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¿Y qué tienen que ver las invasiones con la baja del caudal de los ríos?

Redacción República
21 de marzo, 2017

La semana pasada como parte de mi trabajo, tuve la oportunidad de visitar las verapaces, lugar que me encanta por sus “inmensos bosques” y sus innumerables montañas. Siempre es bonito visitar las verapaces, porque además del contacto con la naturaleza, mi trabajo me permite mantener un contacto más cercano con las comunidades Qeqchies y sus costumbres, y conocer más de cerca también sus necesidades y deseos más profundos.

Pero en esta ocasión me llamo mucho la atención una finca muy grande que invadió un grupo de personas liderados por una “Fundación”, o al menos así lo dicen sus pancartas que bien colocadas a la orilla de la carretera, les brindan la impunidad necesaria para quitarle la tierra a quien ellos deseen, sin importarles el sacrificio o las penas que tuvieron que sufrir las familias para comprar estas tierras en años anteriores, que me imagino fue con el sudor de la frente y con mucho esfuerzo.

Esta finca, está muy bien ubicada a la orilla de la carretera que conduce de Cobán a Chisec, los invasores (de aquí en adelante: delincuentes), se agarraron los mejores sitios a la orilla de la carretera y primero construyeron sus chozas (hace como 3 años), y luego empezaron a destruir la reforestación de la finca, que el dueño en algún momento de su vida planto, me imagino que para en el futuro poder cosechar los frutos de su trabajo.

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Yo había visto esta invasión hace varios años, pero esta gente había mantenido un perfil bajo cortando dos que tres arbolitos, solo para construir sus chozas (que dicho sea de paso, no son sus hogares, porque ellos se dedican a esto, a robar propiedades, pero tienen sus casas y sus terrenos en sus comunidades de origen), pero en esta ocasión que pase por esa ruta, vi varios tráileres acarreando miles de trozos, fruto de la deforestación masiva que de la finca hicieron estas personas, pasándose por entre las patas al INAB, y a todas las instituciones gubernamentales encargadas de velar por el bosque.

¿Y saben qué? En ningún lugar vi el número de la licencia de aprovechamiento forestal, ni tampoco vi ninguna marca en los trozos cortados que indicaran que era un bosque manejado, o madera legalmente aserrada, ¿y saben por qué? Porque a todas luces la deforestación que hicieron estas personas de la finca invadida, es ilegal, pero nadie se atreve a ir a poner orden en esta región, o tan siquiera auxiliar al propietario de la finca invadida, que supongo su valor de mercado es de muchos millones de quetzales para expulsar a estos delincuentes liderados o “auxiliados” como ellos prefieren decirlo, por la “Fundación” que supuestamente está haciendo la extorsión (porque eso no es una negociación), para comprar la finca a un precio ridículo, supuestamente para auxiliar a estos delincuentes “sin tierra”, como ellos se hacen llamar.

Pero bueno, este es un tema que le compete al Organismo Judicial y al Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, pero ante este problema solo se hacen de la vista gorda, volteando la vista para otro lugar, porque al final algún acuerdo tienen los funcionarios con estos “delincuentes”, porque pruebe usted aserrar un arbolito dentro de su propiedad y tendrá a los del Ministerio Publico y a los del INAB, y al CONAP y a cuanto funcionario sin oficio, levantándole denuncias y demandas con tal de sacarle dinero, sino es que el mismo funcionario le pide una “ayudita” para no trasladar la demanda a instancias superiores.

Pero bueno, regresando al tema de las invasiones y la deforestación, las prácticas de los delincuentes que ocupan grandes fincas, son: 1. Identificar una finca, 2. Ocuparla con 100 a 200 familias, 3. Esperar a que los diputados que los representan en Guatemala, amenacen a las autoridades locales para que no hagan nada, 4. Ya seguros en el lugar, deforestar y destruir todo vestigio de naturaleza, 5. Sembrar maíz, y 6. Esperar a que salgan los papeles, auxiliados por el FONDO DE TIERRAS o cualquier otra organización, y 7. Vender la propiedad a excelentes precios, para 8. ¡Buscar otra finca y moverse para allá, y volver a repetir el ciclo!!!

¡Y no estamos hablando de fincas de 10 manzanas o terrenitos sin valor, estamos hablando de fincas de 50 a 100 caballerías, muchas de ellas bien reforestadas, o con muchos bosques naturales que guardan miles de años de diversidad biológica!! ¿Pero para que les cuento todo esto? Bueno, para reforzar mi argumento de la semana pasada: ¡los comunitarios son los principales y mayores responsables de la disminución del caudal de los ríos en todas las regiones de Guatemala, pero principalmente en la Franja Transversal del Norte, por sus prácticas altamente nocivas de destrucción a tala rasa de los bosques de la región!! Si existe algo de bosque en las verapaces es por las fincas privadas, aquellas que aún no han sido invadidas por los comunitarios, y que, de acuerdo a los datos de la Cámara del Agro, solo representan el 20% del total de la tierra disponible para reforestar en la región!! Todo lo demás, o sea el 80% está en manos de los comunitarios, o bajo las mal llamadas áreas protegidas, que de protegido solo tienen el nombre y el cobro que le hacen a los turistas, porque también están bajo el acecho continuo de los comunitarios, quienes matan animales y cortan arboles a mansalva en estas “áreas protegidas”.

Por supuesto que no voy a dejar el tema aquí, pero espero que, con este artículo, su comprensión de la problemática de la baja del caudal de los ríos haya aumentado, con más argumentos que le ayuden a construir su propio concepto y en base a esto busque contribuir con su voto, acciones y/o sus recursos a preservar nuestro territorio tal y como lo dice su nombre:  Quauhtlemallan que significa “lugar de muchos árboles” en el idioma Náhualtl.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

 

¿Y qué tienen que ver las invasiones con la baja del caudal de los ríos?

Redacción República
21 de marzo, 2017

La semana pasada como parte de mi trabajo, tuve la oportunidad de visitar las verapaces, lugar que me encanta por sus “inmensos bosques” y sus innumerables montañas. Siempre es bonito visitar las verapaces, porque además del contacto con la naturaleza, mi trabajo me permite mantener un contacto más cercano con las comunidades Qeqchies y sus costumbres, y conocer más de cerca también sus necesidades y deseos más profundos.

Pero en esta ocasión me llamo mucho la atención una finca muy grande que invadió un grupo de personas liderados por una “Fundación”, o al menos así lo dicen sus pancartas que bien colocadas a la orilla de la carretera, les brindan la impunidad necesaria para quitarle la tierra a quien ellos deseen, sin importarles el sacrificio o las penas que tuvieron que sufrir las familias para comprar estas tierras en años anteriores, que me imagino fue con el sudor de la frente y con mucho esfuerzo.

Esta finca, está muy bien ubicada a la orilla de la carretera que conduce de Cobán a Chisec, los invasores (de aquí en adelante: delincuentes), se agarraron los mejores sitios a la orilla de la carretera y primero construyeron sus chozas (hace como 3 años), y luego empezaron a destruir la reforestación de la finca, que el dueño en algún momento de su vida planto, me imagino que para en el futuro poder cosechar los frutos de su trabajo.

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Yo había visto esta invasión hace varios años, pero esta gente había mantenido un perfil bajo cortando dos que tres arbolitos, solo para construir sus chozas (que dicho sea de paso, no son sus hogares, porque ellos se dedican a esto, a robar propiedades, pero tienen sus casas y sus terrenos en sus comunidades de origen), pero en esta ocasión que pase por esa ruta, vi varios tráileres acarreando miles de trozos, fruto de la deforestación masiva que de la finca hicieron estas personas, pasándose por entre las patas al INAB, y a todas las instituciones gubernamentales encargadas de velar por el bosque.

¿Y saben qué? En ningún lugar vi el número de la licencia de aprovechamiento forestal, ni tampoco vi ninguna marca en los trozos cortados que indicaran que era un bosque manejado, o madera legalmente aserrada, ¿y saben por qué? Porque a todas luces la deforestación que hicieron estas personas de la finca invadida, es ilegal, pero nadie se atreve a ir a poner orden en esta región, o tan siquiera auxiliar al propietario de la finca invadida, que supongo su valor de mercado es de muchos millones de quetzales para expulsar a estos delincuentes liderados o “auxiliados” como ellos prefieren decirlo, por la “Fundación” que supuestamente está haciendo la extorsión (porque eso no es una negociación), para comprar la finca a un precio ridículo, supuestamente para auxiliar a estos delincuentes “sin tierra”, como ellos se hacen llamar.

Pero bueno, este es un tema que le compete al Organismo Judicial y al Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, pero ante este problema solo se hacen de la vista gorda, volteando la vista para otro lugar, porque al final algún acuerdo tienen los funcionarios con estos “delincuentes”, porque pruebe usted aserrar un arbolito dentro de su propiedad y tendrá a los del Ministerio Publico y a los del INAB, y al CONAP y a cuanto funcionario sin oficio, levantándole denuncias y demandas con tal de sacarle dinero, sino es que el mismo funcionario le pide una “ayudita” para no trasladar la demanda a instancias superiores.

Pero bueno, regresando al tema de las invasiones y la deforestación, las prácticas de los delincuentes que ocupan grandes fincas, son: 1. Identificar una finca, 2. Ocuparla con 100 a 200 familias, 3. Esperar a que los diputados que los representan en Guatemala, amenacen a las autoridades locales para que no hagan nada, 4. Ya seguros en el lugar, deforestar y destruir todo vestigio de naturaleza, 5. Sembrar maíz, y 6. Esperar a que salgan los papeles, auxiliados por el FONDO DE TIERRAS o cualquier otra organización, y 7. Vender la propiedad a excelentes precios, para 8. ¡Buscar otra finca y moverse para allá, y volver a repetir el ciclo!!!

¡Y no estamos hablando de fincas de 10 manzanas o terrenitos sin valor, estamos hablando de fincas de 50 a 100 caballerías, muchas de ellas bien reforestadas, o con muchos bosques naturales que guardan miles de años de diversidad biológica!! ¿Pero para que les cuento todo esto? Bueno, para reforzar mi argumento de la semana pasada: ¡los comunitarios son los principales y mayores responsables de la disminución del caudal de los ríos en todas las regiones de Guatemala, pero principalmente en la Franja Transversal del Norte, por sus prácticas altamente nocivas de destrucción a tala rasa de los bosques de la región!! Si existe algo de bosque en las verapaces es por las fincas privadas, aquellas que aún no han sido invadidas por los comunitarios, y que, de acuerdo a los datos de la Cámara del Agro, solo representan el 20% del total de la tierra disponible para reforestar en la región!! Todo lo demás, o sea el 80% está en manos de los comunitarios, o bajo las mal llamadas áreas protegidas, que de protegido solo tienen el nombre y el cobro que le hacen a los turistas, porque también están bajo el acecho continuo de los comunitarios, quienes matan animales y cortan arboles a mansalva en estas “áreas protegidas”.

Por supuesto que no voy a dejar el tema aquí, pero espero que, con este artículo, su comprensión de la problemática de la baja del caudal de los ríos haya aumentado, con más argumentos que le ayuden a construir su propio concepto y en base a esto busque contribuir con su voto, acciones y/o sus recursos a preservar nuestro territorio tal y como lo dice su nombre:  Quauhtlemallan que significa “lugar de muchos árboles” en el idioma Náhualtl.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo