Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

De iniciativa a reforma fiscal

Redacción República
07 de febrero, 2017

En estas semanas se ha venido discutiendo la iniciativa de Ley 5182, que de llamarse “Ley de fomento y desarrollo de la ganadería bovina, ovina, caprina y porcina de la República de Guatemala” pasó a llamarse “Ley de facilitación tributaria para la formalización del sector agropecuario de la República de Guatemala”.

El cambio no fue solo de nombre sino también de fondo, ya que en la primera se buscaba crear más burocracia y gasto público para “fomentar” la ganadería a través de Consejos, programas y fideicomisos. Mientras que en la segunda lo que se promueve es facilitar la “formalización” del sector.

Para facilitar la formalización del sector agropecuario, es decir, para que se conviertan en tributarios y aporten al fisco; proponen crear un régimen especial, Retriagro, al cual se pueden inscribir todos aquellos que efectúen alguna de las veintiún actividades agropecuarias enumeradas en la iniciativa.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Quienes opten por Retriagro pagarán impuestos sobre las ventas brutas anuales bajo el siguiente esquema:

Base (venta bruta)                                       Monto fijo   Venta bruta
Q0.01 a Q50,000                                         Q0       1%
Q50,000.01 a Q10,000,000 Q500          3% sobre excedente de Q50,000

En caso de exceder el monto máximo pasaría al Régimen General.
Quien opte por Retriagro está obligado a llevar el libro de compras y ventas, emitir y exigir facturas, pueden emitir facturas especiales para sus compras. Además está exento del pago de derechos arancelarios, sobrecargos aduanales e impuestos en la importación de maquinaria, equipo e insumos que utilice en su actividad. Para inscribirse y mantenerse en este régimen, debe bancarizar sus operaciones.

Las autoridades fiscales y de finanzas ya se han pronunciado en contra de dicha iniciativa, desafortunadamente por las causas equivocadas. Aducen que se perderían más de mil millones de quetzales, algo así como 2.2% de la recaudación tributaria, y que el “sacrificio fiscal” sería superior a los ingresos derivados de las reformas.

Es común que los burócratas consideren que la economía es estática ya que la ven como un todo y no como miles de individuos interactuando para perseguir sus fines. Por lo que cualquier cambio en los impuestos, según ellos, es directamente proporcional a la recaudación. Por ejemplo; suben impuestos, sube recaudación; bajan impuestos, baja recaudación, ignoran que el individuo tomará sus decisiones en base a lo que mejor le convenga. Si la reducción de impuestos va acompañada de una simplificación fiscal, es decir, facilitar el pago y las obligaciones, la recaudación aumentaría porque más personas se formalizarían ya que es más caro operar en la informalidad que dentro de las normas.

Si por el contrario, los impuestos son altos, el pago es complicado y además son tantos los requisitos y reglamentos a cumplir que es casi imposible no caer en una “falta”, entonces será más caro formalizarse que mantenerse en la informalidad.

A la iniciativa 5182, le encuentro muchas ventajas y una fuerte objeción. Las ventajas son que, si bien es cierto no crea una tasa única, es sencillo de calcular y fácil de pagar, minimiza la discrecionalidad de los burócratas, es claro en las obligaciones del tributario, la permanencia en el régimen tributario y la causales de exclusión.

La principal objeción que le hago a esta reforma es que sólo se aplica al sector agropecuario y no al sector productivo en general. Si es beneficioso para el sector agropecuario ¿por qué no aplicarlo a todos? Imagine que usted tuviera la oportunidad de optar por este régimen, en el cual pagaría el 1% ó 3% sobre sus ventas brutas anuales, además de simplificar el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.

El debate sobre la iniciativa 5182 es una oportunidad para hablar de la reducción y simplificación de impuestos, de los incentivos correctos para efectivamente formalizar la economía de TODO el sector productivo y reducir la discrecionalidad de los burócratas.

¿Tendrá Jimmy Morales la visión para reconocer la gran oportunidad que se le presenta para mejorar la economía del país y presentar una iniciativa? ¿Algún diputado se atreverá a presentar una iniciativa de este tipo? ¿Lograremos pasar de una iniciativa para el sector agropecuario a una iniciativa para todo el sector productivo? Mucho dependerá del debate que se genere, si se discute simplificar el sistema y reducir tasas o si sólo se habla de privilegios y “sacrificios” del gobierno.

@Md30
Facebook.com/Mda30

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

De iniciativa a reforma fiscal

Redacción República
07 de febrero, 2017

En estas semanas se ha venido discutiendo la iniciativa de Ley 5182, que de llamarse “Ley de fomento y desarrollo de la ganadería bovina, ovina, caprina y porcina de la República de Guatemala” pasó a llamarse “Ley de facilitación tributaria para la formalización del sector agropecuario de la República de Guatemala”.

El cambio no fue solo de nombre sino también de fondo, ya que en la primera se buscaba crear más burocracia y gasto público para “fomentar” la ganadería a través de Consejos, programas y fideicomisos. Mientras que en la segunda lo que se promueve es facilitar la “formalización” del sector.

Para facilitar la formalización del sector agropecuario, es decir, para que se conviertan en tributarios y aporten al fisco; proponen crear un régimen especial, Retriagro, al cual se pueden inscribir todos aquellos que efectúen alguna de las veintiún actividades agropecuarias enumeradas en la iniciativa.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Quienes opten por Retriagro pagarán impuestos sobre las ventas brutas anuales bajo el siguiente esquema:

Base (venta bruta)                                       Monto fijo   Venta bruta
Q0.01 a Q50,000                                         Q0       1%
Q50,000.01 a Q10,000,000 Q500          3% sobre excedente de Q50,000

En caso de exceder el monto máximo pasaría al Régimen General.
Quien opte por Retriagro está obligado a llevar el libro de compras y ventas, emitir y exigir facturas, pueden emitir facturas especiales para sus compras. Además está exento del pago de derechos arancelarios, sobrecargos aduanales e impuestos en la importación de maquinaria, equipo e insumos que utilice en su actividad. Para inscribirse y mantenerse en este régimen, debe bancarizar sus operaciones.

Las autoridades fiscales y de finanzas ya se han pronunciado en contra de dicha iniciativa, desafortunadamente por las causas equivocadas. Aducen que se perderían más de mil millones de quetzales, algo así como 2.2% de la recaudación tributaria, y que el “sacrificio fiscal” sería superior a los ingresos derivados de las reformas.

Es común que los burócratas consideren que la economía es estática ya que la ven como un todo y no como miles de individuos interactuando para perseguir sus fines. Por lo que cualquier cambio en los impuestos, según ellos, es directamente proporcional a la recaudación. Por ejemplo; suben impuestos, sube recaudación; bajan impuestos, baja recaudación, ignoran que el individuo tomará sus decisiones en base a lo que mejor le convenga. Si la reducción de impuestos va acompañada de una simplificación fiscal, es decir, facilitar el pago y las obligaciones, la recaudación aumentaría porque más personas se formalizarían ya que es más caro operar en la informalidad que dentro de las normas.

Si por el contrario, los impuestos son altos, el pago es complicado y además son tantos los requisitos y reglamentos a cumplir que es casi imposible no caer en una “falta”, entonces será más caro formalizarse que mantenerse en la informalidad.

A la iniciativa 5182, le encuentro muchas ventajas y una fuerte objeción. Las ventajas son que, si bien es cierto no crea una tasa única, es sencillo de calcular y fácil de pagar, minimiza la discrecionalidad de los burócratas, es claro en las obligaciones del tributario, la permanencia en el régimen tributario y la causales de exclusión.

La principal objeción que le hago a esta reforma es que sólo se aplica al sector agropecuario y no al sector productivo en general. Si es beneficioso para el sector agropecuario ¿por qué no aplicarlo a todos? Imagine que usted tuviera la oportunidad de optar por este régimen, en el cual pagaría el 1% ó 3% sobre sus ventas brutas anuales, además de simplificar el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.

El debate sobre la iniciativa 5182 es una oportunidad para hablar de la reducción y simplificación de impuestos, de los incentivos correctos para efectivamente formalizar la economía de TODO el sector productivo y reducir la discrecionalidad de los burócratas.

¿Tendrá Jimmy Morales la visión para reconocer la gran oportunidad que se le presenta para mejorar la economía del país y presentar una iniciativa? ¿Algún diputado se atreverá a presentar una iniciativa de este tipo? ¿Lograremos pasar de una iniciativa para el sector agropecuario a una iniciativa para todo el sector productivo? Mucho dependerá del debate que se genere, si se discute simplificar el sistema y reducir tasas o si sólo se habla de privilegios y “sacrificios” del gobierno.

@Md30
Facebook.com/Mda30

República es ajena a la opinión expresada en este artículo