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La pérdida de convicción de la civilización occidental, parte II

Nicholas Virzi
09 de diciembre, 2015

En la guerra declarada del terrorismo contra Occidente, la civilización occidental a civilización occidental esta confundida. Irónicamente, esta confusión la fomenta el movimiento progresista occidental que, curiosamente, parece detestar todo lo que se pudiera llamar occidental. Esto es verdaderamente llamativo, puesto que todo lo que entienden (y entendemos) como progreso en cualquier parte del mundo es 100% occidental. No obstante, en la concepción de sus presuntos elites culturales, Occidente niega su superioridad ante otras civilizaciones. Esto lo hace con sus equivocados conceptos “progresistas” de tolerancia y multiculturalismo. Occidente ya teme decir que es superior, y he aquí la raíz del problema.

Decir que Occidente es superior no es racismo ni discriminación, es un reconocimiento de la verdad aceptada de nuestros tiempos. A todas luces, es obvio que declarar la superioridad y supremacía de un conjunto de valores, principios y prácticas se trata de un tema eminente subjetivo. Sin embargo, es una subjetividad en la que todos que importamos participamos, particularmente los que ofenden y oponen a estas palabras.

Occidente es una idea, no una geografía. Hoy, los japonés son occidentales, así que no es cuestión de etnia ni raza. Reflexionemos un poquito. Solo se puede disputar la afirmación de la superioridad de Occidente de dos maneras, con los argumentos de Occidente, o con las herramientas de la barbarie. Para proceder, tendríamos que aceptar que el rechazo al marco axiológico occidental sería equivalente al aceptar la barbarie. Eso es relativamente fácil de resolver. Su humilde autor propone que todo lo que se considera bello, lindo, deseable, humano, integral, ético para la humanidad en el marco axiológico dominante de hoy en día, particularmente desde la perspectiva “progresista”, es occidental.[1]

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Por lo contrario, la técnica básica de convencimiento de la barbarie ya la conocemos, es violencia, con la instrumentalización de la emoción. Las técnicas de Occidente son el contraste de ideas, el debate racional sobre lo emocional. Esto implica tolerancia y apertura a otros puntos de vista. Aquí viene la raíz de la confusión occidental. Tolerancia no es criticar todo lo tuyo y aceptar todo lo ajeno, por encima de lo propio. Multiculturalismo no debe implicar la equivalencia moral entre la sociedad abierta, liberal y avanzada, y las que no lo son. Es bueno saber de otras culturas, pero cuando de Occidente se trata, es malo elevarlas al mismo nivel que la cultura propia. Nada bueno resultará de eso. No obstante, es así como se ha procedido en Europa y Estados Unidos en las últimas décadas. Según los progresistas, expresión máxima de los valores de Occidente, por cierto, son los pecados occidentales que ocasionan los errores del mundo no occidental. Mayor tontera no puede haber! Los costos de estos errores morales, lógicos y empíricos se están haciendo cada vez más evidentes, en Estados Unidos y Europa. Curiosamente, en las regiones donde impera por violencia el fundamentalismo islámico, estos procesos de auto cuestionamiento no dan fruto. Ni siquiera ocurren.

Es tremendamente irónico que los críticos mas fuertes de Occidente utilicen argumentos occidentales, especialmente los grupos radicales islámicos que operan dentro de Europa y Estados Unidos. Se quejan de todo, marginación, exclusión, discriminación, todos son términos que solo tienen sentido dentro de la civilización Occidental. A los no Occidentales, no les importa en lo más mínimo. Es como hablar de elecciones con un comunista.[2] Solo reflexionemos sobre la razón por qué Saddam Hussein y Mohamar Qaddafi por décadas no sufrían de inestabilidad … ellos aplastaban violentamente toda oposición. Vale recordar que los críticos de Occidente, incluso los progresistas occidentales de hoy, nunca reclaman a las dictaduras no occidentales los derechos civiles y humanos que viven reclamando a Occidente, cuando únicamente existen en Occidente.

[1] Aunque es curioso que muchos progresistas romantizan las civilizaciones pre-industriales, o pre-conquista del tercer mundo. Esto lo hacen porque la política de identidad racial/étnica lo manda, pero la verdad es que eso choca con toda lógica, y el resto de su conjunto de principios progresistas, como la equidad de genero, por ejemplo, que únicamente existe en Occidente.

[2] Los comunistas usaban las elecciones libres, imparciales y abiertas para llegar al poder, y luego las eliminaban.

La pérdida de convicción de la civilización occidental, parte II

Nicholas Virzi
09 de diciembre, 2015

En la guerra declarada del terrorismo contra Occidente, la civilización occidental a civilización occidental esta confundida. Irónicamente, esta confusión la fomenta el movimiento progresista occidental que, curiosamente, parece detestar todo lo que se pudiera llamar occidental. Esto es verdaderamente llamativo, puesto que todo lo que entienden (y entendemos) como progreso en cualquier parte del mundo es 100% occidental. No obstante, en la concepción de sus presuntos elites culturales, Occidente niega su superioridad ante otras civilizaciones. Esto lo hace con sus equivocados conceptos “progresistas” de tolerancia y multiculturalismo. Occidente ya teme decir que es superior, y he aquí la raíz del problema.

Decir que Occidente es superior no es racismo ni discriminación, es un reconocimiento de la verdad aceptada de nuestros tiempos. A todas luces, es obvio que declarar la superioridad y supremacía de un conjunto de valores, principios y prácticas se trata de un tema eminente subjetivo. Sin embargo, es una subjetividad en la que todos que importamos participamos, particularmente los que ofenden y oponen a estas palabras.

Occidente es una idea, no una geografía. Hoy, los japonés son occidentales, así que no es cuestión de etnia ni raza. Reflexionemos un poquito. Solo se puede disputar la afirmación de la superioridad de Occidente de dos maneras, con los argumentos de Occidente, o con las herramientas de la barbarie. Para proceder, tendríamos que aceptar que el rechazo al marco axiológico occidental sería equivalente al aceptar la barbarie. Eso es relativamente fácil de resolver. Su humilde autor propone que todo lo que se considera bello, lindo, deseable, humano, integral, ético para la humanidad en el marco axiológico dominante de hoy en día, particularmente desde la perspectiva “progresista”, es occidental.[1]

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Por lo contrario, la técnica básica de convencimiento de la barbarie ya la conocemos, es violencia, con la instrumentalización de la emoción. Las técnicas de Occidente son el contraste de ideas, el debate racional sobre lo emocional. Esto implica tolerancia y apertura a otros puntos de vista. Aquí viene la raíz de la confusión occidental. Tolerancia no es criticar todo lo tuyo y aceptar todo lo ajeno, por encima de lo propio. Multiculturalismo no debe implicar la equivalencia moral entre la sociedad abierta, liberal y avanzada, y las que no lo son. Es bueno saber de otras culturas, pero cuando de Occidente se trata, es malo elevarlas al mismo nivel que la cultura propia. Nada bueno resultará de eso. No obstante, es así como se ha procedido en Europa y Estados Unidos en las últimas décadas. Según los progresistas, expresión máxima de los valores de Occidente, por cierto, son los pecados occidentales que ocasionan los errores del mundo no occidental. Mayor tontera no puede haber! Los costos de estos errores morales, lógicos y empíricos se están haciendo cada vez más evidentes, en Estados Unidos y Europa. Curiosamente, en las regiones donde impera por violencia el fundamentalismo islámico, estos procesos de auto cuestionamiento no dan fruto. Ni siquiera ocurren.

Es tremendamente irónico que los críticos mas fuertes de Occidente utilicen argumentos occidentales, especialmente los grupos radicales islámicos que operan dentro de Europa y Estados Unidos. Se quejan de todo, marginación, exclusión, discriminación, todos son términos que solo tienen sentido dentro de la civilización Occidental. A los no Occidentales, no les importa en lo más mínimo. Es como hablar de elecciones con un comunista.[2] Solo reflexionemos sobre la razón por qué Saddam Hussein y Mohamar Qaddafi por décadas no sufrían de inestabilidad … ellos aplastaban violentamente toda oposición. Vale recordar que los críticos de Occidente, incluso los progresistas occidentales de hoy, nunca reclaman a las dictaduras no occidentales los derechos civiles y humanos que viven reclamando a Occidente, cuando únicamente existen en Occidente.

[1] Aunque es curioso que muchos progresistas romantizan las civilizaciones pre-industriales, o pre-conquista del tercer mundo. Esto lo hacen porque la política de identidad racial/étnica lo manda, pero la verdad es que eso choca con toda lógica, y el resto de su conjunto de principios progresistas, como la equidad de genero, por ejemplo, que únicamente existe en Occidente.

[2] Los comunistas usaban las elecciones libres, imparciales y abiertas para llegar al poder, y luego las eliminaban.