Se acercan las fiestas de fin de año y como es costumbre las canciones navideñas de tradición en los hogares guatemaltecos desde hace muchos años, pero ahora los atascos de carros en las calles, con los centros comerciales impenetrables evidencian el consumismo de nuestra sociedad.
Pero esos gustos, son solo para aquellos que tienen algún ingreso más o menos suficiente para darse esos lujos, y si no es posible el endeudamiento que logra en su momento, satisfacer esa necesidad de consumir.
Se estima que durante Navidad y vísperas de año nuevo, el incremento en las ventas es considerablemente alto, esto significa que durante las festividades la capacidad de pago de los guatemaltecos en teoría se incrementa, cosa que tiene ver con el pago del aguinaldo en el mejor de los casos.
Esto contrasta con los datos de pobreza en Guatemala en donde según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) el indicador de pobreza en Guatemala se dispara en un 70.3% de pobres, y que hace mella en el actuar de aquellos que nos hacemos llamar “comunes”.
Contradictorio se escuchan con estos números de pobreza los saqueos de las arcas del Estado por unos pocos que tienen acceso a esto, que lo único que hacen con estos actos desleales es socavar las aspiraciones de aquellos que quieren salir del estado de pobreza de una forma honesta y con esfuerzo, pero no pueden debido a que las oportunidades se vuelven escazas al no existir políticas de inversión y de remuneración laboral justa.
La pobreza que nos menciona (Cepal), se siente en carne propia basta con echar un vistazo a nuestro alrededor y con ello darnos cuenta que la pobreza de las y los guatemaltecos es impresionante, y que nos afecta no solo la forma de actuar sino la misma forma de comportarnos.
El reto de superar la pobreza es un esfuerzo en conjunto, en el cual todos los actores involucrados tienen que comprometerse de lleno, estos actores a mi juicio son el Estado que debe si o si establecer estrategias encaminadas a propiciar la inversión, la libre empresa, una regulación propicia y que beneficie a la mayoría, no solo para beneficiar a unos pocos.
Otro actor a agregar es el sector empresarial para generar empleos, pero no empleos de sobrevivencia, sino trabajos dignos con salarios capaces de darle estabilidad a una persona y satisfacer todas sus necesidades, el siguiente actor seriamos nosotros mismos quienes nos tenemos que comprometer a aprovechar al máximo las oportunidades que se nos brinden.
Los guatemaltecos somos gente trabajadora, innovadora, e inteligente, que busca oportunidades que en muchas ocasiones no están, pero como siempre marchamos, llenos de esperanza y fe que algún día sucederá, y seguramente esperando que se involucren a todos, y esperando que estos índices de pobreza sean mínimos y que nuestros hijos cuenten un mejor futuro.
“Erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia”. Nelson Mandela
Se acercan las fiestas de fin de año y como es costumbre las canciones navideñas de tradición en los hogares guatemaltecos desde hace muchos años, pero ahora los atascos de carros en las calles, con los centros comerciales impenetrables evidencian el consumismo de nuestra sociedad.
Pero esos gustos, son solo para aquellos que tienen algún ingreso más o menos suficiente para darse esos lujos, y si no es posible el endeudamiento que logra en su momento, satisfacer esa necesidad de consumir.
Se estima que durante Navidad y vísperas de año nuevo, el incremento en las ventas es considerablemente alto, esto significa que durante las festividades la capacidad de pago de los guatemaltecos en teoría se incrementa, cosa que tiene ver con el pago del aguinaldo en el mejor de los casos.
Esto contrasta con los datos de pobreza en Guatemala en donde según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) el indicador de pobreza en Guatemala se dispara en un 70.3% de pobres, y que hace mella en el actuar de aquellos que nos hacemos llamar “comunes”.
Contradictorio se escuchan con estos números de pobreza los saqueos de las arcas del Estado por unos pocos que tienen acceso a esto, que lo único que hacen con estos actos desleales es socavar las aspiraciones de aquellos que quieren salir del estado de pobreza de una forma honesta y con esfuerzo, pero no pueden debido a que las oportunidades se vuelven escazas al no existir políticas de inversión y de remuneración laboral justa.
La pobreza que nos menciona (Cepal), se siente en carne propia basta con echar un vistazo a nuestro alrededor y con ello darnos cuenta que la pobreza de las y los guatemaltecos es impresionante, y que nos afecta no solo la forma de actuar sino la misma forma de comportarnos.
El reto de superar la pobreza es un esfuerzo en conjunto, en el cual todos los actores involucrados tienen que comprometerse de lleno, estos actores a mi juicio son el Estado que debe si o si establecer estrategias encaminadas a propiciar la inversión, la libre empresa, una regulación propicia y que beneficie a la mayoría, no solo para beneficiar a unos pocos.
Otro actor a agregar es el sector empresarial para generar empleos, pero no empleos de sobrevivencia, sino trabajos dignos con salarios capaces de darle estabilidad a una persona y satisfacer todas sus necesidades, el siguiente actor seriamos nosotros mismos quienes nos tenemos que comprometer a aprovechar al máximo las oportunidades que se nos brinden.
Los guatemaltecos somos gente trabajadora, innovadora, e inteligente, que busca oportunidades que en muchas ocasiones no están, pero como siempre marchamos, llenos de esperanza y fe que algún día sucederá, y seguramente esperando que se involucren a todos, y esperando que estos índices de pobreza sean mínimos y que nuestros hijos cuenten un mejor futuro.
“Erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia”. Nelson Mandela