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Sin choque de libertades

María Dolores Arias
01 de abril, 2015

La recién creada Fundación contra el Terrorismo Mediático –FTM- ha causado mucha controversia en Guatemala. El acuerdo 163-2015 del Ministerio de Gobernación –MinGob- que reconoce jurídicamente y aprueba los estatutos de la FTM es muy escueto, tan solo menciona que cumplió con los requisitos de ley y que cuenta con los dictámenes favorables de la Dirección de Asuntos Jurídicos del MinGob y de la Procuraduría General de la Nación –PGN-.

Muchos han sido los que se han expresado en contra de esta fundación ya que la consideran como una amenaza contra la libertad de expresión. Mientras que por parte de MinGob y PGN se han excusado diciendo que sólo han seguido los trámites que indica la ley.

Las autoridades han evadido la responsabilidad respecto a cuál de ellos debe verificar aspectos más allá de la tramitología, tales como analizar que el fin de estas organizaciones no vaya en contra de la ley. Es decir, que no sea posible registrar la “Fundación Amigos de lo Ajeno”, apelando a su derecho a la asociación y cuyo objetivo sea velar por los intereses de quienes obtienen mediante la fuerza la propiedad de otros, ¿o será que ya existe, porque cumplió con los trámites?

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Según el presidente Otto Pérez Molina, la fundación fue autorizada sobre la base del derecho a la libre asociación, es por ello que “hay un choque de libertades que establece la misma Constitución”. Es claro que el presidente confunde libertad con privilegios; la libertad no puede chocar contra sí misma. No existe tal colisión, es como intentar chocarse con usted mismo.

La libertad es una, es indivisible, varía en grados pero no en clase; así es como Friedrich Hayek habla acerca de la libertad y las libertades. Nos dice que la libertad es la ausencia de coacción arbitraria y nos alerta a no confundir la libertad con los permisos. Cuando en una sociedad empezamos a hablar de libertades y podemos ejercer solo algunas y no otras, estamos entonces ante una sociedad que vive más por permisos que en libertad.

Defender la libertad es defender el derecho a la vida misma. Ya que a través de la libertad podemos encaminar nuestros esfuerzos para sustentarla y perseguir el nivel de vida que aspiramos. Es a través de nuestra razón que dirigimos nuestros esfuerzos para tal fin, nos asociamos con otros, hacemos intercambios, adquirimos conocimientos y todo aquello que consideramos mejor promueve nuestros fines.

La libertad de expresión está garantizada por la mayoría de las Constituciones en el mundo ya que ha sido, a través de la historia, la mejor manera de limitar el poder del gobierno. La libertad de expresión es el cauce de nuestro razonamiento. Es mediante el intercambio de ideas, de cuestionamientos, como ha progresado nuestra civilización. Oponerse a ella es atentar contra la vida.

Uno de los errores más comunes es asociar la libertad de expresión exclusivamente con los periodistas y se ha llegado a creer que este derecho sólo aplica a quienes ejercen este oficio. Tal es la contradicción en esta creencia que sólo por el simple hecho de considerarlo exclusivo para un gremio dejaría de ser derecho para convertirse en un privilegio.

Otro error común es pensar que se debe regular la libertad de expresión mediante censores, fundaciones o cualquier otro grupo que se quiera auto-asignar la calidad moral para hacerlo. Esto es innecesario ya que existen leyes que protegen a la víctima de calumnia o difamación en el ámbito privado, no así a los gobernantes en su función pública.

Si usted no está de acuerdo con alguna opinión editorial o contenido de la noticia expresada en algún medio, puede hacer uso de esa misma libertad de expresión para manifestarse. Así como usted no puede impedir que se publique, tampoco le pueden impedir que se exprese. Así como usted no está obligado a financiar la publicación de ideas con las que está en desacuerdo, nadie está obligado con usted a financiarlo para que se exprese.

La creación de una Fundación contra el Terrorismo Mediático, cuyos objetivos parecen ser “la defensa del orden público y la lucha contra la información de medios de comunicación que demeriten el derecho de la persona humana, la institucionalidad pública y privada” es una contradicción al pretender defender un “derecho” atacando otro, es un sinsentido más de quienes pretenden a través de la fuerza imponer su visión del mundo al resto.

Intentos como la Fundación contra el Terrorismo Mediático son una amenaza para todos aquellos que pensamos y expresamos nuestras ideas a través de cualquier medio; son una amenaza para aquellos que deseamos vivir como seres humanos y no como borregos sacrificables.

@Md30

Facebook.com/mda30

Sin choque de libertades

María Dolores Arias
01 de abril, 2015

La recién creada Fundación contra el Terrorismo Mediático –FTM- ha causado mucha controversia en Guatemala. El acuerdo 163-2015 del Ministerio de Gobernación –MinGob- que reconoce jurídicamente y aprueba los estatutos de la FTM es muy escueto, tan solo menciona que cumplió con los requisitos de ley y que cuenta con los dictámenes favorables de la Dirección de Asuntos Jurídicos del MinGob y de la Procuraduría General de la Nación –PGN-.

Muchos han sido los que se han expresado en contra de esta fundación ya que la consideran como una amenaza contra la libertad de expresión. Mientras que por parte de MinGob y PGN se han excusado diciendo que sólo han seguido los trámites que indica la ley.

Las autoridades han evadido la responsabilidad respecto a cuál de ellos debe verificar aspectos más allá de la tramitología, tales como analizar que el fin de estas organizaciones no vaya en contra de la ley. Es decir, que no sea posible registrar la “Fundación Amigos de lo Ajeno”, apelando a su derecho a la asociación y cuyo objetivo sea velar por los intereses de quienes obtienen mediante la fuerza la propiedad de otros, ¿o será que ya existe, porque cumplió con los trámites?

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Según el presidente Otto Pérez Molina, la fundación fue autorizada sobre la base del derecho a la libre asociación, es por ello que “hay un choque de libertades que establece la misma Constitución”. Es claro que el presidente confunde libertad con privilegios; la libertad no puede chocar contra sí misma. No existe tal colisión, es como intentar chocarse con usted mismo.

La libertad es una, es indivisible, varía en grados pero no en clase; así es como Friedrich Hayek habla acerca de la libertad y las libertades. Nos dice que la libertad es la ausencia de coacción arbitraria y nos alerta a no confundir la libertad con los permisos. Cuando en una sociedad empezamos a hablar de libertades y podemos ejercer solo algunas y no otras, estamos entonces ante una sociedad que vive más por permisos que en libertad.

Defender la libertad es defender el derecho a la vida misma. Ya que a través de la libertad podemos encaminar nuestros esfuerzos para sustentarla y perseguir el nivel de vida que aspiramos. Es a través de nuestra razón que dirigimos nuestros esfuerzos para tal fin, nos asociamos con otros, hacemos intercambios, adquirimos conocimientos y todo aquello que consideramos mejor promueve nuestros fines.

La libertad de expresión está garantizada por la mayoría de las Constituciones en el mundo ya que ha sido, a través de la historia, la mejor manera de limitar el poder del gobierno. La libertad de expresión es el cauce de nuestro razonamiento. Es mediante el intercambio de ideas, de cuestionamientos, como ha progresado nuestra civilización. Oponerse a ella es atentar contra la vida.

Uno de los errores más comunes es asociar la libertad de expresión exclusivamente con los periodistas y se ha llegado a creer que este derecho sólo aplica a quienes ejercen este oficio. Tal es la contradicción en esta creencia que sólo por el simple hecho de considerarlo exclusivo para un gremio dejaría de ser derecho para convertirse en un privilegio.

Otro error común es pensar que se debe regular la libertad de expresión mediante censores, fundaciones o cualquier otro grupo que se quiera auto-asignar la calidad moral para hacerlo. Esto es innecesario ya que existen leyes que protegen a la víctima de calumnia o difamación en el ámbito privado, no así a los gobernantes en su función pública.

Si usted no está de acuerdo con alguna opinión editorial o contenido de la noticia expresada en algún medio, puede hacer uso de esa misma libertad de expresión para manifestarse. Así como usted no puede impedir que se publique, tampoco le pueden impedir que se exprese. Así como usted no está obligado a financiar la publicación de ideas con las que está en desacuerdo, nadie está obligado con usted a financiarlo para que se exprese.

La creación de una Fundación contra el Terrorismo Mediático, cuyos objetivos parecen ser “la defensa del orden público y la lucha contra la información de medios de comunicación que demeriten el derecho de la persona humana, la institucionalidad pública y privada” es una contradicción al pretender defender un “derecho” atacando otro, es un sinsentido más de quienes pretenden a través de la fuerza imponer su visión del mundo al resto.

Intentos como la Fundación contra el Terrorismo Mediático son una amenaza para todos aquellos que pensamos y expresamos nuestras ideas a través de cualquier medio; son una amenaza para aquellos que deseamos vivir como seres humanos y no como borregos sacrificables.

@Md30

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