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Usted y yo podemos incidir

Redacción República
04 de abril, 2017

Como guatemalteco, me gustaría decir que existen cambios en la manera de conducir el país, porque eso es lo que esperaríamos luego de las múltiples capturas que han ocurrido en los últimos dos años, que recordemos han sido parte de un sistema cooptado por poderes ocultos, que lo único que han dejado es una larga estela de corrupción, pero mi respuesta por ahora es vacilante.

Y es que estos grupos ocultos recordemos que están acostumbrados a estar dentro de un régimen de impunidad y que justo ahora se encuentra en una lucha abierta, que sin duda pelearan para no perder sus piezas de poder.
Es evidente que todos percibimos con preocupación que todavía hay quienes se aferran a prácticas del pasado como la discriminación, al autoritarismo, a la censura, que aunque en apariencia pensaríamos fueron erradicadas siempre han estado.
Esta situación solo me lleva a pensar que el cambio para la Guatemala que queremos, por supuesto que incomoda a quienes siempre han estado en un posición de privilegio y que han llegado a esa posición no con esfuerzo y trabajo sino más con acciones al margen de la Ley.

Lo más preocupante es que estás estructuras están incrustadas en los organismos del Estado y lo único que han hecho es daño, y es por estos malos guatemaltecos que nunca logramos concretar las acciones necesarias que nos lleven al camino correcto.

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Es ahora más que nunca, que los que estamos comprometidos con el trabajo, y la lucha contra estos males que no hacen llegar a una Guatemala a ser de desarrollada, debemos actuar desde nuestros espacios, diciendo no a las practicas antiguas que llevan a la intimidación, o bien a las amenazas que pueden llevar terror y miedo a aquellas personas que buscan ser parte del cambio.
Llego la hora de empezar a luchar y no dejarse amedrentar, a ser valientes y decir no para pelear por una Guatemala digna para nuestros hijos y también futuras generaciones que de seguro serán quienes sufrirán las consecuencias de lo que hoy hagamos.

No me resigno a creer que nos quedamos solo con un espejismo, yo de verdad creo que podemos hacer algo como ciudadanos, tal vez tengamos el pensamiento errado de que nada se puede hacer, pero de verdad, usted y yo podemos incidir y es mejor que lo hagamos antes de que todo sea muy tarde.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Usted y yo podemos incidir

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04 de abril, 2017

Como guatemalteco, me gustaría decir que existen cambios en la manera de conducir el país, porque eso es lo que esperaríamos luego de las múltiples capturas que han ocurrido en los últimos dos años, que recordemos han sido parte de un sistema cooptado por poderes ocultos, que lo único que han dejado es una larga estela de corrupción, pero mi respuesta por ahora es vacilante.

Y es que estos grupos ocultos recordemos que están acostumbrados a estar dentro de un régimen de impunidad y que justo ahora se encuentra en una lucha abierta, que sin duda pelearan para no perder sus piezas de poder.
Es evidente que todos percibimos con preocupación que todavía hay quienes se aferran a prácticas del pasado como la discriminación, al autoritarismo, a la censura, que aunque en apariencia pensaríamos fueron erradicadas siempre han estado.
Esta situación solo me lleva a pensar que el cambio para la Guatemala que queremos, por supuesto que incomoda a quienes siempre han estado en un posición de privilegio y que han llegado a esa posición no con esfuerzo y trabajo sino más con acciones al margen de la Ley.

Lo más preocupante es que estás estructuras están incrustadas en los organismos del Estado y lo único que han hecho es daño, y es por estos malos guatemaltecos que nunca logramos concretar las acciones necesarias que nos lleven al camino correcto.

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Es ahora más que nunca, que los que estamos comprometidos con el trabajo, y la lucha contra estos males que no hacen llegar a una Guatemala a ser de desarrollada, debemos actuar desde nuestros espacios, diciendo no a las practicas antiguas que llevan a la intimidación, o bien a las amenazas que pueden llevar terror y miedo a aquellas personas que buscan ser parte del cambio.
Llego la hora de empezar a luchar y no dejarse amedrentar, a ser valientes y decir no para pelear por una Guatemala digna para nuestros hijos y también futuras generaciones que de seguro serán quienes sufrirán las consecuencias de lo que hoy hagamos.

No me resigno a creer que nos quedamos solo con un espejismo, yo de verdad creo que podemos hacer algo como ciudadanos, tal vez tengamos el pensamiento errado de que nada se puede hacer, pero de verdad, usted y yo podemos incidir y es mejor que lo hagamos antes de que todo sea muy tarde.

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