Cuando analizo un tema tiendo a hacer una lista imaginaria de los pros y los contras, para luego decidir si los pros pesan más que los contras, siempre con mi filosofía de ver el vaso medio lleno, y no medio vacío. Esta vez me está costando llenar la lista positiva, quizás porque el cielo está nublado. El hecho es que tenemos un planeta hermoso, que según parece, estamos destruyendo a pasos agigantados. Entre nuestro egoísmo como especie, que ha no sólo borrado otras especies animales de la faz de la tierra, envenenado aguas, quemado bosques, destruido flora preciosa, sumado a nuestra manía de politizarlo todo, hemos llegado a acelerar el proceso de envejecimiento del planeta con nuestra contaminación desmedida del ambiente. De igual forma, por nuestra forma parcial de ver las cosas, hemos politizado el tema al máximo grado. En un nuevo estudio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA – National Oceanic and Atmospheric Administration) los expertos en materia actualizaron en noviembre recién pasado información sobre las discrepancias en la recopilación de datos de medición de temperatura que demuestran que no existe pausa alguna en el proceso de calentamiento climático. Más bien, aduce que los científicos “curiosamente” han tenido definiciones discrepantes sobre lo que constituye una “pausa” en materia, ya que cuando analizan cualquier etapa larga de la Historia climática del planeta se ve claramente la tendencia hacia el alza de la temperatura. Para rematarla, otro estudio de la NASA (Asociación Nacional de Aeronáutica y del Espacio) realizado con información no usada por el NOAA arrojó las mismas conclusiones sobre la famosa pausa.
El problema del calentamiento climático ha sido reconocido por lideres que van desde Bill Gates, que señala al calentamiento climático como un “problema terrible… que merece ser priorizado”, hasta el Republicano Mike Huckabee, candidato a la nominación para la Presidencia de su partido, quién ha dicho que sean o no los seres humanos los causantes del calentamiento climático, “tenemos la obligación de dejar el planeta en mejor forma de la que lo encontramos”.
Lo triste del caso es que el tema se ha polarizado dramáticamente. En Estados Unidos, nos guste o no, líder en el tema, el Rep. Lamar Smith (diputado Republicano de Texas), ex Presidente del Subcomité de Inmigración del Comité de lo Judicial de la Cámara de Representantes, y ex Presidente del mismo comité, que por cierto es enemigo férreo de cualquier cosa que suene a amnistía para los inmigrantes ilegales, es ahora el Presidente del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la misma Cámara. Con su tradicional mente cerrada y determinación ha tratado por todos los medios de desacreditar los estudios científicos, como lo reporta el Washington Post (WP) en su noticia del 4 de diciembre titulada “El calentamiento climático chispea una tormenta de fuego en el otrora adormentado Comité de la Cámara de Representantes”. Dice el WP que la pelea entre el Rep. Smith y la Jefe de la Bancada Demócrata del mismo Comité, la Rep. Eddie Bernice Johnson (Demócrata de Texas), quien tiene 22 años de estar en el comité, ha llegado a un bombardeo de cartas y declaraciones de medios detonado por los ataques de Smith contra los científicos acusándolos de alterar los datos de los estudios, y los de ella que llaman el enfoque de Smith una “caza de brujas” contra los científicos y las instituciones mencionadas. Todo porque Smith aduce que ella está simplemente apoyando al Presidente Obama. Es decir, por la típica cantaleta de Republicano vs Demócrata que en este caso pareciera un intento por tapar el sol con un dedo.
Para mientras, hemos visto fotografías de la NASA que muestran como la Antártida y la Antártica se están descongelando, Groenlandia se está derritiendo, y con ello el nivel del mar sube cada vez más. Áreas verdes y bosques se reducen, tenemos escasez de agua potable, el clima parece enloquecer, y para rematarla, en algunos países no se puede ni siquiera respirar como Dios manda. Los enemigos del “calentamiento climático” aducen que no existe tal calentamiento climático, pero en mi absoluta ignorancia, me parece un poco obvio que algo va muy mal en el planeta.
Guatemala, en representación de América Central, participó en la Cumbre Climática celebrada en París en noviembre recién pasado, para pedir al mundo industrializado que declaren nuestra región como “zona particularmente vulnerable” y nos den acceso a los programas de financiamiento para ayudar a los países en desarrollo a afrontar la crisis climática. Honduras, Nicaragua y Guatemala están entre los 10 países más afectados por los efectos del cambio climático, según el índice de riesgo global climático del 2016 de Germanwatch, estando nosotros en el décimo lugar entre 184 países.
Sin embargo, más allá de acuerdos internacionales o de leyes que nos obliguen, somos nosotros las personas individuales quienes debemos tomar conciencia de la realidad del planeta y desde la intimidad de nuestros hogares tratar de usar menos plástico, reciclar el vidrio, reciclar cartón y el mismo plástico. Debemos enseñar a nuestros hijos a no desperdiciar, a no maltratar la naturaleza en cualquiera de sus formas. Somos nosotros quienes debemos demostrar que merecemos este planeta, que merecemos este país hermoso en el que hemos nacido. El genio Stephen Hawkins nos dice que “estamos en peligro de destruirnos a nosotros mismos por nuestra avaricia y estupidez”. Creo que tiene razón.
Cuando analizo un tema tiendo a hacer una lista imaginaria de los pros y los contras, para luego decidir si los pros pesan más que los contras, siempre con mi filosofía de ver el vaso medio lleno, y no medio vacío. Esta vez me está costando llenar la lista positiva, quizás porque el cielo está nublado. El hecho es que tenemos un planeta hermoso, que según parece, estamos destruyendo a pasos agigantados. Entre nuestro egoísmo como especie, que ha no sólo borrado otras especies animales de la faz de la tierra, envenenado aguas, quemado bosques, destruido flora preciosa, sumado a nuestra manía de politizarlo todo, hemos llegado a acelerar el proceso de envejecimiento del planeta con nuestra contaminación desmedida del ambiente. De igual forma, por nuestra forma parcial de ver las cosas, hemos politizado el tema al máximo grado. En un nuevo estudio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA – National Oceanic and Atmospheric Administration) los expertos en materia actualizaron en noviembre recién pasado información sobre las discrepancias en la recopilación de datos de medición de temperatura que demuestran que no existe pausa alguna en el proceso de calentamiento climático. Más bien, aduce que los científicos “curiosamente” han tenido definiciones discrepantes sobre lo que constituye una “pausa” en materia, ya que cuando analizan cualquier etapa larga de la Historia climática del planeta se ve claramente la tendencia hacia el alza de la temperatura. Para rematarla, otro estudio de la NASA (Asociación Nacional de Aeronáutica y del Espacio) realizado con información no usada por el NOAA arrojó las mismas conclusiones sobre la famosa pausa.
El problema del calentamiento climático ha sido reconocido por lideres que van desde Bill Gates, que señala al calentamiento climático como un “problema terrible… que merece ser priorizado”, hasta el Republicano Mike Huckabee, candidato a la nominación para la Presidencia de su partido, quién ha dicho que sean o no los seres humanos los causantes del calentamiento climático, “tenemos la obligación de dejar el planeta en mejor forma de la que lo encontramos”.
Lo triste del caso es que el tema se ha polarizado dramáticamente. En Estados Unidos, nos guste o no, líder en el tema, el Rep. Lamar Smith (diputado Republicano de Texas), ex Presidente del Subcomité de Inmigración del Comité de lo Judicial de la Cámara de Representantes, y ex Presidente del mismo comité, que por cierto es enemigo férreo de cualquier cosa que suene a amnistía para los inmigrantes ilegales, es ahora el Presidente del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la misma Cámara. Con su tradicional mente cerrada y determinación ha tratado por todos los medios de desacreditar los estudios científicos, como lo reporta el Washington Post (WP) en su noticia del 4 de diciembre titulada “El calentamiento climático chispea una tormenta de fuego en el otrora adormentado Comité de la Cámara de Representantes”. Dice el WP que la pelea entre el Rep. Smith y la Jefe de la Bancada Demócrata del mismo Comité, la Rep. Eddie Bernice Johnson (Demócrata de Texas), quien tiene 22 años de estar en el comité, ha llegado a un bombardeo de cartas y declaraciones de medios detonado por los ataques de Smith contra los científicos acusándolos de alterar los datos de los estudios, y los de ella que llaman el enfoque de Smith una “caza de brujas” contra los científicos y las instituciones mencionadas. Todo porque Smith aduce que ella está simplemente apoyando al Presidente Obama. Es decir, por la típica cantaleta de Republicano vs Demócrata que en este caso pareciera un intento por tapar el sol con un dedo.
Para mientras, hemos visto fotografías de la NASA que muestran como la Antártida y la Antártica se están descongelando, Groenlandia se está derritiendo, y con ello el nivel del mar sube cada vez más. Áreas verdes y bosques se reducen, tenemos escasez de agua potable, el clima parece enloquecer, y para rematarla, en algunos países no se puede ni siquiera respirar como Dios manda. Los enemigos del “calentamiento climático” aducen que no existe tal calentamiento climático, pero en mi absoluta ignorancia, me parece un poco obvio que algo va muy mal en el planeta.
Guatemala, en representación de América Central, participó en la Cumbre Climática celebrada en París en noviembre recién pasado, para pedir al mundo industrializado que declaren nuestra región como “zona particularmente vulnerable” y nos den acceso a los programas de financiamiento para ayudar a los países en desarrollo a afrontar la crisis climática. Honduras, Nicaragua y Guatemala están entre los 10 países más afectados por los efectos del cambio climático, según el índice de riesgo global climático del 2016 de Germanwatch, estando nosotros en el décimo lugar entre 184 países.
Sin embargo, más allá de acuerdos internacionales o de leyes que nos obliguen, somos nosotros las personas individuales quienes debemos tomar conciencia de la realidad del planeta y desde la intimidad de nuestros hogares tratar de usar menos plástico, reciclar el vidrio, reciclar cartón y el mismo plástico. Debemos enseñar a nuestros hijos a no desperdiciar, a no maltratar la naturaleza en cualquiera de sus formas. Somos nosotros quienes debemos demostrar que merecemos este planeta, que merecemos este país hermoso en el que hemos nacido. El genio Stephen Hawkins nos dice que “estamos en peligro de destruirnos a nosotros mismos por nuestra avaricia y estupidez”. Creo que tiene razón.