenes en el estadio Arena Joinville de esa ciudad del estado de Santa Catarina (sur), que mostraron a fanáticos de estos clubes dándose empujones, patadas y puñetazos, usando inclusive palos metálicos, encendieron las alarmas sobre la seguridad a seis meses del Mundial-2014.
Ambos clubes fueron sancionados y tendrán que jugar varios partidos a puerta cerrada la próxima temporada.
La imagen de Brasil también se ha visto empañada por la muerte de varios trabajadores que participan en una carrera contrarreloj para culminar la construcción de los estadios mundialistas, el último el pasado sábado en Manaos (norte).