Escribo estas líneas desde la ciudad de San Antonio Texas, la cual visito por placer, en compañía de mis dos hijos. Lejos de la Patria pero bien enterado de lo que sucede en el “País de la eterna Primavera”, gracias a las redes sociales y a mi “smart phone”, de donde “texteo” esta columna.
Hoy por la mañana tuve la dicha de conocer el monumento histórico de “La Misión Del Álamo” ícono de la independencia de la República de Texas, cuando se separó de México en 1836 y sitio donde se libró una de las más épicas batallas por la libertad. Los rebeldes texanos no abandonaron su posición ante las fuerzas del General Santa Anna, que los superaban por más de tres a uno. Todos los rebeldes murieron, según las versiones históricas más aceptadas.
Mientras tanto en Guatemala, al amanecer, CODECA tomaba y dificultaba el paso en las principales carreteras del país, algunos puntos como la entrada a Reu, totalmente bloqueada. En la finca El Murciélago, ubicada en El Estor, Izabal, la PNC era recibida a balazos cuando cumplía una orden judicial de desalojo contra unos 350 invasores. Se reportaron varios agentes heridos.
CODECA, CUC, FUNDACIÓN TURCIOS LIMA y “otras malas hierbas”, en opinión de este servidor, se han convertido en verdaderas organizaciones beligerantes y peligrosas, y para peor de males, con una descarada tendencia marxista. Extorsionistas profesionales y vividores de la ayuda de gobiernos europeos, nórdicos y hasta norteamericano, exigen tierras, expropiaciones, reforma agraria, nacionalización de la energía eléctrica, modificaciones a la Constitución, privilegios hacia sus miembros por cuestión de etnia, derecho ancestral y hasta la renuncia del Señor Presidente.
Pretensiones que a cualquier persona que durante el día solamente nos dedicamos a trabajar y producir, nos parecen una tremendísima estupidez. Estoy seguro que la mayoría de personas que ellos dicen representar, campesinos, indígenas y otros de los llamados grupos vulnerables, ni se enteran sobre qué versan las peticiones de estos dirigentes del caos ciudadano.
Las protestas y escándalos de estos grupos no cuentan con el apoyo de la mayoría de guatemaltecos decentes y trabajadores y por eso la protesta de CODECA de hoy no bloqueó en su totalidad el paso vehicular. Esto puede verse como un avance y cambio de postura por parte de las mentadas organizaciones, pero en círculos de seguridad e inteligencia ya se habla de que solamente están experimentando nuevas estrategias para futuras actividades. Todo lo tienen fríamente calculado.
Además, el hecho de que los manifestantes e invasores aupados por estas organizaciones estén armados, es un hecho a ponerle mucha atención. Una turba de zombis enfurecida y armada, fácilmente puede atentar contra la vida, la libertad y la propiedad de cualquiera de nosotros. Hoy son invasiones a fincas rústicas, mañana serán a terrenos urbanos y luego hasta nuestras propias viviendas. La agenda marxista así lo contempla.
Pero como en el Álamo, habremos muchos ciudadanos guatemaltecos de paz, que amamos la libertad pero que jamás dejaremos que unos criminales “intrusos de porra” atenten contra nuestros derechos individuales más preciados ni contra nuestras familias. Los defenderemos con la ley o con las armas.
República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo
Escribo estas líneas desde la ciudad de San Antonio Texas, la cual visito por placer, en compañía de mis dos hijos. Lejos de la Patria pero bien enterado de lo que sucede en el “País de la eterna Primavera”, gracias a las redes sociales y a mi “smart phone”, de donde “texteo” esta columna.
Hoy por la mañana tuve la dicha de conocer el monumento histórico de “La Misión Del Álamo” ícono de la independencia de la República de Texas, cuando se separó de México en 1836 y sitio donde se libró una de las más épicas batallas por la libertad. Los rebeldes texanos no abandonaron su posición ante las fuerzas del General Santa Anna, que los superaban por más de tres a uno. Todos los rebeldes murieron, según las versiones históricas más aceptadas.
Mientras tanto en Guatemala, al amanecer, CODECA tomaba y dificultaba el paso en las principales carreteras del país, algunos puntos como la entrada a Reu, totalmente bloqueada. En la finca El Murciélago, ubicada en El Estor, Izabal, la PNC era recibida a balazos cuando cumplía una orden judicial de desalojo contra unos 350 invasores. Se reportaron varios agentes heridos.
CODECA, CUC, FUNDACIÓN TURCIOS LIMA y “otras malas hierbas”, en opinión de este servidor, se han convertido en verdaderas organizaciones beligerantes y peligrosas, y para peor de males, con una descarada tendencia marxista. Extorsionistas profesionales y vividores de la ayuda de gobiernos europeos, nórdicos y hasta norteamericano, exigen tierras, expropiaciones, reforma agraria, nacionalización de la energía eléctrica, modificaciones a la Constitución, privilegios hacia sus miembros por cuestión de etnia, derecho ancestral y hasta la renuncia del Señor Presidente.
Pretensiones que a cualquier persona que durante el día solamente nos dedicamos a trabajar y producir, nos parecen una tremendísima estupidez. Estoy seguro que la mayoría de personas que ellos dicen representar, campesinos, indígenas y otros de los llamados grupos vulnerables, ni se enteran sobre qué versan las peticiones de estos dirigentes del caos ciudadano.
Las protestas y escándalos de estos grupos no cuentan con el apoyo de la mayoría de guatemaltecos decentes y trabajadores y por eso la protesta de CODECA de hoy no bloqueó en su totalidad el paso vehicular. Esto puede verse como un avance y cambio de postura por parte de las mentadas organizaciones, pero en círculos de seguridad e inteligencia ya se habla de que solamente están experimentando nuevas estrategias para futuras actividades. Todo lo tienen fríamente calculado.
Además, el hecho de que los manifestantes e invasores aupados por estas organizaciones estén armados, es un hecho a ponerle mucha atención. Una turba de zombis enfurecida y armada, fácilmente puede atentar contra la vida, la libertad y la propiedad de cualquiera de nosotros. Hoy son invasiones a fincas rústicas, mañana serán a terrenos urbanos y luego hasta nuestras propias viviendas. La agenda marxista así lo contempla.
Pero como en el Álamo, habremos muchos ciudadanos guatemaltecos de paz, que amamos la libertad pero que jamás dejaremos que unos criminales “intrusos de porra” atenten contra nuestros derechos individuales más preciados ni contra nuestras familias. Los defenderemos con la ley o con las armas.
República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo