El primer período ordinario de esta legislatura está marcado por escándalos mediáticos, más que por la aprobación de leyes importantes o una eficaz labor de fiscalización, lo que concluye en una pobre representación de los electores en el Congreso de la República.
La legislatura inició con un paso inesperado, sacó a relucir el número de contratos con altas remuneraciones, poniéndole fin a uno de los secretos mejor guardados. Esto abrió la puerta de un posible cambio al organismo más desacreditado.
La vieja política, ¿se refresca?
Las nuevas y numerosas contrataciones en varias direcciones del Congreso con salarios envidiables para cualquier guatemalteco, y una renegociación muerta del Pacto Colectivo, empezó a echar por tierra las presuntas intenciones de transformación del siempre polémico presidente Mario Taracena; sin embargo, para el político el balance es positivo.
En lo político, resalta la aprobación de la Ley Electoral. “Estamos trabajando en la segunda generación de reformas”, subraya. En cuanto al tema del pacto colectivo, reconoce que las pláticas con los sindicalistas no van por buen camino. “Se está acabando el diálogo, veo venir grandes problemas, pero sé que ganaremos la batalla”, destaca.
Sin embargo, las filtraciones más escandalosas provienen de la bancada oficial en donde el joven e inexperto diputado Juan Manuel Giordano, demuestra un desprecio por las instituciones democráticas, al revelar su intención de someter al gobernador de San Marcos.
De igual forma, el bloque del Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), está en el ojo del huracán luego de que trascendiera la forma abusiva y racista en la cual intentaron presionar a la gobernadora de Alta Verapaz, Estela Ventura, lo cual derivó en una denuncia y el inicio de un proceso de antejuicio para ocho de sus diputados.
De más a menos
El analista independiente, Pablo Boiton, considera favorables las acciones emprendidas por la actual legislatura; no obstante, las expectativas se enfriaron y van de más a menos, pues se requiere de mayor peso político para lograr cambios sustanciales.
En relación con las contrataciones de personal, Boiton da un voto de confianza si están encaminadas a perfeccionar los procesos legislativos, siempre y cuando se adhieran a la transparencia por medio de una remuneración “justa”, es decir, sin excesos.
“Si bien es lógico que existan nuevas contrataciones para echar a andar nuevos proyectos, si los salarios siguen siendo altos, el discurso de Taracena no va de la mano con los ofrecimientos de cambiar las cosas en el Congreso”, afirma.
Marroquín no descarta que de no cambiar el rumbo de las cosas, la población volverá a levantarse, pero esta vez contra los 158 diputados, con lo cual las voces de la depuración y por una nueva Asamblea Nacional Constituyente, se irán profundizando.
El primer período ordinario de esta legislatura está marcado por escándalos mediáticos, más que por la aprobación de leyes importantes o una eficaz labor de fiscalización, lo que concluye en una pobre representación de los electores en el Congreso de la República.
La legislatura inició con un paso inesperado, sacó a relucir el número de contratos con altas remuneraciones, poniéndole fin a uno de los secretos mejor guardados. Esto abrió la puerta de un posible cambio al organismo más desacreditado.
La vieja política, ¿se refresca?
Las nuevas y numerosas contrataciones en varias direcciones del Congreso con salarios envidiables para cualquier guatemalteco, y una renegociación muerta del Pacto Colectivo, empezó a echar por tierra las presuntas intenciones de transformación del siempre polémico presidente Mario Taracena; sin embargo, para el político el balance es positivo.
En lo político, resalta la aprobación de la Ley Electoral. “Estamos trabajando en la segunda generación de reformas”, subraya. En cuanto al tema del pacto colectivo, reconoce que las pláticas con los sindicalistas no van por buen camino. “Se está acabando el diálogo, veo venir grandes problemas, pero sé que ganaremos la batalla”, destaca.
Sin embargo, las filtraciones más escandalosas provienen de la bancada oficial en donde el joven e inexperto diputado Juan Manuel Giordano, demuestra un desprecio por las instituciones democráticas, al revelar su intención de someter al gobernador de San Marcos.
De igual forma, el bloque del Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), está en el ojo del huracán luego de que trascendiera la forma abusiva y racista en la cual intentaron presionar a la gobernadora de Alta Verapaz, Estela Ventura, lo cual derivó en una denuncia y el inicio de un proceso de antejuicio para ocho de sus diputados.
De más a menos
El analista independiente, Pablo Boiton, considera favorables las acciones emprendidas por la actual legislatura; no obstante, las expectativas se enfriaron y van de más a menos, pues se requiere de mayor peso político para lograr cambios sustanciales.
En relación con las contrataciones de personal, Boiton da un voto de confianza si están encaminadas a perfeccionar los procesos legislativos, siempre y cuando se adhieran a la transparencia por medio de una remuneración “justa”, es decir, sin excesos.
“Si bien es lógico que existan nuevas contrataciones para echar a andar nuevos proyectos, si los salarios siguen siendo altos, el discurso de Taracena no va de la mano con los ofrecimientos de cambiar las cosas en el Congreso”, afirma.
Marroquín no descarta que de no cambiar el rumbo de las cosas, la población volverá a levantarse, pero esta vez contra los 158 diputados, con lo cual las voces de la depuración y por una nueva Asamblea Nacional Constituyente, se irán profundizando.