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La victoria de Trump es una victoria del anti-político

Redacción
10 de noviembre, 2016
Por Sebastián Ortiz

El día de ayer se vivió quizás la elección presidencial de Estados Unidos más memorable de la historia. Hillary Clinton, ex primera dama y secretaria de estado, que representaba el establecimiento político americano en toda su expresión por los Demócratas y por el otro lado Donald Trump, el controversial empresario que a pesar de ser candidato por el partido Republicano no representaba las bases conservadoras del propio partido y mucho menos el aparato político tradicional.

En contra de todas las expectativas y proyecciones de prácticamente todos los medios de comunicación del país, Trump, con sus ofertas de talla populista que atrajo mucho mas del voto laboral blanco, saco la victoria que casi nadie esperaba en una noche que nadie se le olvidara.
La victoria de Trump es una victoria del anti-político que ofrece deshacer mucho de lo hecho por Barak Obama en sus ocho años de gobierno.  La derrota de Hillary Clinton no solo es una derrota para ella en lo personal y el fracaso político quizás más grande de la historia de Estados Unidos, sino un rechazo al establecimiento político tradicional en general y Demócrata en particular y de todos los medios de comunicación de talla liberal que lo representa.
Queda demostrado que Estados Unidos es un país dividido después de ocho años de gobierno de Barak Obama quien seguramente debe tomar gran parte de responsabilidad de lo sucedido el día de ayer. Él también perdió esta elección.

La victoria de Trump es una victoria del anti-político

Redacción
10 de noviembre, 2016
Por Sebastián Ortiz

El día de ayer se vivió quizás la elección presidencial de Estados Unidos más memorable de la historia. Hillary Clinton, ex primera dama y secretaria de estado, que representaba el establecimiento político americano en toda su expresión por los Demócratas y por el otro lado Donald Trump, el controversial empresario que a pesar de ser candidato por el partido Republicano no representaba las bases conservadoras del propio partido y mucho menos el aparato político tradicional.

En contra de todas las expectativas y proyecciones de prácticamente todos los medios de comunicación del país, Trump, con sus ofertas de talla populista que atrajo mucho mas del voto laboral blanco, saco la victoria que casi nadie esperaba en una noche que nadie se le olvidara.
La victoria de Trump es una victoria del anti-político que ofrece deshacer mucho de lo hecho por Barak Obama en sus ocho años de gobierno.  La derrota de Hillary Clinton no solo es una derrota para ella en lo personal y el fracaso político quizás más grande de la historia de Estados Unidos, sino un rechazo al establecimiento político tradicional en general y Demócrata en particular y de todos los medios de comunicación de talla liberal que lo representa.
Queda demostrado que Estados Unidos es un país dividido después de ocho años de gobierno de Barak Obama quien seguramente debe tomar gran parte de responsabilidad de lo sucedido el día de ayer. Él también perdió esta elección.