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“Baldetti debe renunciar por su responsabilidad política”

Redacción República
06 de mayo, 2015

Luego de que estallara el escándalo de la captura una estructura criminal que defraudaba al fisco dentro de la misma Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) compuesta por funcionarios, exfuncionarios y particulares, el presidente Otto Pérez aseguró que crearía una comisión de alto nivel para rescatar a dicha entidad.

Se invitó a los economistas Raquel Zelaya, Mario García Lara, Richard Aitkenhead y Juan Alberto Fuentes Knight. Sin embargo, la noche de este lunes se dio a conocer que dicha instancia ha quedado desierta.

Fuentes Knight declinó la semana pasada y dio fuertes declaraciones al respecto, junto al Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), que incluían que la vicepresidenta Roxana Baldetti debía renunciar.

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La economista Raquel Zelaya, presidenta de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES) revela  detalles de esta comisión que no llegó a concretarse.

La comisión, ¿fue convocada por el presidente Otto Pérez?

Así se dijo pero realmente la comunicación siempre fue con el ministro de Finanzas, Dorval Carías.

¿Se reunieron alguna vez con Pérez?

No, él visitó el grupo G40  (compuesto por economistas y analistas) porque quería hablar de la situación de la SAT, lo hizo con varias instancias parecidas. En su visita, mencionó su intención de crear una comisión, dijo que pretendía que se encargara a la designación del nuevo directorio y superintendente.

Sin embargo, se habló que la ley no lo permite y sería una usurpación de funciones. Se convino que dicha comisión sería entonces un apoyo técnico para crear un proyecto de reforma para la SAT.

¿Llegaron a reunirse, a trabajar?

No, no llegamos a concretar nada. Luego de que 3 de nosotros aceptamos, vino una ola de politización de la situación pues no se veía como un aporte técnico para un proyecto sino que se le dio otra connotación.

¿Cuál era la intención de ustedes?

No íbamos a tener ni acuerdo gubernativo para nombrarnos ni íbamos a dar conferencias de prensa. Iba a ser un trabajo técnico poco glamoroso y de bajo perfil, pero en la crispación que hay en el ambiente se le dio otra connotación que no tenía. Tal vez se asumió que sí íbamos a intervenir en la elección del directorio y superintendente.

Luego sorpresivamente ICEFI junto a Fuentes Knight dieron declaraciones para no apoyar dicha comisión. Además, ofrecieron una metodología para hacer un proyecto de reforma.

¿Eso los motivó a declinar?

Sí, sobre todo por las dificultades que Guatemala afronta. Las reformas en la SAT son importantes, pero no amerita que haya dos proyectos distintos, como estamos en el mismo espíritu de contribuir decidimos declinar. No queremos crear conflictividad.

En la única aparición pública que tuvimos, en un programa nocturno de televisión, quedó muy claro que como nosotros nos veíamos no se correspondía a cómo la gente nos veía. Se le dio una dimensión que no tenía.

¿Siguen dispuestos a ayudar?

Por supuesto, si en algún momento podemos contribuir lo haremos con el proyecto que surja. Nuestro país está en una crisis muy grande.

¿Qué corresponde ahora?

Recomendaría que ICEFI explique su propuesta tan pronto como sea posible. Si no, quedaría un vacío y se perdería una oportunidad de mejorar a la SAT. Seguramente será un buen proyecto.

Se ha dicho, desde antes del escándalo, que la SAT debe cambiar, ¿ahora cómo ve esa posibilidad?

Las medidas que se contemplan van en la línea de rescatar la confianza en la institución, sobre todo teniendo mejores funcionarios, eligiéndolos mejor. El problema es el grado de excepticismo que hay, cuando existe ese muro es más difícil, la gente no va a confiar tan fácilmente. Los ánimos siguen inquietos porque en el fondo hay mucha indignación, con toda razón.

¿Deben seguirse con los mismos procedimientos?

El trabajo de las comisiones de postulación tiene partes buenas y otras complicadas, porque lo académico se politizó. Ya no se trata de tener a las personas más preparadas, sino es un asunto de reparto de cuotas de poder.

Al analizar las escuchas que hizo la CICIG, se puede apreciar que el proceso de nominación y elección no es el que estaba contaminado. El problema era que al llegar el funcionario lo absorbían en la estructura criminal, aunque allí podían decir que no.

Pero lo más penoso creo que todo está envuelto en una responsabilidad política, por lo que debe renunciar  la vicepresidenta Baldetti por su responsabilidad polítca.

¿Esto ayudaría a la situación actual?

Sí, gran parte de la crisis se pudiera atenuar con el retiro voluntario de ella. Conforme pasa el tiempo la indignación va subiendo, debe renunciar lo más pronto posible. Porque pudiera darse el caso de que aunque renuncie ya no será suficiente.

La cultura fiscal ha costado mucho fortalecerla, ¿hay un retroceso en este tema?

Sí, pero es muy importante que aunque estemos muy indignados y tengamos objeción de conciencia para pagar los impuestos, porque se cree que se lo robarán, no podemos pretender quedarnos con ese dinero.

En todo caso, esos fondos deberían canalizarse a donde se necesita con becas, medicinas, alimentos, mobiliario y un largo etcétera. De lo contrario, sacar ventaja de esta situación es evasión fiscal y moralmente está mal. Si ya habían carencias cuando pagábamos, si no lo hacemos la situación va a estar peor. Debemos recordar que al no pagar impuestos, tampoco podemos pedir cuentas.

Se insiste en saber quiénes fueron los que pagaron a La Línea para declarar menos impuestos…

Sí, se ha dicho que algunos de esos empresarios se vieron obligados a hacerlo, como una especie de extorsión. Por esa razón, la CICIG les dio la oportunidad de acercarse y aclarar su situación pero solo ha llegado uno. El listado de empresas involucradas existe pero están reuniendo pruebas para poder hacer juicios que lleven a condenas, de lo contrario saldrían libres fácilmente.

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“Baldetti debe renunciar por su responsabilidad política”

Redacción República
06 de mayo, 2015

Luego de que estallara el escándalo de la captura una estructura criminal que defraudaba al fisco dentro de la misma Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) compuesta por funcionarios, exfuncionarios y particulares, el presidente Otto Pérez aseguró que crearía una comisión de alto nivel para rescatar a dicha entidad.

Se invitó a los economistas Raquel Zelaya, Mario García Lara, Richard Aitkenhead y Juan Alberto Fuentes Knight. Sin embargo, la noche de este lunes se dio a conocer que dicha instancia ha quedado desierta.

Fuentes Knight declinó la semana pasada y dio fuertes declaraciones al respecto, junto al Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), que incluían que la vicepresidenta Roxana Baldetti debía renunciar.

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La economista Raquel Zelaya, presidenta de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES) revela  detalles de esta comisión que no llegó a concretarse.

La comisión, ¿fue convocada por el presidente Otto Pérez?

Así se dijo pero realmente la comunicación siempre fue con el ministro de Finanzas, Dorval Carías.

¿Se reunieron alguna vez con Pérez?

No, él visitó el grupo G40  (compuesto por economistas y analistas) porque quería hablar de la situación de la SAT, lo hizo con varias instancias parecidas. En su visita, mencionó su intención de crear una comisión, dijo que pretendía que se encargara a la designación del nuevo directorio y superintendente.

Sin embargo, se habló que la ley no lo permite y sería una usurpación de funciones. Se convino que dicha comisión sería entonces un apoyo técnico para crear un proyecto de reforma para la SAT.

¿Llegaron a reunirse, a trabajar?

No, no llegamos a concretar nada. Luego de que 3 de nosotros aceptamos, vino una ola de politización de la situación pues no se veía como un aporte técnico para un proyecto sino que se le dio otra connotación.

¿Cuál era la intención de ustedes?

No íbamos a tener ni acuerdo gubernativo para nombrarnos ni íbamos a dar conferencias de prensa. Iba a ser un trabajo técnico poco glamoroso y de bajo perfil, pero en la crispación que hay en el ambiente se le dio otra connotación que no tenía. Tal vez se asumió que sí íbamos a intervenir en la elección del directorio y superintendente.

Luego sorpresivamente ICEFI junto a Fuentes Knight dieron declaraciones para no apoyar dicha comisión. Además, ofrecieron una metodología para hacer un proyecto de reforma.

¿Eso los motivó a declinar?

Sí, sobre todo por las dificultades que Guatemala afronta. Las reformas en la SAT son importantes, pero no amerita que haya dos proyectos distintos, como estamos en el mismo espíritu de contribuir decidimos declinar. No queremos crear conflictividad.

En la única aparición pública que tuvimos, en un programa nocturno de televisión, quedó muy claro que como nosotros nos veíamos no se correspondía a cómo la gente nos veía. Se le dio una dimensión que no tenía.

¿Siguen dispuestos a ayudar?

Por supuesto, si en algún momento podemos contribuir lo haremos con el proyecto que surja. Nuestro país está en una crisis muy grande.

¿Qué corresponde ahora?

Recomendaría que ICEFI explique su propuesta tan pronto como sea posible. Si no, quedaría un vacío y se perdería una oportunidad de mejorar a la SAT. Seguramente será un buen proyecto.

Se ha dicho, desde antes del escándalo, que la SAT debe cambiar, ¿ahora cómo ve esa posibilidad?

Las medidas que se contemplan van en la línea de rescatar la confianza en la institución, sobre todo teniendo mejores funcionarios, eligiéndolos mejor. El problema es el grado de excepticismo que hay, cuando existe ese muro es más difícil, la gente no va a confiar tan fácilmente. Los ánimos siguen inquietos porque en el fondo hay mucha indignación, con toda razón.

¿Deben seguirse con los mismos procedimientos?

El trabajo de las comisiones de postulación tiene partes buenas y otras complicadas, porque lo académico se politizó. Ya no se trata de tener a las personas más preparadas, sino es un asunto de reparto de cuotas de poder.

Al analizar las escuchas que hizo la CICIG, se puede apreciar que el proceso de nominación y elección no es el que estaba contaminado. El problema era que al llegar el funcionario lo absorbían en la estructura criminal, aunque allí podían decir que no.

Pero lo más penoso creo que todo está envuelto en una responsabilidad política, por lo que debe renunciar  la vicepresidenta Baldetti por su responsabilidad polítca.

¿Esto ayudaría a la situación actual?

Sí, gran parte de la crisis se pudiera atenuar con el retiro voluntario de ella. Conforme pasa el tiempo la indignación va subiendo, debe renunciar lo más pronto posible. Porque pudiera darse el caso de que aunque renuncie ya no será suficiente.

La cultura fiscal ha costado mucho fortalecerla, ¿hay un retroceso en este tema?

Sí, pero es muy importante que aunque estemos muy indignados y tengamos objeción de conciencia para pagar los impuestos, porque se cree que se lo robarán, no podemos pretender quedarnos con ese dinero.

En todo caso, esos fondos deberían canalizarse a donde se necesita con becas, medicinas, alimentos, mobiliario y un largo etcétera. De lo contrario, sacar ventaja de esta situación es evasión fiscal y moralmente está mal. Si ya habían carencias cuando pagábamos, si no lo hacemos la situación va a estar peor. Debemos recordar que al no pagar impuestos, tampoco podemos pedir cuentas.

Se insiste en saber quiénes fueron los que pagaron a La Línea para declarar menos impuestos…

Sí, se ha dicho que algunos de esos empresarios se vieron obligados a hacerlo, como una especie de extorsión. Por esa razón, la CICIG les dio la oportunidad de acercarse y aclarar su situación pero solo ha llegado uno. El listado de empresas involucradas existe pero están reuniendo pruebas para poder hacer juicios que lleven a condenas, de lo contrario saldrían libres fácilmente.