Han pasado 32 días desde que un grupo de campesinos invadió la finca Palestina, ubicada en Panzós, Alta Verapaz, y sigue la destrucción de plantaciones de palma y afectando con estas acciones al margen de la ley, el empleo de unas 200 personas.
En este lapso, el Gobierno ha sido incapaz de poner fin a la invasión. Además, “sigue bloqueada la carretera” que es paso obligado de miles de comunitarios que se dirigen al municipio, cuenta el alcalde de Panzós, Jaime Chub.
El jueves pasadado fracasó un segundo intento de diálogo promovido, entre otras entidades, por la Secretaria de Asuntos Agrarios (SAA), debido que no pudieron llegar representantes de la empresa NaturAceites, del Fondo de Tierras (Fontierras) y la Comisión Presidencial Coordinadora de la Política del Ejecutivo en materia de Derechos Humanos (Copredeh), según el jefe edil.
Edín Quej, de la oficina regional de la SAA, y quién participó en el encuentro, señala que los invasores dijeron que estaban demandando a la empresa “tierras para sembrar maíz y frijol y trabajo”.
Tierra sin ley
Panzós y la región del Valle del Polochic se han convertido en tierra sin ley debido a la débil presencia del Estado. Por ejemplo, la estación policial más cercana, y que cuenta solo con cinco agentes, se encuentra a cuatro horas de la finca Palestina.
NaturAceites ha señalado con anterioridad que la falta de seguridad y certeza jurídica afectan sus operaciones y ponen en riesgo la fuente de empleo de centenares de personas.
Fuentes de la empresa aseguran que debido a la invasión hay 200 personas que no han podido trabajar; además, se registran pérdidas estimadas en Q30 mil en el último mes para los colaboradores y las comunidades aledañas.
“Hay que tomar en cuenta que ahí hay, en esa región, una falta de empleo enorme”, se afirmó.
En el siguiente video puede observar parte del daño realizado por los invasores
Han pasado 32 días desde que un grupo de campesinos invadió la finca Palestina, ubicada en Panzós, Alta Verapaz, y sigue la destrucción de plantaciones de palma y afectando con estas acciones al margen de la ley, el empleo de unas 200 personas.
En este lapso, el Gobierno ha sido incapaz de poner fin a la invasión. Además, “sigue bloqueada la carretera” que es paso obligado de miles de comunitarios que se dirigen al municipio, cuenta el alcalde de Panzós, Jaime Chub.
El jueves pasadado fracasó un segundo intento de diálogo promovido, entre otras entidades, por la Secretaria de Asuntos Agrarios (SAA), debido que no pudieron llegar representantes de la empresa NaturAceites, del Fondo de Tierras (Fontierras) y la Comisión Presidencial Coordinadora de la Política del Ejecutivo en materia de Derechos Humanos (Copredeh), según el jefe edil.
Edín Quej, de la oficina regional de la SAA, y quién participó en el encuentro, señala que los invasores dijeron que estaban demandando a la empresa “tierras para sembrar maíz y frijol y trabajo”.
Tierra sin ley
Panzós y la región del Valle del Polochic se han convertido en tierra sin ley debido a la débil presencia del Estado. Por ejemplo, la estación policial más cercana, y que cuenta solo con cinco agentes, se encuentra a cuatro horas de la finca Palestina.
NaturAceites ha señalado con anterioridad que la falta de seguridad y certeza jurídica afectan sus operaciones y ponen en riesgo la fuente de empleo de centenares de personas.
Fuentes de la empresa aseguran que debido a la invasión hay 200 personas que no han podido trabajar; además, se registran pérdidas estimadas en Q30 mil en el último mes para los colaboradores y las comunidades aledañas.
“Hay que tomar en cuenta que ahí hay, en esa región, una falta de empleo enorme”, se afirmó.
En el siguiente video puede observar parte del daño realizado por los invasores