Un cáncer asola a la sociedad guatemalteca. Su propósito es corromper y destruir la sociedad guatemalteca. Es la corrupción socialista-comunista, ese vicio compuesto de criminales y de mentes enfermas que no pueden desempeñar bien su función biológica –no conocen sino inventan, evalúan mal, conducen a la acción auto-destructiva, están en conflicto con los hechos y con sus necesidades como cuerpos vivos– que ha lanzado otra ofensiva más para empobrecer al país.
El otro día vi en HECHOS GUATEMALA de TV Azteca al decadente Estuardo Macz de CODECA – decadente porque elige, prefiere, lo que le es perjudicial; porque actúa de mala fe, se auto engaña, evade, finge; prefiere no entender; cree, prefiere no pensar, y pretende corromper a los demás por medio del engaño. Y sí, representante de CODECA, esa pandilla de ladrones de fluido eléctrico, que enfrenta 431 procesos legales en su contra por diversos delitos, entre ellos: amenazas, estafa, atentado contra la seguridad de los servicios de utilidad pública, instigación a delinquir, hurto de fluido eléctrico y actividades contra la seguridad interior de la nación. Sí, CODECA, esos que son financiados por el Nederlands Institute for Multiparty Democracy, con fondos del Netherlands Ministry of Foreign Affairs. Sí, ese Instituto compuesto de los partidos políticos: PVDA (Partido Laboral miembro de la Alianza Progresiva de Socialismo y Democracia, con plataforma en el Partido de Socialistas Europeos); el Partido Verde, también de socialistas; el D66, Democratas 66, quienes afirman que quieren que Europa invierta en energía limpia y renovable, energía eólica, solar e hidráulica. ¿Será que también tienen interés en financiar el robo de energía eléctrica en Europa?
Este corrompido mental anunció un “paro movilizado” para el martes recién pasado. Uno de los propósitos de este paro, dijo, es exigirle al Gobierno que robe a los propietarios de las generadoras de electricidad sus empresas para, según el idiota y pícaro este, repartir el botín entre la población. Claro que no lo dice así, sino que lo disfraza pidiendo la nacionalización de la energía eléctrica, que es lo mismo.
Otro de los propósitos declarados es oponerse a las hidroeléctricas, en contubernio con el otro criminal Bernardo Caal, porque según él, esta energía así producida se vende a Estados Unidos. Esto ya ha sido desmentido por el Ministerio de Energía y Minas. Pero si así fuera, ¿qué tiene de malo? ¿Acaso no se producen otros productos para la exportación? ¿Acaso no venden muchos guatemaltecos su mano de obra a los habitantes de Estados Unidos? ¿Acaso no es el sano propósito de todo productor vender su producto?
Otro de los propósitos confesados de dicho paro es pedirle la renuncia al Presidente de la República, quien, afirma Macz, es el empleado de ¿CODECA?, que según él es el pueblo. Porque, aunque él dijo que habían votado por el candidato de FCN Nación, es obvio que por su ideología política, en realidad fueron parte del 2% de votantes de WINAK-URNG-MAIZ. Pero supongamos que fuera verdad que en segunda vuelta votaron por el Presidente Morales –aunque realmente no lo creo– sus 40 000 votos, (basado en los supuestos manifestantes mercenarios), son sólo el 0.01% de los 2 750 847 votos de FCN Nación. ¿Tiene más representatividad el 0.01 % que el 99.99%? No lo creo. Y su exigencia es que el Presidente viole los derechos de propiedad de algunos guatemaltecos para satisfacer los caprichos de estos criminales comunistas. En lo que sí tuvo razón el demente este, es que la función del gobierno es el buscar “el buen vivir para todos”, pero el “buen vivir” consiste en que se respeten los derechos individuales –derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad –de cada uno, derechos que CODECA es la primera en violar.
Por último, el degenerado este, dejó ver el verdadero trasfondo de las acciones de CODECA: “Aquí está planteada la lucha de clases en Guatemala” dijo Macz. Su propósito es luchar contra lo que él llama los ataques salvajes del Capitalismo. Finge el decadente este desconocer que el Capitalismo es el sistema social de creación de riqueza, y que se basa en el reconocimiento de “derechos individuales”, y que por tanto es realmente civilizador. Detesta a los que crean riqueza. Por eso él y su pandilla se ensañan contra las empresas privadas. Odian lo bueno por ser lo bueno.
Se auto-engañan y cierran los ojos ante la aplastante evidencia de que los países que implementan más las políticas Capitalistas son los más ricos y con mejores niveles de vida. No quieren ver que el socialismo-comunismo es el sistema realmente salvaje, que no reconoce los derechos individuales, y que por estar basado en el privilegio, es un desintegrador social.
Creen en la fantasía, que otros más ruines que ellos han inventado, del edén comunista, a pesar de la apabullante evidencia de que este sistema hunde en la miseria a los pueblos que lo implementan: Venezuela es un lastimoso ejemplo.
Pero este cáncer socialista-comunista no es una enfermedad psicológica nueva en la sociedad. Esta vieja enfermedad no fue extirpada con los acuerdos de Paz. Sigue corrompiendo a la sociedad. Hemos sido testigos de que la firma de la Paz fue sólo un ardid de los comunistas para ganar tiempo, reorganizarse, y poder así, arremeter de nuevo en su propósito de destruir a la sociedad burguesa. Ante su concluyente fracaso en las urnas, se desencantaron del juego político y han pretendido desde que asumió el poder el FCN Nación, quitarlo y sustituirlo por un gobierno de transición –o sea “eterno”– constituido por sus allegados. La creación de múltiples frentes de conflicto oponiéndose a la creación de riqueza es la estrategia que están usando. El desfile de CODECA, las acciones de Bernardo Caal Xól contra las hidroeléctricas de Alta Verapaz, respaldado con financiamiento de Noruega, administrado por el Colectivo Madre Selva, y el intento de polarizar a la sociedad por medio de la jurisdicción indígena con un sistema de pluralidad de la justica, son el rostro de esta nueva embestida.
Saben bien que no podrá haber solidaridad en una sociedad en la que existan elementos estériles, improductivos y destructivos. Si tienen éxito en desintegrar la sociedad cooperativa sustituyéndola por la comunidad comunista, se dañarán a sí mismos, a sus familias, y a sus amigos como sucedió en Venezuela. Parece que su envidia y su odio hacia los que producen riqueza es tal que no les importa autodestruirse con tal de eliminar a los productores. ¡Así de degenerados son!
La enfermedad social, este cáncer que carcome la sociedad, sólo podrá eliminarse diagnosticándolo, exponiéndolo, y tratándolo como se merece. Es inmoral, perjudicial, tratar a estos criminales como si fueran gente honesta que busca el “buen vivir” para todos. No se puede llegar a ningún compromiso con el criminal que quiere robarle a uno. Sólo se puede establecer un compromiso entre partes que ofrecen valores. ¿Qué valor ofrece el criminal a su víctima?
La cura de este cáncer exige que suprimamos la mente corrompida que funciona mal y la sustituyamos por una mente sana que funcione bien. Debemos, como sociedad, como individuos que nos asociamos para cooperar y así buscar vivir mejor, cambiar nuestros hábitos de pensamiento: en lugar de creer en lo que otros dicen, pensar por uno mismo; en lugar de opinar sin saber, estudiar cómo funciona la cooperación social, el mercado y el sistema de precios y así entender; en lugar de evaluar mal, caprichosamente, evaluar bien, objetivamente; en lugar de que nuestras ideas conduzcan a la acción auto-destructiva en conflicto con los hechos y con nuestras necesidades como cuerpos vivos, que conduzcan a la acción auto-constructiva, que satisfaga nuestras necesidades y nos haga florecer.
Si la mayoría piensa bien, los pocos corrompidos, los socialistas-comunistas, no encontrarán la ayuda de ningún guatemalteco para auto-destruirse, aunque le ofrezcan el dinero de los holandeses y noruegos.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Un cáncer asola a la sociedad guatemalteca. Su propósito es corromper y destruir la sociedad guatemalteca. Es la corrupción socialista-comunista, ese vicio compuesto de criminales y de mentes enfermas que no pueden desempeñar bien su función biológica –no conocen sino inventan, evalúan mal, conducen a la acción auto-destructiva, están en conflicto con los hechos y con sus necesidades como cuerpos vivos– que ha lanzado otra ofensiva más para empobrecer al país.
El otro día vi en HECHOS GUATEMALA de TV Azteca al decadente Estuardo Macz de CODECA – decadente porque elige, prefiere, lo que le es perjudicial; porque actúa de mala fe, se auto engaña, evade, finge; prefiere no entender; cree, prefiere no pensar, y pretende corromper a los demás por medio del engaño. Y sí, representante de CODECA, esa pandilla de ladrones de fluido eléctrico, que enfrenta 431 procesos legales en su contra por diversos delitos, entre ellos: amenazas, estafa, atentado contra la seguridad de los servicios de utilidad pública, instigación a delinquir, hurto de fluido eléctrico y actividades contra la seguridad interior de la nación. Sí, CODECA, esos que son financiados por el Nederlands Institute for Multiparty Democracy, con fondos del Netherlands Ministry of Foreign Affairs. Sí, ese Instituto compuesto de los partidos políticos: PVDA (Partido Laboral miembro de la Alianza Progresiva de Socialismo y Democracia, con plataforma en el Partido de Socialistas Europeos); el Partido Verde, también de socialistas; el D66, Democratas 66, quienes afirman que quieren que Europa invierta en energía limpia y renovable, energía eólica, solar e hidráulica. ¿Será que también tienen interés en financiar el robo de energía eléctrica en Europa?
Este corrompido mental anunció un “paro movilizado” para el martes recién pasado. Uno de los propósitos de este paro, dijo, es exigirle al Gobierno que robe a los propietarios de las generadoras de electricidad sus empresas para, según el idiota y pícaro este, repartir el botín entre la población. Claro que no lo dice así, sino que lo disfraza pidiendo la nacionalización de la energía eléctrica, que es lo mismo.
Otro de los propósitos declarados es oponerse a las hidroeléctricas, en contubernio con el otro criminal Bernardo Caal, porque según él, esta energía así producida se vende a Estados Unidos. Esto ya ha sido desmentido por el Ministerio de Energía y Minas. Pero si así fuera, ¿qué tiene de malo? ¿Acaso no se producen otros productos para la exportación? ¿Acaso no venden muchos guatemaltecos su mano de obra a los habitantes de Estados Unidos? ¿Acaso no es el sano propósito de todo productor vender su producto?
Otro de los propósitos confesados de dicho paro es pedirle la renuncia al Presidente de la República, quien, afirma Macz, es el empleado de ¿CODECA?, que según él es el pueblo. Porque, aunque él dijo que habían votado por el candidato de FCN Nación, es obvio que por su ideología política, en realidad fueron parte del 2% de votantes de WINAK-URNG-MAIZ. Pero supongamos que fuera verdad que en segunda vuelta votaron por el Presidente Morales –aunque realmente no lo creo– sus 40 000 votos, (basado en los supuestos manifestantes mercenarios), son sólo el 0.01% de los 2 750 847 votos de FCN Nación. ¿Tiene más representatividad el 0.01 % que el 99.99%? No lo creo. Y su exigencia es que el Presidente viole los derechos de propiedad de algunos guatemaltecos para satisfacer los caprichos de estos criminales comunistas. En lo que sí tuvo razón el demente este, es que la función del gobierno es el buscar “el buen vivir para todos”, pero el “buen vivir” consiste en que se respeten los derechos individuales –derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad –de cada uno, derechos que CODECA es la primera en violar.
Por último, el degenerado este, dejó ver el verdadero trasfondo de las acciones de CODECA: “Aquí está planteada la lucha de clases en Guatemala” dijo Macz. Su propósito es luchar contra lo que él llama los ataques salvajes del Capitalismo. Finge el decadente este desconocer que el Capitalismo es el sistema social de creación de riqueza, y que se basa en el reconocimiento de “derechos individuales”, y que por tanto es realmente civilizador. Detesta a los que crean riqueza. Por eso él y su pandilla se ensañan contra las empresas privadas. Odian lo bueno por ser lo bueno.
Se auto-engañan y cierran los ojos ante la aplastante evidencia de que los países que implementan más las políticas Capitalistas son los más ricos y con mejores niveles de vida. No quieren ver que el socialismo-comunismo es el sistema realmente salvaje, que no reconoce los derechos individuales, y que por estar basado en el privilegio, es un desintegrador social.
Creen en la fantasía, que otros más ruines que ellos han inventado, del edén comunista, a pesar de la apabullante evidencia de que este sistema hunde en la miseria a los pueblos que lo implementan: Venezuela es un lastimoso ejemplo.
Pero este cáncer socialista-comunista no es una enfermedad psicológica nueva en la sociedad. Esta vieja enfermedad no fue extirpada con los acuerdos de Paz. Sigue corrompiendo a la sociedad. Hemos sido testigos de que la firma de la Paz fue sólo un ardid de los comunistas para ganar tiempo, reorganizarse, y poder así, arremeter de nuevo en su propósito de destruir a la sociedad burguesa. Ante su concluyente fracaso en las urnas, se desencantaron del juego político y han pretendido desde que asumió el poder el FCN Nación, quitarlo y sustituirlo por un gobierno de transición –o sea “eterno”– constituido por sus allegados. La creación de múltiples frentes de conflicto oponiéndose a la creación de riqueza es la estrategia que están usando. El desfile de CODECA, las acciones de Bernardo Caal Xól contra las hidroeléctricas de Alta Verapaz, respaldado con financiamiento de Noruega, administrado por el Colectivo Madre Selva, y el intento de polarizar a la sociedad por medio de la jurisdicción indígena con un sistema de pluralidad de la justica, son el rostro de esta nueva embestida.
Saben bien que no podrá haber solidaridad en una sociedad en la que existan elementos estériles, improductivos y destructivos. Si tienen éxito en desintegrar la sociedad cooperativa sustituyéndola por la comunidad comunista, se dañarán a sí mismos, a sus familias, y a sus amigos como sucedió en Venezuela. Parece que su envidia y su odio hacia los que producen riqueza es tal que no les importa autodestruirse con tal de eliminar a los productores. ¡Así de degenerados son!
La enfermedad social, este cáncer que carcome la sociedad, sólo podrá eliminarse diagnosticándolo, exponiéndolo, y tratándolo como se merece. Es inmoral, perjudicial, tratar a estos criminales como si fueran gente honesta que busca el “buen vivir” para todos. No se puede llegar a ningún compromiso con el criminal que quiere robarle a uno. Sólo se puede establecer un compromiso entre partes que ofrecen valores. ¿Qué valor ofrece el criminal a su víctima?
La cura de este cáncer exige que suprimamos la mente corrompida que funciona mal y la sustituyamos por una mente sana que funcione bien. Debemos, como sociedad, como individuos que nos asociamos para cooperar y así buscar vivir mejor, cambiar nuestros hábitos de pensamiento: en lugar de creer en lo que otros dicen, pensar por uno mismo; en lugar de opinar sin saber, estudiar cómo funciona la cooperación social, el mercado y el sistema de precios y así entender; en lugar de evaluar mal, caprichosamente, evaluar bien, objetivamente; en lugar de que nuestras ideas conduzcan a la acción auto-destructiva en conflicto con los hechos y con nuestras necesidades como cuerpos vivos, que conduzcan a la acción auto-constructiva, que satisfaga nuestras necesidades y nos haga florecer.
Si la mayoría piensa bien, los pocos corrompidos, los socialistas-comunistas, no encontrarán la ayuda de ningún guatemalteco para auto-destruirse, aunque le ofrezcan el dinero de los holandeses y noruegos.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo