Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Los inmigrantes ilegales y el fenómeno Trump, parte I

Nicholas Virzi
16 de marzo, 2016

En Latinoamérica, se levanta una delirante indignación contra la candidatura de Donald Trump para la nominación del partido Republicano para la Presidencia de Estados Unidos de América. Esto sucede principalmente porque Trump ha ofendido las sensibilidades de muchos latinos por la manera burda en la que se ha referido a los migrantes, especialmente los mexicanos. Trump ha dicho que la inmigración ilegal traía criminales de todo tipo.

Sería ridículo pensar otra cosa que la verdad. La verdad es que la gran mayoría de inmigrantes ilegales son gente trabajadora que emigra por razones económicas; no son criminales violentos. No obstante, no se puede negar la otra realidad, que es la verdad que explica por qué las palabras incendiarias de Trump han tenido tanto eco entre los Republicanos (y Demócratas) que están votando en las primarias Republicanas. La inmigración ilegal esta repleta de problemas sociales enormes.

La verdad incomoda es que la inmigración ilegal se asocia con muchísima criminalidad, y del peor tipo. La inmigración ilegal es un inhumano negocio no regulado de trata de personas, repleto de trasiego de drogas, violencia, violaciones, y hasta esclavitud. La inmigración ilegal a Estados Unidos esta asociada con altísimas tasas de los crímenes mas violentos. Y estos crímenes están particularmente concentrados en los Estados fronterizos con México. Es racional y de esperar que los votantes de estos Estados reaccionasen ante la falta de acción de su Gobierno para defenderlos.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Esta verdad, a la que debió haberse referido Trump, ofende a muchos auto denominados activistas latinos que jamás la discuten. Ante los hechos brutales, activistas latinos acusan de racismo a cualquiera que menciona los numerosos problemas asociados con la inmigración ilegal. Solo el decir que Estados Unidos debe proteger su frontera califica de racismo! La corrección política progresista ha tenido un éxito abrumador – nadie quiere ser tildado de ser racista, o agente del odio. El resultado es que nadie ha querido enfrentar el problema … hasta ahora, con Trump. Cuando se excluyen a las voces moderadas, no ha de sorprender que surjan voces más radicales.

La [irrelevante] verdad es que la gran mayoría de inmigrantes ilegales son gente decente, trabajadora, que busca hacerse una mejor vida en Estados Unidos. Emigran porque están hartos del bajo nivel de vida que se da en sus países de origen por falta de un Estado de derecho.

La realidad anteriormente descrita nos lleva a lo irónico. Los emigrantes buscan una mejor vida en Estados Unidos, que en gran parte tiene un mejor nivel de vida gracias a su mejor Estado de Derecho y el Imperio de la Ley que todavía existe en ese país. Es precisamente este Estado de Derecho que los activistas pro migrantes abogan por deshacer. Dar privilegios, derechos y beneficios estatales a inmigrantes ilegales por encima de los migrantes que obedecen honradamente a los procesos establecidos por el Estado Nación al que pretenden pertenecer no es nada mas que deshacer el Estado de Derecho. Al largo plazo, si se aceptaran las demandas de los grupos pro migrantes en Estados Unidos, ese país dejaría de ser diferente de los países que los mismos emigrantes han rechazado contundentemente. Esta lógica y realidad empírica hasta el peor educado y más marginado obrero, pero votante, Americano entiende. Los que no lo entienden son las élites políticas de Estados Unidos. 

[1] Lo mismo, por cierto, esta ocurriendo en Europa. En Europa, la gente en los países más progresistas del mundo se están rebelando en contra de sus élites políticas. El rechazo se da porque las élites políticas han entregado sus países a migrantes del Medio Oriente en cantidades masivas, a migrantes provenientes de culturas islámicas muy distintas a la Occidental. Esto ha resultado, predeciblemente, en los fuertes problemas de disparo en índices de criminalidad, y el siempre presente problema de asimilación del migrante.

Los inmigrantes ilegales y el fenómeno Trump, parte I

Nicholas Virzi
16 de marzo, 2016

En Latinoamérica, se levanta una delirante indignación contra la candidatura de Donald Trump para la nominación del partido Republicano para la Presidencia de Estados Unidos de América. Esto sucede principalmente porque Trump ha ofendido las sensibilidades de muchos latinos por la manera burda en la que se ha referido a los migrantes, especialmente los mexicanos. Trump ha dicho que la inmigración ilegal traía criminales de todo tipo.

Sería ridículo pensar otra cosa que la verdad. La verdad es que la gran mayoría de inmigrantes ilegales son gente trabajadora que emigra por razones económicas; no son criminales violentos. No obstante, no se puede negar la otra realidad, que es la verdad que explica por qué las palabras incendiarias de Trump han tenido tanto eco entre los Republicanos (y Demócratas) que están votando en las primarias Republicanas. La inmigración ilegal esta repleta de problemas sociales enormes.

La verdad incomoda es que la inmigración ilegal se asocia con muchísima criminalidad, y del peor tipo. La inmigración ilegal es un inhumano negocio no regulado de trata de personas, repleto de trasiego de drogas, violencia, violaciones, y hasta esclavitud. La inmigración ilegal a Estados Unidos esta asociada con altísimas tasas de los crímenes mas violentos. Y estos crímenes están particularmente concentrados en los Estados fronterizos con México. Es racional y de esperar que los votantes de estos Estados reaccionasen ante la falta de acción de su Gobierno para defenderlos.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Esta verdad, a la que debió haberse referido Trump, ofende a muchos auto denominados activistas latinos que jamás la discuten. Ante los hechos brutales, activistas latinos acusan de racismo a cualquiera que menciona los numerosos problemas asociados con la inmigración ilegal. Solo el decir que Estados Unidos debe proteger su frontera califica de racismo! La corrección política progresista ha tenido un éxito abrumador – nadie quiere ser tildado de ser racista, o agente del odio. El resultado es que nadie ha querido enfrentar el problema … hasta ahora, con Trump. Cuando se excluyen a las voces moderadas, no ha de sorprender que surjan voces más radicales.

La [irrelevante] verdad es que la gran mayoría de inmigrantes ilegales son gente decente, trabajadora, que busca hacerse una mejor vida en Estados Unidos. Emigran porque están hartos del bajo nivel de vida que se da en sus países de origen por falta de un Estado de derecho.

La realidad anteriormente descrita nos lleva a lo irónico. Los emigrantes buscan una mejor vida en Estados Unidos, que en gran parte tiene un mejor nivel de vida gracias a su mejor Estado de Derecho y el Imperio de la Ley que todavía existe en ese país. Es precisamente este Estado de Derecho que los activistas pro migrantes abogan por deshacer. Dar privilegios, derechos y beneficios estatales a inmigrantes ilegales por encima de los migrantes que obedecen honradamente a los procesos establecidos por el Estado Nación al que pretenden pertenecer no es nada mas que deshacer el Estado de Derecho. Al largo plazo, si se aceptaran las demandas de los grupos pro migrantes en Estados Unidos, ese país dejaría de ser diferente de los países que los mismos emigrantes han rechazado contundentemente. Esta lógica y realidad empírica hasta el peor educado y más marginado obrero, pero votante, Americano entiende. Los que no lo entienden son las élites políticas de Estados Unidos. 

[1] Lo mismo, por cierto, esta ocurriendo en Europa. En Europa, la gente en los países más progresistas del mundo se están rebelando en contra de sus élites políticas. El rechazo se da porque las élites políticas han entregado sus países a migrantes del Medio Oriente en cantidades masivas, a migrantes provenientes de culturas islámicas muy distintas a la Occidental. Esto ha resultado, predeciblemente, en los fuertes problemas de disparo en índices de criminalidad, y el siempre presente problema de asimilación del migrante.