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Elección de gobernadores: una batalla crucial, descuidada

Redacción
31 de enero, 2016

La semana pasada se hizo pública la convocatoria para que las organizaciones de sociedad civil, representadas en los consejos de desarrollo, enviaran sus propuestas de candidatos para gobernador de sus respectivos departamentos. Históricamente los presidentes han nombrado a simpatizantes y activistas del partido oficial para estas posiciones. Este año sería una excepción a esta práctica, pues los bloques de sociedad civil se han involucrado en el proceso de postulación de candidatos.

El Presidente de la República no está obligado a escoger de la terna enviada por los departamentos. Sin embargo, el desgaste del sistema político tradicional, así como la falta de cuadros del partido de gobierno en los departamentos, podrían ser las variables que permitan una mayor influencia de parte de la sociedad en el nombramiento final.

La experiencia de participación ciudadana generó resultados mixtos. En algunos departamentos, como Suchitepéquez, Zacapa, o Quetzaltenango, el bloque de sociedad civil logró acuerdos para formular un proceso técnico y riguroso. Por ejemplo, se establecieron criterios de evaluación basados en la experiencia profesional, honorabilidad y proyección hacia la comunidad. Los candidatos fueron luego entrevistados, y los finalistas invitados a participar en foros públicos abiertos a la ciudadanía.

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En otros departamentos la experiencia no fue tan exitosa. La falta de organización y cohesión de los representantes de sociedad civil no permitió que se diera un procedimiento tan estructurado, aunque sí se logró en muchos casos el envío de expedientes a último minuto. La experiencia demostró la necesidad de fortalecer la participación ciudadana, y sobre todo, la cultura del diálogo y consenso.

Todo este proceso no ha recibido mucha atención en el ámbito nacional. El nombramiento de ministros y los salarios en el Congreso han dominado la agenda mediática. Sin embargo, considero importante dar seguimiento a los nombramientos hechos por el Presidente, pues los gobernadores, a pesar de no ser electos a través del voto popular, juegan un papel muy importante en el sistema político, sobre todo en la política local. Es de todos sabido que los gobernadores se han convertido en los últimos años en gestores de proyectos para los diputados distritales del partido de gobierno de turno. Esto se debe a que los gobernadores presiden los consejos de desarrollo, que reciben fondos para la realización de obras públicas en el territorio.

El involucramiento de la sociedad civil en la elección del gobernador es un paso importante hacia el fortalecimiento de la democracia en lo local. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa. La falta de un procedimiento establecido en la ley generó confusión en muchos departamentos sobre cuándo iniciar la recepción de expedientes y cómo conducir todo el proceso. Otra debilidad procedimental tuvo que ver con la fecha de la convocatoria. En varios departamentos el proceso inició desde el mes de noviembre, y eso permitió que hubiese suficiente tiempo para todas las fases de selección. En otros lugares, se esperó hasta la publicación de una convocatoria, la cual fue emitida la semana pasada y dio solamente dos días para el envío de expedientes. Esto generó dos problemas. Primero, no dio suficiente tiempo para aquellos departamentos que no habían comenzado su proceso de selección, y segundo, produjo cuestionamientos sobre la legalidad de lo realizado en aquellos departamentos donde ya se había finalizado el proceso.

La selección de ternas también sacó a luz los constantes cuestionamientos sobre la legitimidad de algunas representaciones de sociedad civil en los departamentos. Sin embargo, lo hecho por los ciudadanos en estos espacios, históricamente dominados por los alcaldes, gobernadores y delegados de gobierno, constituye un esfuerzo importante que debe ser valorado y por supuesto, mejorado en el futuro. Esperemos que el Presidente Morales evalúe las propuestas de sociedad civil, y ejerza el poder que le da la Constitución, para elegir a gobernadores capaces, honestos, que busquen el bien de su departamento, y no solamente el de sus diputados.

Elección de gobernadores: una batalla crucial, descuidada

Redacción
31 de enero, 2016

La semana pasada se hizo pública la convocatoria para que las organizaciones de sociedad civil, representadas en los consejos de desarrollo, enviaran sus propuestas de candidatos para gobernador de sus respectivos departamentos. Históricamente los presidentes han nombrado a simpatizantes y activistas del partido oficial para estas posiciones. Este año sería una excepción a esta práctica, pues los bloques de sociedad civil se han involucrado en el proceso de postulación de candidatos.

El Presidente de la República no está obligado a escoger de la terna enviada por los departamentos. Sin embargo, el desgaste del sistema político tradicional, así como la falta de cuadros del partido de gobierno en los departamentos, podrían ser las variables que permitan una mayor influencia de parte de la sociedad en el nombramiento final.

La experiencia de participación ciudadana generó resultados mixtos. En algunos departamentos, como Suchitepéquez, Zacapa, o Quetzaltenango, el bloque de sociedad civil logró acuerdos para formular un proceso técnico y riguroso. Por ejemplo, se establecieron criterios de evaluación basados en la experiencia profesional, honorabilidad y proyección hacia la comunidad. Los candidatos fueron luego entrevistados, y los finalistas invitados a participar en foros públicos abiertos a la ciudadanía.

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En otros departamentos la experiencia no fue tan exitosa. La falta de organización y cohesión de los representantes de sociedad civil no permitió que se diera un procedimiento tan estructurado, aunque sí se logró en muchos casos el envío de expedientes a último minuto. La experiencia demostró la necesidad de fortalecer la participación ciudadana, y sobre todo, la cultura del diálogo y consenso.

Todo este proceso no ha recibido mucha atención en el ámbito nacional. El nombramiento de ministros y los salarios en el Congreso han dominado la agenda mediática. Sin embargo, considero importante dar seguimiento a los nombramientos hechos por el Presidente, pues los gobernadores, a pesar de no ser electos a través del voto popular, juegan un papel muy importante en el sistema político, sobre todo en la política local. Es de todos sabido que los gobernadores se han convertido en los últimos años en gestores de proyectos para los diputados distritales del partido de gobierno de turno. Esto se debe a que los gobernadores presiden los consejos de desarrollo, que reciben fondos para la realización de obras públicas en el territorio.

El involucramiento de la sociedad civil en la elección del gobernador es un paso importante hacia el fortalecimiento de la democracia en lo local. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa. La falta de un procedimiento establecido en la ley generó confusión en muchos departamentos sobre cuándo iniciar la recepción de expedientes y cómo conducir todo el proceso. Otra debilidad procedimental tuvo que ver con la fecha de la convocatoria. En varios departamentos el proceso inició desde el mes de noviembre, y eso permitió que hubiese suficiente tiempo para todas las fases de selección. En otros lugares, se esperó hasta la publicación de una convocatoria, la cual fue emitida la semana pasada y dio solamente dos días para el envío de expedientes. Esto generó dos problemas. Primero, no dio suficiente tiempo para aquellos departamentos que no habían comenzado su proceso de selección, y segundo, produjo cuestionamientos sobre la legalidad de lo realizado en aquellos departamentos donde ya se había finalizado el proceso.

La selección de ternas también sacó a luz los constantes cuestionamientos sobre la legitimidad de algunas representaciones de sociedad civil en los departamentos. Sin embargo, lo hecho por los ciudadanos en estos espacios, históricamente dominados por los alcaldes, gobernadores y delegados de gobierno, constituye un esfuerzo importante que debe ser valorado y por supuesto, mejorado en el futuro. Esperemos que el Presidente Morales evalúe las propuestas de sociedad civil, y ejerza el poder que le da la Constitución, para elegir a gobernadores capaces, honestos, que busquen el bien de su departamento, y no solamente el de sus diputados.