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Tensión y pérdidas económicas en El Estor tras disturbios

Rodrigo Perez
29 de mayo, 2017

El temor y la intranquilidad se han apoderado de la población de El Estor, en Izabal, luego de los disturbios del sábado que dejaron un muerto, siete agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) heridos y la casa del alcalde quemada y saqueada.

Las calles del municipio amanecieron vacías y dan la apariencia de tranquilidad, pero nada está más alejado de la realidad. Los centros educativos privados suspendieron las clases y también lo hicieron algunas escuelas públicas y donde no se cancelaron, se les pidió a los padres de familia que llegaran a recoger a los niños a las diez de la mañana.

“Agentes de la PNC patrullan las calles y durante la noche se escucharon disparos, pero no hubo heridos”, cuentan en voz baja vecinos del municipio que prefirieron no ser identificados y que consideran que los focos de ingobernabilidad “no han terminado”.

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Los policías heridos se recuperan en el hospital de Puerto Barrios.

Daños económicos

Dueños de negocios aseguran que la ausencia de autoridad y la ingobernabilidad están afectando la economía local. Anoche, un día después de los desórdenes y actos vandálicos, pocos negocios de comida, que están cerca del mercado, estaban abiertos.

“Esos hechos nos perjudican porque dañan la economía local y el Gobierno no hace nada por resolver el problema”, afirma un empresario del lugar.

Se intentó hablar con el alcalde de El Estor, Rony Méndez, y con el Gobernador del Izabal, Rudy Ramírez, pero no contestaron su teléfono personal.

El Ministerio Público (MP), informó que la Fiscalía municipal de El Estor ya está investigando lo ocurrido para deducir responsabilidades penales. En tanto que desde el sábado se envió a ese municipio 500 agentes de la PNC, quienes permanecerán ahí por tiempo indefinido.

Algunos aprovecharon para saquear negocios.


Varios comercios fueron destruidos por los vándalos.

Tensión y pérdidas económicas en El Estor tras disturbios

Rodrigo Perez
29 de mayo, 2017

El temor y la intranquilidad se han apoderado de la población de El Estor, en Izabal, luego de los disturbios del sábado que dejaron un muerto, siete agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) heridos y la casa del alcalde quemada y saqueada.

Las calles del municipio amanecieron vacías y dan la apariencia de tranquilidad, pero nada está más alejado de la realidad. Los centros educativos privados suspendieron las clases y también lo hicieron algunas escuelas públicas y donde no se cancelaron, se les pidió a los padres de familia que llegaran a recoger a los niños a las diez de la mañana.

“Agentes de la PNC patrullan las calles y durante la noche se escucharon disparos, pero no hubo heridos”, cuentan en voz baja vecinos del municipio que prefirieron no ser identificados y que consideran que los focos de ingobernabilidad “no han terminado”.

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Dueños de negocios aseguran que la ausencia de autoridad y la ingobernabilidad están afectando la economía local. Anoche, un día después de los desórdenes y actos vandálicos, pocos negocios de comida, que están cerca del mercado, estaban abiertos.

“Esos hechos nos perjudican porque dañan la economía local y el Gobierno no hace nada por resolver el problema”, afirma un empresario del lugar.

Se intentó hablar con el alcalde de El Estor, Rony Méndez, y con el Gobernador del Izabal, Rudy Ramírez, pero no contestaron su teléfono personal.

El Ministerio Público (MP), informó que la Fiscalía municipal de El Estor ya está investigando lo ocurrido para deducir responsabilidades penales. En tanto que desde el sábado se envió a ese municipio 500 agentes de la PNC, quienes permanecerán ahí por tiempo indefinido.

Algunos aprovecharon para saquear negocios.


Varios comercios fueron destruidos por los vándalos.