La demostración pacífica que vimos el sábado, de repudio a la corrupción, cuando más de 15 mil personas entonaron el himno nacional, así como las muestras de solidaridad, de todas partes del planeta, de guatemaltecos y extranjeros que se unieron a la marcha para expresar su malestar, demostró que cuando los políticos no cumplen su papel para el cual fueron electos, los ciudadanos tiene la capacidad y el derecho de organizarse y manifestar su repudio, en defensa de la República.
Pero ¿qué fue lo que logró esa congregación nunca antes vista en el país? lo que vimos el sábado solo puede explicarse como una causa común que unifica a diferentes sectores, en las plazas centrales y los millones de mensajes que terminaban con #MarchaPacífica, demostraron que no importa si la persona es más de ideología de izquierda o de derecha, pobre o rico, trabajador, si trabaja a cuenta propia o si se es empresario, la corrupción tiene sus límites y la población, ahora hemos visto que ha expresado su malestar por los millones de quetzales que se han ido en actos ligados a malversación de fondos, defraudación aduanera, coimas, contrabando, pactos colectivos, contratos a empresas de personas sin escrúpulos y toda una estructura de mafias que se ha enquistado en el Estado. La población de una manera correcta, expresando su descontento de una forma democrática, ha decidido salir a las calles para decir que se debe continuar con las investigaciones e incluso solicitando la renuncia de algunos funcionarios.
Podríamos estar viendo el inicio de un movimiento social que ayude a generar cambios estructurales en las instituciones del país, que han excluido a muchos guatemaltecos. Es inaceptable que en una nación con tantas necesidades, la opulencia y ostentosidad de la mayoría de políticos, los lleve a buscar mecanismos para hacer negocios para sí mismos, olvidando las necesidades más básicas de aquellos que los llevaron al poder, incumpliendo los principios garantizados en la propia Constitución Política de la República.
Hay casos concretos de cómo la población puede organizarse, aún y cuando los políticos olviden siquiera que existen. Un ejemplo de ello, que es importante que todos conozcamos, es la Asociación Comunidad Esperanza adentro del basurero de Cobán, Alta Verapaz. Acá el personal hace milagros para darle oportunidades a cientos de niños y jóvenes, para darles una educación integral que les permita tener un mejor futuro. Proyectos como este nos hace ver por qué los guatemaltecos estamos cansados de tanta corrupción. Lo que vimos el sábado me recuerda aquella famosa expresión “tanto cae la gota al cántaro, que al final se rompe”. @jczapata_s
La demostración pacífica que vimos el sábado, de repudio a la corrupción, cuando más de 15 mil personas entonaron el himno nacional, así como las muestras de solidaridad, de todas partes del planeta, de guatemaltecos y extranjeros que se unieron a la marcha para expresar su malestar, demostró que cuando los políticos no cumplen su papel para el cual fueron electos, los ciudadanos tiene la capacidad y el derecho de organizarse y manifestar su repudio, en defensa de la República.
Pero ¿qué fue lo que logró esa congregación nunca antes vista en el país? lo que vimos el sábado solo puede explicarse como una causa común que unifica a diferentes sectores, en las plazas centrales y los millones de mensajes que terminaban con #MarchaPacífica, demostraron que no importa si la persona es más de ideología de izquierda o de derecha, pobre o rico, trabajador, si trabaja a cuenta propia o si se es empresario, la corrupción tiene sus límites y la población, ahora hemos visto que ha expresado su malestar por los millones de quetzales que se han ido en actos ligados a malversación de fondos, defraudación aduanera, coimas, contrabando, pactos colectivos, contratos a empresas de personas sin escrúpulos y toda una estructura de mafias que se ha enquistado en el Estado. La población de una manera correcta, expresando su descontento de una forma democrática, ha decidido salir a las calles para decir que se debe continuar con las investigaciones e incluso solicitando la renuncia de algunos funcionarios.
Podríamos estar viendo el inicio de un movimiento social que ayude a generar cambios estructurales en las instituciones del país, que han excluido a muchos guatemaltecos. Es inaceptable que en una nación con tantas necesidades, la opulencia y ostentosidad de la mayoría de políticos, los lleve a buscar mecanismos para hacer negocios para sí mismos, olvidando las necesidades más básicas de aquellos que los llevaron al poder, incumpliendo los principios garantizados en la propia Constitución Política de la República.
Hay casos concretos de cómo la población puede organizarse, aún y cuando los políticos olviden siquiera que existen. Un ejemplo de ello, que es importante que todos conozcamos, es la Asociación Comunidad Esperanza adentro del basurero de Cobán, Alta Verapaz. Acá el personal hace milagros para darle oportunidades a cientos de niños y jóvenes, para darles una educación integral que les permita tener un mejor futuro. Proyectos como este nos hace ver por qué los guatemaltecos estamos cansados de tanta corrupción. Lo que vimos el sábado me recuerda aquella famosa expresión “tanto cae la gota al cántaro, que al final se rompe”. @jczapata_s