Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

“¿Que esperar en el 2017?”

Ramon Parellada
05 de enero, 2017

A inicio de año abundan las predicciones de lo que va a pasar económicamente en el país.  Es muy arriesgado animarse a hacer estas predicciones pero es común intentar tener un panorama económico de lo que uno espera que ocurra en el 2017 para poder tener una mejor planificación en cuanto a las empresas que ya están funcionando en el país.  Si hay que hacer ajustes porque las proyecciones cambian pues se hacen los ajustes en el camino.  Aquí voy. 

A pesar del gobierno que se estrenaba y de un Congreso desastroso, el año pasado fue un año bueno.  El crecimiento económico fue positivo de aproximadamente un 3.3% (la cifra es estimada) aunque es insuficiente en un país pobre como el nuestro y debió haber sido mucho mayor si no hubiera sido por el tortuguismo del gobierno debido a su aprendizaje y al temor de emitir licencias  y permisos por causa del exceso de regulación e intervención estatal.    

Para el 2017 no se espera mayor cambio en el crecimiento económico.  Posiblemente se crezca en términos reales alrededor del 3.5%.  Sigue siendo un crecimiento insuficiente aunque positivo.  Para crecer a tasas mayores es fundamental desregular. Guatemala está llena de regulaciones y no se visualiza una reducción de las mismas sino que cada día los diputados traen a la mesa de discusiones más y novedosos proyectos de leyes que provocarán una mayor desaceleración en nuestra economía.  

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

En Guatemala debemos crecer a tasas entre el 8 y el 10% en términos reales para poder llegar a tener el Ingreso per cápita de los países desarrollados en al menos 25 años y no esperar casi 150 años a las tasas de crecimiento económico actuales. ¿Por qué?  Porque a estas tasas hay que restarles el crecimiento poblacional y al final una tasa del 3.3% se convierte en un crecimiento anual per cápita menor que el 1%.  Lamentablemente esta no es la prioridad de quienes nos gobiernan y seguiremos teniendo crecimientos positivos por inercia pero mediocres.

Se viene una Reforma Fiscal.  Esta puede ser positiva para el crecimiento económico si se simplifica el sistema tributario y las tasas bajan.  Incluso si se lograran eliminar algunos impuestos el país despegaría enormemente.  En este caso la economía informal disminuiría también.  Pero podría ser negativa si se complica aún más el sistema tributario y se suben las tasas o se crean nuevos impuestos.  Me temo que lo segundo es lo que está en la mente de algunos funcionarios del gobierno.

En cuestión de salarios mínimos, el gobierno cometió un grave error al seguir con la misma política de los gobiernos anteriores.  De por sí, el salario mínimo legal ya está encima del salario de mercado y aumentarlo lo aleja aún más.  Esto provoca desempleo.  Por consiguiente, el gobierno aplicó una política que causa desempleo.  Ciertamente, algunas empresas e industrias podrán hacer frente a este salario pero la mayoría de personas en el interior del país no podrán ser contratadas formalmente.  Tampoco podrán sostener estos salarios algunas empresas que comienzan o que son marginales.  ¿Cuántas personas perderán sus empleos o cuántas dejarán de encontrar un trabajo debido a estas obsoleta y nefasta política?  No lo sé, pero lo seguro es que causará desempleo y se incrementará la economía informal.

Todos nos quejamos de la cantidad de economía informal que existe en el país.  ¿Cómo no va a haber economía informal si nuestro sistema impositivo es complicado y tedioso?  ¿Cómo no va a incrementarse la economía informal y reducirse el empleo formal si cada año se incrementan los salarios mínimos dejándolos cada vez más lejos del salario de mercado?  ¿Cómo esperan los funcionarios del gobierno reducir la informalidad si cada día hay más regulaciones y ser formal es más y más complicado?   

El precio del petróleo ha subido y se espera que ya no disminuya a los niveles que tuvimos en el 2016.  Es posible que el precio oscile alrededor de los US.$.50 y US.$.60 el barril del petróleo WTI ( West Texas Intermediate ).  Aunque también es cierto que a estos niveles se vuelve atractivo para los que pueden producir en Estados Unidos a través del “fracking” (Fracturación hidráulica) puesto que esta técnica es más barata y fácil de implementar que los grandes pozos petroleros.  Esto haría que el precio del petróleo no se incremente dado que la oferta restringida por los países miembros de la OPEP podrá ser compensada rápidamente por los países no miembros. 

Si bien, los combustibles y los derivados tienden a incrementar su precio, la energía eléctrica seguirá baja en el 2017 debido al exceso relativo de oferta sobre su demanda.  Hoy tenemos una buena competencia en Guatemala y una sobreoferta de productores de energía eléctrica que favorecen que exista una oferta relativamente mayor a la demanda.  Esto implica que seguiremos gozando precios relativamente bajos de la energía eléctrica tanto para la industria como para los hogares.

En cuanto a la violencia homicida, en el 2015 cerramos  con una cifra de alrededor de 29.5 homicidios por cada 100,000 habitantes.  La tendencia a la baja se demostró con la cifra del 2016 que se espera que esté sea aproximadamente de 27 homicidios por cada 100,000 habitantes.  La tasa es aún muy elevada pero lo positivo es que la tendencia sigue disminuyendo.  Algo bueno está ocurriendo entre las fuerzas de seguridad y el sistema de justicia que están lográndose resultados positivos.  Esperemos que en el 2017 bajemos esta cifra en un porcentaje mucho mayor aunque si logramos que cerremos con menos de 25 por cada 100,000 habitantes habremos avanzado bastante.

La inflación en el 2016 cerrará alrededor del 4.7%.    Para este año no se espera mayor variación y posiblemente terminemos por encima del 4.5%.  La política del Banco de Guatemala de comprar dólares es monetizaste y eso presiona la inflación hacia el alza.  Si bien esos quetzales monetizados por esta razón, son recogidos por el Banco de Guatemala y luego generan un alto costo para el mismo Banco y el país, costo que debería estar pagando el gobierno central todos los años pero no lo hizo durante los cuatro años del gobierno pasado.  Saquí hay un serio problema y veremos si este año si se paga lo que el gobierno le debe al Banco de Guatemala.  Si no lo hace, la monetización seguirá causando inflación que ya de por si a mí me parece demasiado alta. 

El tipo de cambio se ha apreciado y creo que lo seguirá haciendo en el 2017 si es que las presiones de algunos exportadores y economistas son sobre la Junta Monetaria son dejadas a un lado.  Deberían ignorarse ya que no queremos un tipo de cambio artificialmente devaluado.  Se necesita un tipo de cambio de mercado, que no favorezca ni desfavorezca ni a un grupo ni a otro.  

Considero que seguirán entrando muchos dólares por las remesas de los guatemaltecos viviendo en Estados Unidos. Yo esperaría que en el 2017 el tipo de cambio se aprecie todavía un poco más.  Podríamos terminar alrededor de Q.7.20 si el Banco de Guatemala no interviniera tanto. 

Para reducir efectivamente la pobreza del país en forma más rápida y llegar a niveles de país desarrollado la prioridad es que hagamos todo lo necesario para lograr crecimientos económicos a mayores tasas.  Esto debería ser el objetivo del gobierno y de los diputados del Congreso de la República.  No se logrará con más regulaciones ni con las políticas redistribucioncitas de los últimos cuarenta años que nos han sumido en una empobrecedora estabilidad.  Tampoco se logrará con aferrarse a prácticas que causan desempleo como los tradicionales incrementos y fijación de salarios mínimos cada año que al final están por encima del salario de mercado y causan desempleo.  Mucho menos con reformas fiscales que complican el sistema tributario e incrementan las tasas impositivas. 

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo

“¿Que esperar en el 2017?”

Ramon Parellada
05 de enero, 2017

A inicio de año abundan las predicciones de lo que va a pasar económicamente en el país.  Es muy arriesgado animarse a hacer estas predicciones pero es común intentar tener un panorama económico de lo que uno espera que ocurra en el 2017 para poder tener una mejor planificación en cuanto a las empresas que ya están funcionando en el país.  Si hay que hacer ajustes porque las proyecciones cambian pues se hacen los ajustes en el camino.  Aquí voy. 

A pesar del gobierno que se estrenaba y de un Congreso desastroso, el año pasado fue un año bueno.  El crecimiento económico fue positivo de aproximadamente un 3.3% (la cifra es estimada) aunque es insuficiente en un país pobre como el nuestro y debió haber sido mucho mayor si no hubiera sido por el tortuguismo del gobierno debido a su aprendizaje y al temor de emitir licencias  y permisos por causa del exceso de regulación e intervención estatal.    

Para el 2017 no se espera mayor cambio en el crecimiento económico.  Posiblemente se crezca en términos reales alrededor del 3.5%.  Sigue siendo un crecimiento insuficiente aunque positivo.  Para crecer a tasas mayores es fundamental desregular. Guatemala está llena de regulaciones y no se visualiza una reducción de las mismas sino que cada día los diputados traen a la mesa de discusiones más y novedosos proyectos de leyes que provocarán una mayor desaceleración en nuestra economía.  

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

En Guatemala debemos crecer a tasas entre el 8 y el 10% en términos reales para poder llegar a tener el Ingreso per cápita de los países desarrollados en al menos 25 años y no esperar casi 150 años a las tasas de crecimiento económico actuales. ¿Por qué?  Porque a estas tasas hay que restarles el crecimiento poblacional y al final una tasa del 3.3% se convierte en un crecimiento anual per cápita menor que el 1%.  Lamentablemente esta no es la prioridad de quienes nos gobiernan y seguiremos teniendo crecimientos positivos por inercia pero mediocres.

Se viene una Reforma Fiscal.  Esta puede ser positiva para el crecimiento económico si se simplifica el sistema tributario y las tasas bajan.  Incluso si se lograran eliminar algunos impuestos el país despegaría enormemente.  En este caso la economía informal disminuiría también.  Pero podría ser negativa si se complica aún más el sistema tributario y se suben las tasas o se crean nuevos impuestos.  Me temo que lo segundo es lo que está en la mente de algunos funcionarios del gobierno.

En cuestión de salarios mínimos, el gobierno cometió un grave error al seguir con la misma política de los gobiernos anteriores.  De por sí, el salario mínimo legal ya está encima del salario de mercado y aumentarlo lo aleja aún más.  Esto provoca desempleo.  Por consiguiente, el gobierno aplicó una política que causa desempleo.  Ciertamente, algunas empresas e industrias podrán hacer frente a este salario pero la mayoría de personas en el interior del país no podrán ser contratadas formalmente.  Tampoco podrán sostener estos salarios algunas empresas que comienzan o que son marginales.  ¿Cuántas personas perderán sus empleos o cuántas dejarán de encontrar un trabajo debido a estas obsoleta y nefasta política?  No lo sé, pero lo seguro es que causará desempleo y se incrementará la economía informal.

Todos nos quejamos de la cantidad de economía informal que existe en el país.  ¿Cómo no va a haber economía informal si nuestro sistema impositivo es complicado y tedioso?  ¿Cómo no va a incrementarse la economía informal y reducirse el empleo formal si cada año se incrementan los salarios mínimos dejándolos cada vez más lejos del salario de mercado?  ¿Cómo esperan los funcionarios del gobierno reducir la informalidad si cada día hay más regulaciones y ser formal es más y más complicado?   

El precio del petróleo ha subido y se espera que ya no disminuya a los niveles que tuvimos en el 2016.  Es posible que el precio oscile alrededor de los US.$.50 y US.$.60 el barril del petróleo WTI ( West Texas Intermediate ).  Aunque también es cierto que a estos niveles se vuelve atractivo para los que pueden producir en Estados Unidos a través del “fracking” (Fracturación hidráulica) puesto que esta técnica es más barata y fácil de implementar que los grandes pozos petroleros.  Esto haría que el precio del petróleo no se incremente dado que la oferta restringida por los países miembros de la OPEP podrá ser compensada rápidamente por los países no miembros. 

Si bien, los combustibles y los derivados tienden a incrementar su precio, la energía eléctrica seguirá baja en el 2017 debido al exceso relativo de oferta sobre su demanda.  Hoy tenemos una buena competencia en Guatemala y una sobreoferta de productores de energía eléctrica que favorecen que exista una oferta relativamente mayor a la demanda.  Esto implica que seguiremos gozando precios relativamente bajos de la energía eléctrica tanto para la industria como para los hogares.

En cuanto a la violencia homicida, en el 2015 cerramos  con una cifra de alrededor de 29.5 homicidios por cada 100,000 habitantes.  La tendencia a la baja se demostró con la cifra del 2016 que se espera que esté sea aproximadamente de 27 homicidios por cada 100,000 habitantes.  La tasa es aún muy elevada pero lo positivo es que la tendencia sigue disminuyendo.  Algo bueno está ocurriendo entre las fuerzas de seguridad y el sistema de justicia que están lográndose resultados positivos.  Esperemos que en el 2017 bajemos esta cifra en un porcentaje mucho mayor aunque si logramos que cerremos con menos de 25 por cada 100,000 habitantes habremos avanzado bastante.

La inflación en el 2016 cerrará alrededor del 4.7%.    Para este año no se espera mayor variación y posiblemente terminemos por encima del 4.5%.  La política del Banco de Guatemala de comprar dólares es monetizaste y eso presiona la inflación hacia el alza.  Si bien esos quetzales monetizados por esta razón, son recogidos por el Banco de Guatemala y luego generan un alto costo para el mismo Banco y el país, costo que debería estar pagando el gobierno central todos los años pero no lo hizo durante los cuatro años del gobierno pasado.  Saquí hay un serio problema y veremos si este año si se paga lo que el gobierno le debe al Banco de Guatemala.  Si no lo hace, la monetización seguirá causando inflación que ya de por si a mí me parece demasiado alta. 

El tipo de cambio se ha apreciado y creo que lo seguirá haciendo en el 2017 si es que las presiones de algunos exportadores y economistas son sobre la Junta Monetaria son dejadas a un lado.  Deberían ignorarse ya que no queremos un tipo de cambio artificialmente devaluado.  Se necesita un tipo de cambio de mercado, que no favorezca ni desfavorezca ni a un grupo ni a otro.  

Considero que seguirán entrando muchos dólares por las remesas de los guatemaltecos viviendo en Estados Unidos. Yo esperaría que en el 2017 el tipo de cambio se aprecie todavía un poco más.  Podríamos terminar alrededor de Q.7.20 si el Banco de Guatemala no interviniera tanto. 

Para reducir efectivamente la pobreza del país en forma más rápida y llegar a niveles de país desarrollado la prioridad es que hagamos todo lo necesario para lograr crecimientos económicos a mayores tasas.  Esto debería ser el objetivo del gobierno y de los diputados del Congreso de la República.  No se logrará con más regulaciones ni con las políticas redistribucioncitas de los últimos cuarenta años que nos han sumido en una empobrecedora estabilidad.  Tampoco se logrará con aferrarse a prácticas que causan desempleo como los tradicionales incrementos y fijación de salarios mínimos cada año que al final están por encima del salario de mercado y causan desempleo.  Mucho menos con reformas fiscales que complican el sistema tributario e incrementan las tasas impositivas. 

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo