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Bélgica recuerda los atentados más sangrientos de su historia

Allan Martinez
22 de marzo, 2017

Bruselas, Bélgica | AFP |

Bélgica rindió este miércoles un emotivo homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas del 22 de marzo de 2016, decidida a “atreverse con la ternura” a la tristeza, el mismo día en que el terror golpeaba de nuevo en Londres.

“Hace un año conocí el horror en este mismo lugar (…) Deseo a cada uno de nosotros todo el coraje necesario para afrontar esta fecha simbólica, toda la fuerza para continuar este combate”, dijo Christelle en la estación de Maalbeek, donde morirían hace un año 16 personas. Ella resultó herida.

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A las 09H11 de ese fatídico día, Khalid El Bakraoui activó sus explosivos en el metro bruselense, poco después que su hermano Ibrahim y Najim Laachraoui hicieran lo mismo en el aeropuerto de Bruselas, matando a otras 16 personas.

En ese mismo momento, pero 365 días después, los pasajeros del transporte público irrumpían en aplausos acompañados por la alarma del cierre de puertas de los vagones para recordar a las víctimas con un minuto de ruido, como constató la AFP en la estación de Pétillon.

El doble atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) dejó 32 muertos, cientos de víctimas, pero también decenas de familias rotas, como la de Kristin Verellen, cuya pareja Johan, de 58 años, no corrió la misma suerte que Christelle y murió en Maalbeek.

“El 22 de marzo es también mi aniversario. En principio, no hay nada que celebrar, pero el amor triunfa”, confesó esta mujer, a quien el amor la ayudó a levantarse “con más fuerzas” que tiene su cuerpo.

Ambas pronunciaron estas palabras en uno de los actos oficiales previstos en presencia de unas autoridades belgas de riguroso luto, entre ellas el rey, Felipe, quien pidió a sus ciudadanos a “atreverse con el cariño”.

‘Dignidad’ frente a ‘odio’

La gente hizo un corazón con sus manos en el momento de silencio.

A dos pasos de la Comisión Europea, situada cerca de la estación de Maalbeek, los monarcas belgas inauguraron junto a los presidentes de las instituciones comunitarias una escultura monumental en recuerdo de las víctimas del atentado de Bruselas, pero también de París, Niza, Bamako,…

“Es responsabilidad de cada uno de nosotros volver nuestra sociedad más humana y más justa”, aseguró el soberano belga, quien elogió la “dignidad” con que las víctimas respondieron “al odio y la violencia”. “A la duda y el temor, habéis contrapuesto el coraje”.

Un mensaje al que respondieron los ciudadanos belgas transformando la plaza de la Bolsa en un lugar de memoria y de homenaje a las víctimas, distribuyendo “abrazos gratis” o trazando mensajes de esperanza. La gente “tiene ganas [de paz], que no hayan más matanzas”, dijo a la AFP Fari, un funcionario.

En esta plaza bruselense confluyeron durante la tarde desfiles partidos desde diferentes puntos como el distrito de Molenbeek, donde los yihadistas tenían su base de retaguardia. Desde allí llegaron cientos de personas, entre ellas niños con camisetas con el lema “Turn to love” (Escoged el amor).

Fieles de la gran mezquita de Attadamoun de esta comuna bruselense portaban en este soleado y frío día de primavera una pancarta que proclamaba: “Mano con mano para vivir juntos en paz”. Y el bruselense más famoso, el “Manneken Pis”, rendía homenaje a los equipos de rescate vestido con su nuevo traje de bombero.

La amenaza ‘verosímil’

La detención en Molenbeek el 18 de marzo de 2016 de Salah Abdeslam, el único superviviente de los comandos que atentaron en París el 13 de noviembre de 2015 (130 muertos), precipitó los acontecimientos.

La investigación reveló que los atacantes suicidas de Bruselas pertenecían a la misma célula que atacó en París, pero su objetivo no era atacar en Bélgica, sino de nuevo en Francia.

Un año después, este reino europeo mantiene el nivel 3 sobre 4 de alerta con militares patrullando en sus calles, ya que la amenaza terrorista sigue siendo “posible y verosímil”.

“Nuestra condolencias están con los que lloran y todos los que sufren en Londres. Bélgica está junto a Reino Unido en la lucha contra el terrorismo”, tuiteó el primer ministro belga, Charles Michel, después que un nuevo ataque dejara varios muertos a los pies del Big Ben.

Bélgica recuerda los atentados más sangrientos de su historia

Allan Martinez
22 de marzo, 2017

Bruselas, Bélgica | AFP |

Bélgica rindió este miércoles un emotivo homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas del 22 de marzo de 2016, decidida a “atreverse con la ternura” a la tristeza, el mismo día en que el terror golpeaba de nuevo en Londres.

“Hace un año conocí el horror en este mismo lugar (…) Deseo a cada uno de nosotros todo el coraje necesario para afrontar esta fecha simbólica, toda la fuerza para continuar este combate”, dijo Christelle en la estación de Maalbeek, donde morirían hace un año 16 personas. Ella resultó herida.

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A las 09H11 de ese fatídico día, Khalid El Bakraoui activó sus explosivos en el metro bruselense, poco después que su hermano Ibrahim y Najim Laachraoui hicieran lo mismo en el aeropuerto de Bruselas, matando a otras 16 personas.

En ese mismo momento, pero 365 días después, los pasajeros del transporte público irrumpían en aplausos acompañados por la alarma del cierre de puertas de los vagones para recordar a las víctimas con un minuto de ruido, como constató la AFP en la estación de Pétillon.

El doble atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) dejó 32 muertos, cientos de víctimas, pero también decenas de familias rotas, como la de Kristin Verellen, cuya pareja Johan, de 58 años, no corrió la misma suerte que Christelle y murió en Maalbeek.

“El 22 de marzo es también mi aniversario. En principio, no hay nada que celebrar, pero el amor triunfa”, confesó esta mujer, a quien el amor la ayudó a levantarse “con más fuerzas” que tiene su cuerpo.

Ambas pronunciaron estas palabras en uno de los actos oficiales previstos en presencia de unas autoridades belgas de riguroso luto, entre ellas el rey, Felipe, quien pidió a sus ciudadanos a “atreverse con el cariño”.

‘Dignidad’ frente a ‘odio’

La gente hizo un corazón con sus manos en el momento de silencio.

A dos pasos de la Comisión Europea, situada cerca de la estación de Maalbeek, los monarcas belgas inauguraron junto a los presidentes de las instituciones comunitarias una escultura monumental en recuerdo de las víctimas del atentado de Bruselas, pero también de París, Niza, Bamako,…

“Es responsabilidad de cada uno de nosotros volver nuestra sociedad más humana y más justa”, aseguró el soberano belga, quien elogió la “dignidad” con que las víctimas respondieron “al odio y la violencia”. “A la duda y el temor, habéis contrapuesto el coraje”.

Un mensaje al que respondieron los ciudadanos belgas transformando la plaza de la Bolsa en un lugar de memoria y de homenaje a las víctimas, distribuyendo “abrazos gratis” o trazando mensajes de esperanza. La gente “tiene ganas [de paz], que no hayan más matanzas”, dijo a la AFP Fari, un funcionario.

En esta plaza bruselense confluyeron durante la tarde desfiles partidos desde diferentes puntos como el distrito de Molenbeek, donde los yihadistas tenían su base de retaguardia. Desde allí llegaron cientos de personas, entre ellas niños con camisetas con el lema “Turn to love” (Escoged el amor).

Fieles de la gran mezquita de Attadamoun de esta comuna bruselense portaban en este soleado y frío día de primavera una pancarta que proclamaba: “Mano con mano para vivir juntos en paz”. Y el bruselense más famoso, el “Manneken Pis”, rendía homenaje a los equipos de rescate vestido con su nuevo traje de bombero.

La amenaza ‘verosímil’

La detención en Molenbeek el 18 de marzo de 2016 de Salah Abdeslam, el único superviviente de los comandos que atentaron en París el 13 de noviembre de 2015 (130 muertos), precipitó los acontecimientos.

La investigación reveló que los atacantes suicidas de Bruselas pertenecían a la misma célula que atacó en París, pero su objetivo no era atacar en Bélgica, sino de nuevo en Francia.

Un año después, este reino europeo mantiene el nivel 3 sobre 4 de alerta con militares patrullando en sus calles, ya que la amenaza terrorista sigue siendo “posible y verosímil”.

“Nuestra condolencias están con los que lloran y todos los que sufren en Londres. Bélgica está junto a Reino Unido en la lucha contra el terrorismo”, tuiteó el primer ministro belga, Charles Michel, después que un nuevo ataque dejara varios muertos a los pies del Big Ben.