La destitución del sindicalista Michael Vásquez no afectó el desarrollo de las actividades de la organización sindical que conformó y lideró por varios meses. El Sindicato General de Trabajadores del Congreso de la República (Sigecor) sigue vigente y listo para pelear por los derechos que consideran justos.
La agrupación ya eligió al sustituto de Vásquez, se trata de Jacqueline Suárez, quien ingresó a laborar en el Congreso en 2009 y tiene un salario de Q13 mil 527 mensuales. La dirigente explicó que lucharán por la estabilidad laboral y por ser tomados en cuenta para la renegociación del Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo.
“Nuestro objetivo es velar porque se cumpla con la ley y que se respeten los derechos adquiridos de los trabajadores”, declaró la nueva dirigente.
El Sigecor logró su personalidad jurídica el 26 de mayo del 2016 y con ello se convirtió en el tercer sindicato del Congreso junto al Sindicato de Trabajadores del Organismo Legislativo (Stol), encabezado por Xiomara Conde y el Sindicato de Trabajadores del Congreso de la República (Sintracor), dirigido por Alfredo Tumax, organización con el mayor número afiliados, unos mil.
Vásquez quiere regresar
Michael Vásquez suele acudir al Congreso en su intento por recuperar su plaza de Q18 mil mensuales. Sus compañeras de organización confirman su intención y esperan que lo logre. “Su destitución fue ilegal”, aseguran.
El joven sindicalista logró notoriedad cuando denunció al diputado Cristian Boussinot, del Partido TODOS, por supuestamente presionarlo para que entregara el 70 por ciento de su salario. Para blindarse conformó el sindicato; sin embargo, las autoridades judiciales no le dieron la razón y le notificaron su destitución.
Aunque Vásquez quiera regresar, la Ley de Servicio Civil del Organismo Legislativo, aprobada en julio del 2016 establece en su artículo 113 que no podrán regresar quienes hayan incurrido en falta gravísima o hayan sido destituidos por comisión de delito.
En el caso de Vásquez se le señaló de haber falsificado firmas para conformar el sindicato.
Los dirigentes de la organización, que suma 200 afiliados, están claros que deben seguir trabajando para asegurar los beneficios adquiridos, tales como el 10 por ciento de aumento anual, bonos y estabilidad laboral.
La destitución del sindicalista Michael Vásquez no afectó el desarrollo de las actividades de la organización sindical que conformó y lideró por varios meses. El Sindicato General de Trabajadores del Congreso de la República (Sigecor) sigue vigente y listo para pelear por los derechos que consideran justos.
La agrupación ya eligió al sustituto de Vásquez, se trata de Jacqueline Suárez, quien ingresó a laborar en el Congreso en 2009 y tiene un salario de Q13 mil 527 mensuales. La dirigente explicó que lucharán por la estabilidad laboral y por ser tomados en cuenta para la renegociación del Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo.
“Nuestro objetivo es velar porque se cumpla con la ley y que se respeten los derechos adquiridos de los trabajadores”, declaró la nueva dirigente.
El Sigecor logró su personalidad jurídica el 26 de mayo del 2016 y con ello se convirtió en el tercer sindicato del Congreso junto al Sindicato de Trabajadores del Organismo Legislativo (Stol), encabezado por Xiomara Conde y el Sindicato de Trabajadores del Congreso de la República (Sintracor), dirigido por Alfredo Tumax, organización con el mayor número afiliados, unos mil.
Vásquez quiere regresar
Michael Vásquez suele acudir al Congreso en su intento por recuperar su plaza de Q18 mil mensuales. Sus compañeras de organización confirman su intención y esperan que lo logre. “Su destitución fue ilegal”, aseguran.
El joven sindicalista logró notoriedad cuando denunció al diputado Cristian Boussinot, del Partido TODOS, por supuestamente presionarlo para que entregara el 70 por ciento de su salario. Para blindarse conformó el sindicato; sin embargo, las autoridades judiciales no le dieron la razón y le notificaron su destitución.
Aunque Vásquez quiera regresar, la Ley de Servicio Civil del Organismo Legislativo, aprobada en julio del 2016 establece en su artículo 113 que no podrán regresar quienes hayan incurrido en falta gravísima o hayan sido destituidos por comisión de delito.
En el caso de Vásquez se le señaló de haber falsificado firmas para conformar el sindicato.
Los dirigentes de la organización, que suma 200 afiliados, están claros que deben seguir trabajando para asegurar los beneficios adquiridos, tales como el 10 por ciento de aumento anual, bonos y estabilidad laboral.