Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Semana crucial en el conflicto por la ampliación del Canal de Panamá

Redacción República
13 de enero, 2014

La administración del Canal de Panamá y el consorcio encargado de la ampliación de la vía entran este lunes, con posturas aún distantes, en una semana de negociaciones a contrarreloj para impedir que a partir del 20 de enero se paren las obras.

Sin definir aún una nueva reunión tras la efectuada la semana pasada, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) están tratando de resolver la crisis que estalló el 30 de diciembre, cuando el consorcio amenazó con suspender las obras debido a una crisis de flujo de caja.

‘Las obras continuarán, sólo contemplamos el escenario del acuerdo’, afirmó este lunes en Madrid Manuel Manrique, presidente de la constructora española Sacyr -socio mayoritario de GUPC-, quien viaja el martes a Panamá para seguir las pláticas.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

En su advertencia, GUPC impuso a la ACP un plazo de 21 días -que se cumplen el próximo lunes- para que atienda su reclamación de 1.600 millones de dólares por sobrecostes, adicionales al contrato original, de 3.200 millones para la construcción de un tercer juego de esclusas.

‘El preaviso todavía no se ha retirado’, reconoció Manrique, pese a insistir en que se está ‘ante un inconveniente puntual que esperamos solucionar pronto’.

El administrador del Canal, Jorge Quijano, exige a GUPC levantar la amenaza sobre esta estratégica vía, por la que pasa el 5% del comercio mundial.

‘Esto va más allá del Canal de Panamá (…) Somos el límite entre las aspiraciones de un contratista y la realidad’, dijo Quijano este lunes, al señalar que la ACP no puede aceptar que la empresa aumente el precio final de la obra, fuera de contrato.

Para este lunes estaba prevista una reunión entre las dos partes y la empresa aseguradora Zürich América International, en la que parece se hablará sobre la fianza de 600 millones de dólares que salvaguarda la construcción del tercer juego de esclusas, pero fue suspendida, según una fuente de ACP, a petición de GUPC, bajo el argumento de que ‘no se encontraba preparado para la reunión’.

Amarrados al contrato

El conflicto motivó hace una semana la mediación en Panamá de la ministra española de Fomento, Ana Pastor, y el martes se abrió el diálogo, con Manrique y Quijano a la cabeza.

La ACP ofreció un anticipo de 100 millones de dólares para mantener activa la obra, pero GUPC pidió que el adelanto de ACP fuera de 400 millones y aceptó por su parte aportar otros 100 millones. Poco después, la empresa Impregilo de Italia, el otro socio importante del consorcio, propuso también a ACP que inyectara 1.000 millones.

‘Hay ofertas encima de la mesa en las cuales ellos ponen una parte y nosotros hemos puesto la otra parte’, afirmó Manrique, asegurando que las cosas ‘van bien’ sin dar detalles.

Quijano, que rechazó de plano la propuesta de Impregilo, insistió en que se debe respetar el contrato, que establece tres instancias para la solución de conflictos, la última un Tribunal en Miami.

‘No hemos dicho que no vamos a pagar (reclamaciones), pero por qué pagar por fuera si es obligatorio que cada reclamo se presente en las instancias del contrato. Yo no puedo actuar en otro escenario’, advirtió el administrador este lunes.

GUPC alega que los sobrecostes los originan ‘imprevistos’ e informes geológicos erróneos por parte de la ACP. ‘Nuestras reclamaciones son justas, razonables y plenamente justificadas’, sostuvo Manrique.

Pero, según el administrador, el consorcio tuvo durante 14 meses la información necesaria para hacer sus ‘pruebas de campo’ y ‘sus propios estudios’.

‘La idea era que ellos no escatimaran esfuerzos en sus estudios y análisis’, remarcó Quijano, quien al igual que el presidente Ricardo Martinelli, sostiene que las obras se concluirán con GUPC u otra empresa.

El proyecto de ampliación del Canal, de un coste de 5.200 millones dólares en total, está avanzado en un 72% y en la construcción de las nuevas esclusas, del 62%. Sin embargo, el ritmo de construcción bajó considerablemente tras la advertencia de suspensión.

La obra comenzó en 2009 y debía de terminar este año, en el centenario de la vía, pero lleva nueve meses de retraso y la nueva fecha de conclusión es junio de 2015.

El Canal fue inaugurado en 1914 por Estados Unidos y pasó a soberanía panameña en diciembre de 1999.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Semana crucial en el conflicto por la ampliación del Canal de Panamá

Redacción República
13 de enero, 2014

La administración del Canal de Panamá y el consorcio encargado de la ampliación de la vía entran este lunes, con posturas aún distantes, en una semana de negociaciones a contrarreloj para impedir que a partir del 20 de enero se paren las obras.

Sin definir aún una nueva reunión tras la efectuada la semana pasada, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) están tratando de resolver la crisis que estalló el 30 de diciembre, cuando el consorcio amenazó con suspender las obras debido a una crisis de flujo de caja.

‘Las obras continuarán, sólo contemplamos el escenario del acuerdo’, afirmó este lunes en Madrid Manuel Manrique, presidente de la constructora española Sacyr -socio mayoritario de GUPC-, quien viaja el martes a Panamá para seguir las pláticas.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

En su advertencia, GUPC impuso a la ACP un plazo de 21 días -que se cumplen el próximo lunes- para que atienda su reclamación de 1.600 millones de dólares por sobrecostes, adicionales al contrato original, de 3.200 millones para la construcción de un tercer juego de esclusas.

‘El preaviso todavía no se ha retirado’, reconoció Manrique, pese a insistir en que se está ‘ante un inconveniente puntual que esperamos solucionar pronto’.

El administrador del Canal, Jorge Quijano, exige a GUPC levantar la amenaza sobre esta estratégica vía, por la que pasa el 5% del comercio mundial.

‘Esto va más allá del Canal de Panamá (…) Somos el límite entre las aspiraciones de un contratista y la realidad’, dijo Quijano este lunes, al señalar que la ACP no puede aceptar que la empresa aumente el precio final de la obra, fuera de contrato.

Para este lunes estaba prevista una reunión entre las dos partes y la empresa aseguradora Zürich América International, en la que parece se hablará sobre la fianza de 600 millones de dólares que salvaguarda la construcción del tercer juego de esclusas, pero fue suspendida, según una fuente de ACP, a petición de GUPC, bajo el argumento de que ‘no se encontraba preparado para la reunión’.

Amarrados al contrato

El conflicto motivó hace una semana la mediación en Panamá de la ministra española de Fomento, Ana Pastor, y el martes se abrió el diálogo, con Manrique y Quijano a la cabeza.

La ACP ofreció un anticipo de 100 millones de dólares para mantener activa la obra, pero GUPC pidió que el adelanto de ACP fuera de 400 millones y aceptó por su parte aportar otros 100 millones. Poco después, la empresa Impregilo de Italia, el otro socio importante del consorcio, propuso también a ACP que inyectara 1.000 millones.

‘Hay ofertas encima de la mesa en las cuales ellos ponen una parte y nosotros hemos puesto la otra parte’, afirmó Manrique, asegurando que las cosas ‘van bien’ sin dar detalles.

Quijano, que rechazó de plano la propuesta de Impregilo, insistió en que se debe respetar el contrato, que establece tres instancias para la solución de conflictos, la última un Tribunal en Miami.

‘No hemos dicho que no vamos a pagar (reclamaciones), pero por qué pagar por fuera si es obligatorio que cada reclamo se presente en las instancias del contrato. Yo no puedo actuar en otro escenario’, advirtió el administrador este lunes.

GUPC alega que los sobrecostes los originan ‘imprevistos’ e informes geológicos erróneos por parte de la ACP. ‘Nuestras reclamaciones son justas, razonables y plenamente justificadas’, sostuvo Manrique.

Pero, según el administrador, el consorcio tuvo durante 14 meses la información necesaria para hacer sus ‘pruebas de campo’ y ‘sus propios estudios’.

‘La idea era que ellos no escatimaran esfuerzos en sus estudios y análisis’, remarcó Quijano, quien al igual que el presidente Ricardo Martinelli, sostiene que las obras se concluirán con GUPC u otra empresa.

El proyecto de ampliación del Canal, de un coste de 5.200 millones dólares en total, está avanzado en un 72% y en la construcción de las nuevas esclusas, del 62%. Sin embargo, el ritmo de construcción bajó considerablemente tras la advertencia de suspensión.

La obra comenzó en 2009 y debía de terminar este año, en el centenario de la vía, pero lleva nueve meses de retraso y la nueva fecha de conclusión es junio de 2015.

El Canal fue inaugurado en 1914 por Estados Unidos y pasó a soberanía panameña en diciembre de 1999.